Por. Saraí Aguilar
En días pasados, la creadora de contenido para adultos que ha sido conocida como Selena, Selene, Mackey, Mujer Luna y Mujer Luna Bella, aunque ahora aparece solamente como Luna Bella, provocó una polémica en redes donde se vieron involucrados el Metro de la Ciudad de México y la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la capital del país.
Luna Bella grabó un video de contenido sexual explícito en las instalaciones del medio de transporte público. En esa grabación, además de la actividad sexual, se ven pasajeros e incluso un guardia de la SSC.
Si bien el Metro lanzó un comunicado, hay algunas declaraciones que pegan más de lo que ayudan. “En relación a (sic) las publicaciones en redes sociales, se ha detectado que los videos en referencia son cuentas de particulares que buscan, a través de este contenido, promover intereses personales. Las personas que aparecen en las imágenes publicadas en los últimos días no son usuarios, sino actores y extras que de forma consensuada participan en la grabación”.
Si hasta aquí parecía ya un “de qué se quejan si eran voluntarios”, las autoridades decidieron que lo mejor era agregar una dosis de corrección política siempre presente, nunca ausente. “El Metro respeta la libertad de expresión, sin embargo, reprueba de forma tajante que se utilicen las instalaciones para generar popularidad en cuentas de particulares”.
Parece un mal chiste que, para no actuar, el Gobierno de la Ciudad de México se escude en el argumento de la libertad de expresión, cuando ésta es justo una asignatura en la que reprueba el gobierno federal, del mismo partido.
También la semana pasada, la organización Artículo 19 presentó su informe sexenal “Derechos Pendientes sobre violencia contra la prensa, libertad de expresión, derecho a la verdad y acceso a la información en México”, que profundiza sobre los aspectos apremiantes de la agenda de derechos humanos nacional de cara al futuro.
Durante el evento, Leopoldo Maldonado, director regional de Artículo 19 Oficina para México y Centroamérica, acusó que México se encuentra en una situación crítica de violencia contra la prensa, a la que se agrega la discrecionalidad en la asignación de publicidad oficial y la falta de garantías para el derecho a la verdad de las víctimas y la sociedad.
Expuso que durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se registraron 3 mil 408 agresiones contra la prensa, de las cuales 561 se registraron solo en 2023. Esta cifra equivale a un promedio de una agresión cada 14 horas en los últimos seis años, incluidos los asesinatos de al menos 46 periodistas y cuatro desaparecidos.
“El total representa un incremento del 62.13% en las agresiones contra la prensa en comparación con el sexenio de Enrique Peña Nieto”, resaltó.
¿En realidad a Martí Batres le importa la libertad de expresión? Podría comenzar por pronunciarse sobre este informe. Y después que se dedique a gestionar una ciudad de derechos para todos, no solo para los creadores de Only Fans.
Al fondo del Arcón.
Esta columna se toma unos días de receso veraniego. Nos vemos en agosto.