Hoy, trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), provenientes de diversas áreas y regiones del país, hicieron pública una carta titulada “El INAH a Futuro, por una Institución Sólida, con Trabajadores Reconocidos y un Firme Servicio a la Sociedad en Tiempos de Transformaciones”.
El documento surge tras la ratificación del antropólogo Diego Prieto Hernández como director del INAH, y destaca tanto los logros alcanzados como los desafíos que la institución enfrenta de cara al futuro.
En el documento los trabajadores reconocen el liderazgo de Diego Prieto y resaltan su capacidad para guiar al INAH en medio de eventos que cimbraron al país, como el cambio político tras más de tres décadas de gobiernos neoliberales, los devastadores sismos de 2017, la pandemia de COVID-19 que paralizó al mundo en 2020 y 2021, y una profunda crisis económica. Todo ello enmarcado en una política de austeridad republicana que ha impuesto severas restricciones presupuestarias a la institución.
A pesar de estas dificultades, señalan que el INAH ha logrado avanzar y consolidar su presencia y proyección de manera inédita.
Uno de los aspectos centrales del documento es la defensa del trabajo realizado por el INAH en estos años, particularmente en su respuesta a los frentes abiertos en todo el país.
Se mencionan importantes logros, como la restauración de iglesias y monumentos históricos dañados por los sismos, la recuperación de bienes arqueológicos e históricos que habían sido sustraídos ilegalmente, entre los que destaca el Monumento 9 de Chalcatzingo, también conocido como El portal del inframundo, un símbolo del patrimonio cultural de México.
Además, los proyectos estratégicos de infraestructura como el aeropuerto Felipe Ángeles y el Tren Maya han sido catalizadores para impulsar la investigación arqueológica, paleontológica y etnográfica en el país. En la región maya, se han abierto nuevos museos, se han habilitado zonas arqueológicas y se han mejorado los servicios para los visitantes, lo que ha supuesto enormes desafíos y esfuerzos por parte de la comunidad del INAH.
La carta destaca de manera especial el papel clave que han jugado los trabajadores en estos avances. El INAH se describe como una institución plural, donde conviven arqueólogos, antropólogos, historiadores, restauradores, arquitectos, docentes, técnicos, trabajadores administrativos y manuales. Esta comunidad diversa ha demostrado ser esencial para cumplir con las funciones encomendadas por la Ley Orgánica del INAH, a pesar de las dificultades estructurales y presupuestales que enfrentan.
Un punto crítico que señalan es la necesidad de abordar la situación laboral de los trabajadores eventuales, muchos de los cuales han acumulado más de tres décadas de servicio sin una regularización adecuada. Este problema es una herencia de las políticas neoliberales que fragmentaron la estructura laboral del INAH, y los trabajadores enfatizan la urgencia de encontrar soluciones justas para este colectivo.
Si bien los firmantes reconocen los avances logrados durante el último sexenio, también hacen hincapié en los rezagos importantes que es necesario afrontar para garantizar la continuidad y fortalecimiento de la institución. Uno de los principales obstáculos es el déficit presupuestal que arrastra el INAH desde 2015, y que cada año pone en riesgo la realización de tareas esenciales, como el mantenimiento de los monumentos arqueológicos, paleontológicos e históricos, el apoyo a la extensa red de museos y su función educativa, y la atención a las necesidades de las tres escuelas del INAH.
Los trabajadores también llaman la atención sobre la importancia de fomentar la investigación, revisar los mecanismos de contratación de los trabajadores eventuales y mejorar las condiciones laborales en los diversos centros INAH distribuidos por todo el país. De cara al futuro, proponen un enfoque de trabajo conjunto y corresponsable que incluya a autoridades, trabajadores, organizaciones sindicales y la sociedad en general.
En su mensaje, los trabajadores del INAH hacen un llamado a la unidad y al diálogo abierto, plural y crítico. Responden con convicción al mensaje emitido por Diego Prieto el pasado 4 de octubre, en el que invitó a la comunidad a participar activamente en la construcción del futuro de la institución. Los firmantes subrayan que el fortalecimiento del INAH solo puede lograrse desde la pluralidad de voces que integran su comunidad, y reiteran la necesidad de mantener un diálogo respetuoso y propositivo para encontrar soluciones a los retos que enfrenta la institución.
Además, abogan por un proceso de reflexión que implique tanto autocrítica como una búsqueda de consensos que permita consolidar un propósito compartido entre los trabajadores, las autoridades y los distintos ámbitos de gobierno relacionados con el patrimonio cultural y biocultural de la nación. Este esfuerzo, argumentan, permitirá que el INAH continúe siendo una institución indispensable en la vida pública del país.
El documento cierra con un mensaje contundente: el compromiso de los trabajadores con el INAH es también un compromiso con el servicio público y la sociedad mexicana. Separar la institución de sus trabajadores sería un error grave, ya que podría generar una desconexión entre la misión social del INAH y su función pública. Los firmantes advierten sobre el riesgo de caer en un gremialismo sin compromiso social o en la creación de una élite de especialistas desconectada de su vocación de servicio.
En este sentido, invitan a abrir más canales de comunicación, información e intercambio, y a fomentar el debate sobre temas como la diversidad cultural, la nación y la coordinación con áreas gubernamentales clave como la educación, el medio ambiente y la economía. Solo a través de esta visión integral será posible consolidar al INAH del siglo XXI y enfrentar los retos del presente y del futuro con una base sólida y un espíritu colaborativo.
La carta firmada por más de 500 trabajadores del INAH refleja una comunidad comprometida con el futuro de la institución y con su papel central en la protección y promoción del patrimonio cultural de México. Reconociendo los logros alcanzados, pero también señalando los desafíos pendientes, los trabajadores abogan por un INAH fortalecido, plural y comprometido con el servicio público en tiempos de transformación.