El 4 de septiembre de 1969, el Metro de la Ciudad de México inició en operación con la apertura de la Línea 1, que ese entonces corría de Zaragoza a Chapultepec, con 16 estaciones y 12.6 kilómetros de vías. En constante evolución, al día de hoy se consolida como el eje de la movilidad de la capital del país y Zona Metropolitana, al contar con 226 kilómetros de red y 195 estaciones de servicio, divididas en 12 Líneas.
En la presente administración, en un primer momento, con el impulso de la jefatura de Gobierno encabezada por Claudia Sheinbaum Pardo y actualmente por Martí Batres Guadarrama, el Metro inició proyectos de gran envergadura para modernizar instalaciones estratégicas, que ya son una realidad:
Metro Energía, la nueva subestación eléctrica que alimenta a las Líneas 1, 2 y 3, las más longevas de la red, la cuales en suma concentran 65 estaciones, que son utilizadas por un promedio de 2 millones de usuarios al día.
Esta instalación alcanzó una inversión superior a los 5 millones 200 mil pesos y garantiza un abasto seguro del fluido eléctrico para los próximos 50 años.
El nuevo Puesto Central de Control 1 en el C5, es uno más de los proyectos estratégicos para la operación de las Líneas 1, 2, 3, 4, 5 y 6, en las que se movilizan 2.4 millones de usuarios al día.
Representó un costo de alrededor de 500 millones de pesos y permitió la transición tecnológica a un sistema moderno para la regulación y control de tráfico de trenes, más eficiente y seguro.
Otra de las obras clave es la modernización de la Línea 1, la más antigua de la red y cuya rehabilitación era impostergable. Con una inversión de 37 mil millones de pesos, la Nueva Línea 1 ya opera de Pantitlán a Isabel la Católica y, en días próximos será reabierto un tramo más.
Además de la renovación de 18.8 kilómetros de vías y la implantación de un Sistema de Control de Trenes basado en comunicaciones (CBTC), la inversión también incluyó la adquisición de 29 trenes nuevos de última generación, mismos que se están incorporando al servicio de forma escalonada.
Además de los tres megaproyectos, la administración del Metro en coordinación con los trabajadores del organismo, llevan a cabo acciones puntuales de reparación en las Líneas B y 9.
En el caso de la Línea B, ya concluyó la rehabilitación del tramo San Lázaro-Oceanía. La obra consistió en la intervención a plintos o bases, rectificación de trazo, perfil y geometría de las vías, en beneficio de 435 mil usuarios diarios.
En la Línea 9, en conjunto con la Secretaría de Obras y Servicios, se intervino la zona de Pantitlán, con la sustitución de trabes para permitir la nivelación de la vía, sistemas de señalización y pilotaje automático, así como la sustitución de aparatos de vía a lo largo de 4.5 kilómetros.
Destaca también en esta administración, las labores de mantenimiento a 795 escaleras eléctricas y elevadores, que permiten contar con una disponibilidad diaria superior al 95%, así como la sustitución de 64 escaleras obsoletas por nuevos equipos.
Además, se invirtieron 825 millones de pesos para la modernización del sistema de recaudo, que incluyó la instalación de 1,810 torniquetes nuevos, mil 800 lectores para la validación de tarjetas y 472 equipos para venta y recarga de tarjetas.
El uso de tarjeta de Movilidad Integrada como único medio para ingresar al Metro, es una realidad, lo cual permite el ingreso a las estaciones de una manera más rápida y eficiente.
Con acciones que permiten la actualización tecnológica de instalaciones estratégicas, renovación del parque vehicular y labores de mantenimiento ininterrumpido, la administración del Metro y su fuerza laboral de alrededor de 14 mil trabajadores, refrendan su compromiso de servicio con las y los usuarios.