Por. Paloma Cuevas R.
Conocí a Marcela Fonseca en el año 2020, gracias a una hermosa diosidencia, -o así me gusta pensar que deben llamarse los hechos en donde nos encontramos con personas que siempre debieron estar en nuestras vidas, llegan y son relevantes, – un día cualquiera encontré en Twitter y en Facebook un post de una escritora que mencionaba con mucha tristeza que la Feria Internacional del Libro de Guadalajara le había cancelado varias presentaciones como resultado de la pandemia que vivimos en aquel entonces.
Me dolió mucho pensar en su situación, tener que comunicarles a esas escritoras que sus presentaciones habían sido canceladas, los cinco pasos del duelo manifestándose a todo lo que da y la imposibilidad de resolver, cabe mencionar que no conocía por aquel entonces a aquella escritora, y sin embargo la contacté vía redes sociales y la invité a realizar las presentaciones vía remota para el espacio del que entonces era la anfitriona: #AbraPalabra, a través de las redes sociales de la Dirección de Cultura de Toluca. Realizamos ocho presentaciones y ahí fue donde Marcela Fonseca con su don de gente, su sonrisa desarmadora de bombas nucleares y su ternura llegó para quedarse.
Pero bueno, seguramente se preguntarán, “¿y quién es Marcela Fonseca?”
Pues muy sencillo, Marcela Fonseca es una mujer, mexicana, nacida en la Ciudad de México, en esa década de la inocencia de los años 70’s.
Marce, es la menor de cuatro hermanos, razón por la cual le tocó crearse un mundo a la medida, encontrando lo necesario para hacerlo en la lectura, con un par de padres que fueron su ejemplo a seguir para disfrutarla sin límites y para dar rienda suelta a su imaginación, escribiendo desde la infancia.
La lectura y la escritura como consecuencia pueden ser un oasis y una salvación, como lo descubrió en 1985, cuando perdió a su hermana mayor en el terremoto que devastó a la Ciudad de México, y gracias a la posibilidad de vaciar su frustración y dolor en la hoja en blanco, pudo sanar el dolor que sentía.
Decidió estudiar derecho cuando su padre le dijo de manera categórica que le pagaría una carrera de la que supiera que iba a poder vivir en el futuro, es así como la idealización de la justicia, el bien sobre el mal, y las causas nobles la hizo escoger el derecho como vocación de vida.
Sin embargo, ella sabía – siempre lo supo, – que quería ser escritora. De hecho, jamás dejó de escribir, guardando todo en cajones, y conformándose con dedicarse a ser abogada, como ella bien dice: “Tal vez por la generación en la que nacimos, pero como que ya me había conformado con que la vida me había llevado por otros caminos.
Yo ya era abogada y en mi mente pensaba que no podía ser otra cosa, hasta que Lupita Vera (otra abogada, que además es escritora y tallerista), a la que tanto le agradezco, y tanto ha tenido que ver en mi vida, sin ella yo no estaría el día de hoy aquí. Un día en Facebook yo ví que Lupita había publicado un libro y dije, “Ah, pero pues ¿cómo publicó un libro si es abogada?” La contacté y le pregunté: “Lupita, ¿cómo es que publicaste un libro, si eres abogada?” Y ella me dijo: “Ay, Marce, puedes ser las dos cosas, puedes ser abogada y publicar libros.”
¡Fue entonces que Marcela descubrió que podía ser lo que le diera la gana y mejor aún, simultáneamente! Entonces llegó su primera publicación, el cuento infantil titulado Los niños y la gran pared invisible. La idea de escribir ese cuento nació como resultado de su experiencia como mamá de una niña con Síndrome de Down, y como resultado de la frustración que le provoca darse cuenta de que a veces la ven o la tratan de forma diferente, lo cual sucede en ocasiones por ignorancia o la falta de sensibilidad de la gente, que lastima y hace daño, así que en lugar de quedarse callada y ya, decidió compartir con el objetivo de crear conciencia.
En 2021, publicó el libro que hoy nos ocupa: Los lazos que nos unen, su primera novela, en el sello Ediciones el Nido del Fénix. Cabe mencionar que este libro ha sido galardonado con el segundo lugar en la categoría de novela de ficción histórica en español en los International Latino Book Awards (ILBA), en el año 2022. Infortunadamente por causa de la pandemia no se le había podido dar la difusión adecuada, pero aquí estamos para que este hermoso logro no pase desapercibido.
Los lazos que nos unen es la historia de cuatro generaciones en la vida de una familia: La familia Santacruz, que debió haber sido la familia Vega-Santacruz y que nunca lo fue…
Es la historia de Esteban, Irene, Víctor, Celina, Fernando, Gonzalo, Alicia, Rosario, James, Ignacio, Marisa, Julia, Manuel, Leire y casi 500 niños españoles que llegaron a México en un hecho histórico conocido como “Los niños de Morelia”, a instancias del Presidente Lázaro Cárdena y su afán por salvar a estos niños de la Guerra Civil Española y cuyas vidas fueron dejadas a la deriva al término de aquel sexenio, por aquellos otros a los que las vidas de esos niños les tuvieron sin cuidado.
Marcela Fonseca realiza un trabajo de filigrana y a la manera de los detectives del pasado desmenuza una historia familiar que bien podría ser la de cualquier persona que tenga en su sangre gotitas de migración, o sea podría ser nuestra propia historia. En un mundo convulsionado por la estupidez de las guerras, la ambición y la deslealtad, Los lazos que nos unen muestra a Fernando Santacruz, un hombre que al ir en la búsqueda de su origen da pie a la creación de un mundo por completo nuevo para sí y todos los de su estirpe. ¿Quién diría que subirse a un barco para llegar a España podría generar tantas cosas?
Con la maestría que seguramente tendría el relojero, padre de Rosario, Marcela Fonseca nos lleva por las calles de Colombres, de Oviedo, de Madrid, Florencia, Francia, Portugal y de regreso a la Ciudad de México y hasta a Morelia y respiramos el frío, el dolor, la ausencia, la tristeza, la orfandad, la muerte, la esperanza y las mil posibilidades que en cada vuelta de tuerca encierra la vida.
Desde 1919 y hasta 1994 en saltos de tiempo y sin perder el ritmo acudimos al inmenso amor entre Fernando y Rosario, sus funestos resultados, el sacrificio de las madres que fueron capaces de dejar viajar a sus casi 500 hijos “al Nuevo Mundo”, con el sueño de una vida en libertad.
Una plaquita de metal, unas cuantas fotos y miles de interrogantes constituyen el hilo conductor de una historia que termina en Veracruz, con una abuela sabia, y sonriente que tiene la sartén por el mango y las historias que muchos callaron.
Una nieta obstinada que no permitirá que nadie manche la memoria de su abuelo, su ojo de artista y su urgencia por encontrar la verdad y saber que Los lazos que nos unen son irrompibles y son capaces de cruzar océanos de tiempo y geografía como el Drácula aquel de Bram Stoker, y que el amor de la familia es un vínculo que nos impulsa siempre.
Gracias a Marcela Fonseca por esta entrega e investigación de un hecho histórico, que adaptado en este formato no solamente se vuelve entrañable, sino que además nos impulsa a admirar la vocación internacionalista y de puertas abiertas de nuestro país.
Larga vida a su escritura y por supuesto estaré pendiente de sus novedades, ya me advirtió que viene nueva colaboración con el Dream Team FENALEM (Feria Nacional de Escritoras Mexicanas), por aquí les estaré contando.
Mientras tanto: ¡Vámonos a vivir!
P.D. Si quieren saber un poco más, les invito a ver la entrevista que le hice a Marcela en #ProyectoÍtaca: https://www.facebook.com/watch/live/?ref=watch_permalink&v=760584222706996
Paloma Cuevas R.: Mujer y madre. Femenina cuando le da la gana. Amante declarada de México, el mezcal, el buen café y la verdad sin anestesia. Humanista, sapiosexual, docente durante más de 22 años, filósofa, columnista, escritora y locutora en temas de Cultura, Política y Erotismo. Fundadora de #ProyectoÍtaca plataforma política y cultural. Locutora titular de #ProyectoÍtaca en Cadena Radio Mx. Promotora y gestora cultural incansable. Presidenta de la Academia para el estudio y difusión de la obra de Dolores Castro, por la Ilustre y Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de México. Asesora del Consejo Ciudadano de Historia, Cultura e Identidad Mexiquense SOMEGEM. Antologada en más de 50 títulos a nivel internacional. Ha publicado la plaquette de poesía “De amputaciones necesarias” y el poemario “Mujer en voz alta”. Condecorada en 2020 con la Medalla y el Pergamino Leona Vicario. Secretaria Nacional de Cultura México para la Red Internacional de Mujeres Líderes en Acción (RIMLA Internacional). Integrante del Mapa Nacional de Escritoras Mexicanas Contemporáneas. Directora Mundial de Comunicación y Relaciones Públicas del World Poetry Fest, hasta 2020. Embajadora Estado de México de Fridas de Barcelona. Embajadora de la Red Naranja del Estado de México. Escudo de Plata 2021, para la UHE-PORTUGAL /Unión Hispano Mundial de Escritores, por México.