Por. Berenice Vásquez
Ana Rosa Aguilar, presunta plagiaria y homicida de la niña Camila Gómez Ortega, falleció luego de ser linchada por habitantes de Taxco, hartos de la violencia y la impunidad que se vive en Guerrero. Otros dos presuntos responsables se encuentran hospitalizados.
El secuestro y asesinato de “Cami”, de ocho años de edad, cimbró a la sociedad mexicana, no así a las autoridades, como en el caso de la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, quien no ha emitido ningún pronunciamiento hasta el momento, pero sí promociona en sus redes sociales a Taxco.
Y qué decir del secretario de Seguridad Pública de Taxco, Doroteo Eugenio Vázquez, quien responsabilizó a la madre de la menor de los hechos. “Hubo una responsabilidad maternal y una omisión, porque si yo como padre tengo un hijo debo de vigilarlo, educarlo, guiarlo”, declaró a medios de comunicación.
Caso similar ocurrió con el alcalde de Taxco, Mario Figueroa, quien además de revictimizar a la madre de Cami, acusó que pidió apoyo a la gobernadora Salgado, pero ni siquiera le tomó la llamada.
Una historia de terror
El horror sucedió el miércoles alrededor del medio día cuando Cami fue a la casa de una amiguita a nadar en una alberca inflable. Tras el paso de un par de horas su familia recibió llamadas de extorsión exigiéndoles 250 mil pesos para liberarla.
La familia de la menor acudió a la casa de sus vecinos en donde argumentaron que no había llegado, por lo que se dieron a la tarea de buscarla y pedir videos de cámaras de seguridad cercanas, gracias a los cuales se pudo constatar la niña sí ingresó a la casa de su amiguita, pero ya no salió.
En las grabaciones se puede observar cómo una mujer y un hombre salen de la casa con una bolsa de plástico negra en la que llevaban a Cami, la ingresan a la cajuela de un taxi y se llevan el cuerpo.
Al no encontrarla, la familia de la menor dio aviso a las autoridades y difundieron una ficha de búsqueda. Camila fue encontrada muerta el jueves, alrededor de las 4:00 de la tarde en Zacapalco.
El hallazgo de Camila y la tardía respuesta de las autoridades provocaron que una tuba sacara a los presuntos responsables de su casa e hiciera “justicia por propia mano”.
Las imágenes en esta historia son terroríficas, ver a Cami feliz correr a la casa de su amiga, verla salir sin vida en una bolsa de basura, ver a la sociedad enfurecida casi matando a los responsables, escuchar las respuestas de los encargados de impartir justicia y gobernabilidad. ¿Cómo nos dejan como sociedad? ¿Ésta será una historia más? ¿Y la gobernadora?
Las protestas de mujeres no se hicieron esperar y ayer por la tarde marcharon para expresar su repudio por el infanticidio, en apoyo a la familia de Cami y en demanda de que se emita una Alerta de Violencia de Género (AVG).