Por. Saraí Aguilar
Mucho ruido y pocas nueces. Aunque aquí no son nueces sino miles de elementos, mucho presupuesto y pocos resultados de la Guardia Nacional.
Así, la cacareada iniciativa de seguridad puesta en marcha a través de la Guardia Nacional, si bien refleja gran aceptación ciudadana, muestra resultados nulos. Ello queda de manifiesto con los datos aportados por el Observatorio Ciudadano y Causa en Común presentados recientemente en el Senado de la República (Proceso).
De acuerdo con la información recabada en 2022 se reportó, por ejemplo, que la Guardia captura pocos presuntos delincuentes y se dedica más a decomisos. “En el último Censo Nacional de Seguridad Pública Federal del INEGI se reportó que, durante el 2022, la Guardia Nacional realizó 90 mil 332 puestas a disposición de objetos y únicamente 2 mil 814 puestas a disposición de personas”.
Con base en esos datos, el Observatorio destaca que, del total de puestas a disposición en 2022, la institución militarizada reportó que equivalen a la comisión de 5 mil 376 presuntos delitos, lo que “representa un decremento del 89%, en comparación con 2019 cuando la cifra fue de 51 mil 666”, además de que de esas 2 mil 814 puestas a disposición “mil 411 fueron por la comisión de robo y únicamente 38 fueron por delitos asociados a la delincuencia organizada”.
Por si eso no fuese ya poco, pues cumple más funciones de aduana que de cuerpo de seguridad, en su informe de 2022, la Guardia Nacional “reportó haber liberado a tan sólo 29 víctimas de secuestro, cuando el número anual es de 724 y 29 mil 842 víctimas por otros delitos que atentan contra la libertad”; en tanto, que en ese mismo año realizó “795 búsquedas especializadas de localización e identificación de personas, mientras que en ese mismo año se reportaron 9 mil 151 personas desaparecidas y no localizadas”.
Pero lo más escandaloso es que su presupuesto no está correlacionado de manera proporcional a sus resultados, pues éste sí ha ido en aumento constante. Basta con revisar que las variaciones presupuestales de la Guardia Nacional de 2021 a 2024, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) destinó a esa corporación 233 mil 848 millones de pesos, indica el documento de la organización Causa en Común.
Al parecer lo que ha funcionado es la comunicación y propaganda del régimen oficialista y no la militarización del país.
Pues así mientras el presupuesto de la Guardia Nacional aumentaba, lo hacía también la violencia. De diciembre de 2018 al 17 de junio de 2024, la administración morenista acumula un total de 190 mil 98 víctimas de homicidio doloso, siendo 2020, el año del inicio de la pandemia por Covid-19, el más violento de su periodo de gobierno, según cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y del reporte diario de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Así, mientras el mandatario insiste que no aumenta la violencia sino los homicidios, cualquier cosa que ello signifique pero le ayude a dar otros datos, el país se desmorona ante una ciudadanía que parece insensible ante tanto dolor… hasta que le toca vivirlo en carne propia.