Este 5 de septiembre de 2024 se conmemora el Día Internacional de la Mujer Indígena, una fecha destinada a honrar la fortaleza, lucha y resiliencia de las mujeres indígenas en todo el mundo, y a reconocer sus contribuciones en la preservación de las culturas, tradiciones y saberes ancestrales.
La conmemoración fue establecida en 1983 durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, celebrado en Tiahuanaco, Bolivia, y la fecha fue elegida en homenaje a Bartolina Sisa, una guerrera aymara que luchó contra el colonialismo español y fue ejecutada el 5 de septiembre de 1782 en La Paz. Su valentía y legado siguen siendo un símbolo de resistencia para las actuales generaciones de mujeres indígenas.
Las mujeres indígenas desempeñan un papel crucial como guardianas del conocimiento ancestral, la biodiversidad y las tradiciones que enriquecen las sociedades multiculturales. A pesar de las dificultades, ellas son líderes en sus comunidades, luchando no solo contra la discriminación de género y étnica, sino también contra la pobreza y la exclusión. A lo largo de los años, su labor ha sido vital en la defensa del territorio, la justicia social y el bienestar de las generaciones futuras.
A nivel mundial, existen aproximadamente 476.6 millones de personas indígenas, de las cuales más de 238 millones son mujeres. En México, según datos del INEGI en el Censo de Población y Vivienda 2020, 23.2 millones de personas se identifican como indígenas, y 11.9 millones de ellas son mujeres. Estas cifras subrayan la relevancia de las mujeres indígenas en las dinámicas sociales y culturales de las comunidades indígenas, tanto a nivel nacional como internacional.
Sin embargo, las mujeres indígenas enfrentan retos históricos que persisten hasta el día de hoy. La discriminación interseccional por género y etnicidad, junto con el limitado acceso a servicios de educación y salud, siguen siendo barreras que obstaculizan su desarrollo integral. Aquellas mujeres con discapacidad enfrentan una marginación aún mayor, dado que sus derechos a menudo son ignorados, y su representación en la toma de decisiones sigue siendo insuficiente.
La educación se ha convertido en una herramienta clave para el empoderamiento de las mujeres indígenas. Facilitar su acceso a la educación y fomentar su participación en los espacios de toma de decisiones son pasos fundamentales hacia la equidad. Reconocer sus derechos y asegurar que sus voces sean escuchadas en los debates políticos, sociales y culturales es vital para avanzar hacia un futuro más justo e inclusivo.
En este Día Internacional de la Mujer Indígena, es esencial reflexionar sobre el legado de figuras como Bartolina Sisa, pero también sobre los desafíos contemporáneos que enfrentan las mujeres indígenas. La lucha por la igualdad, el respeto y la justicia sigue vigente, y requiere del esfuerzo colectivo para asegurar que las mujeres indígenas tengan acceso a las mismas oportunidades que los demás. Celebremos su fortaleza, honremos sus contribuciones y trabajemos juntos para construir un futuro en el que todas las personas, sin importar su origen o género, puedan vivir con dignidad, respeto y justicia.
UNAM Global