Por Fernando Coca
X: @Fercoca
La frase que le da título a esta columna es de Héctor Martínez Jiménez quien ha confesado que disparó en contra de Ciro Gómez Leyva una noche de diciembre de 2022.
Y lo volvería a hacer, pero con más cuidado le dijo El Bart a Saskia Niño de Rivera en el podcast Penitencia, que la activista realiza a presos que se encuentran en los reclusorios de este país.
Si el atentado fue brutal, las palabras de El Bart son tanto o más crueles que el acto que cometió. Las balas que salieron de su pistola buscaban cegar la vida del periodista que salía de la televisora luego de hacer su noticiario.
El día que intentaron matar a Ciro en su noticiario habló del INE; con Ivonne Melgar hizo un enlace a la Cámara de Diputados para hablar de las modificaciones del Senado al Plan B del presidente López Obrador.
También era nota el último informe de Arturo Zaldívar como presidente de la Corte.
Y se fue a su casa como todas las noches. Pero en el camino se encontró con los secuaces de El Patrón, Armando Escárcega Valdez, quien pagó para eliminar físicamente a Ciro.
El Bart dice que no supo el motivo por el que lo mandaron a asesinar a Ciro, pero el cree que el periodista “iba a hablar de más”.
“Ese es el tema con los periodistas, que por querer sacar su nota se meten con quien no deben, o hablan de más, o sea sabiendo, o no se poner a pensar que esas personas tengan un paro más arriba que ellos”, y con esta frase, El Bart, dice más de los que asegura no conocer.
El tirador dice que lo peor en su vida es no haber matado a Ciro, e imaginaba que saldría impune. Sentía que Ciro estaría muerto, él libre y con dinero.
“Yo me lo imaginaba en su camioneta en una sábana blanca… sabemos que si se está haciendo tanta investigación es porque él está haciendo su pancho”. Saskia le pregunta que si lo hubiera matado no habría investigación y la respuesta es igual de brutal que el crimen que intento cometer: No, es México.
Héctor Martínez Jiménez ya confesó. Falta que el Patrón diga quieé lo contrató y cuál fue el móvil real para asesinar a Ciro Gómez Leyva. La pregunta que se repite es ¿Quién fue?
La Letrina. Una confesión más es de Alejandro Moreno. Tendrá eternidad política y será dueño del PRI para beneplácito de quienes no quieren más PRI. Ya se fue encima de quienes no lo apoyaron en su ánimo mantener a su grupo político al mando del tricolor. Algunos ven al PRI como al PRD, perdieron el registro en una o dos elecciones. Tal vez el membrete se pierda, pero los priistas que tienen a donde ir.