SEXTO SENTIDO: Lactancia mariposa, nuevo maternaje para salvar a bebés huérfanos - Mujer es Más -

SEXTO SENTIDO: Lactancia mariposa, nuevo maternaje para salvar a bebés huérfanos

Por. Adriana Luna

 

La fórmula para amamantar a un bebé de forma exitosa necesita: deseo, amor, empatía y cuidados. Hoy está naciendo una diferente forma de maternaje, una que elimina dolor, miedos y mitos: la lactancia en duelo.

Actualmente solo tres de cada diez mamás mexicanas logran establecer la lactancia durante seis meses o más. Los aportes que la leche materna le trae al bebé son muchos: nutricional, inmunológico y emocional. La madre también recibe beneficios increíbles. ¡La leche materna vale oro!

¿La vida ajetreada? ¿La poca flexibilidad y condiciones laborales para que una madre trabajadora pueda amamantar? ¿Los mitos sobre la lactancia? ¿Qué está impidiendo a una mamá dar ese regalo de vida?  En esta Semana de la Lactancia, el reto es que más mujeres decidan amamantar a sus hijos.

Imagínense entonces la misión tan grande que tiene el Hospital Civil de Guadalajara, que no sólo quiere que más madres establezcan la lactancia sino que ahora promueve la lactancia en duelo. Es decir, una madre que ha perdido a su bebé puede salvar a otros bebés que han quedado huérfanos al donar su valiosa leche materna.

En febrero pasado Daniela llegó al Hospital Civil Juan I. Menchaca, pero su bebé Edith no sobrevivió. Ella tenía a otra niña (de 1 año de edad) a la que lactaba, pero como vivía en un municipio al interior de Jalisco no podía ir a amantarla mientras recuperaba su salud. Por ello decidió que su leche era demasiado valiosa como para tirarla, y preguntó si podía darla a otro bebé.

Le explicaron que sí podía hacerlo, pero médicos y enfermeras jamás se imaginaron lo que pasaría: un milagro en cadena. Al extraerse la leche, Daniela de una mama generaba calostro y de la otra mama, leche madura. ¡Ahí los profesionales de la salud quedaron impactados!

Además, al ver cómo Daniela superaba el dolor de perder su bebé, pero se preocupaba por otros niños, impulsó a otra mamá en duelo a levantar la mano para también donar su leche. En cinco meses ya son siete las mamás que han dicho: sí, a la lactancia mariposa. Bebés huérfanos de madre, especialmente con extrema prematurez han recibido calostro y leche para sobrevivir.

Miryam Reyes Garibay, enfermera tanatóloga en Código Mariposa explica con emoción cómo la empatía maternal ha permitido un círculo virtuoso para salvar vidas. No hay un lapso determinado de donación, las mamás lo determinan, por lo regular es el tiempo que están hospitalizadas recuperando su salud.

Donar leche en tiempo de duelo ha ayudado a las mujeres a superar su propia pérdida. El cerebro de la madre no sabe si el bebé está vivo o no, así que genera leche de cualquier forma. La lactancia a su vez produce endorfinas, las hormonas de la felicidad (como la oxitocina), al disminuir el estrés, la mamá puede superar su duelo más rápido.

La leche es un tejido, y se procura como cualquier donación de órganos. En ese proceso, el donante recibe acompañamiento psicológico y tanatológico para que no le cause daño emocional. Como este programa de Lactancia en duelo prácticamente va naciendo, todavía no se tiene un protocolo establecido, certificado. ¡Simplemente nació del amor!

La madre en duelo salía del hospital con las manos vacías, envuelta en llanto y adolorida en cuerpo y alma. Hoy las madres que han donado su valiosa leche, no se van con las manos vacías, se les entrega un diploma como donadoras, su corazón rebosa de alegría porque ayudan a otros bebés a salvar la vida. Y se les sigue brindando contención emocional.

Se trata de maternar de manera diferente y novedosa. Alejandro Acosta Aguilar es el coordinador del Código Mariposa. A las mamás en duelo se les da información para que ellas mismas decidan qué harán con su leche. Se les brinda apoyo emocional y asesoría sobre la higiene al momento de la extracción de leche.

La psique de la mamá tiene claro que hay dolor por la ausencia de su bebé, pero se alimenta y auto-regula con la satisfacción de haber ayudado a salvar otra vida, dignifica a su hijo que no sobrevivió. Es darle trascendencia a su hijo. Se trata de una maternidad diferente, tal vez inesperada, es una sensación de validez materna que las ayuda a transitar su propio proceso enfrentando a la muerte con vida basada en el amor, en la empatía y el altruismo.

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