Por. Fernando Coca
Ya están las listas de los candidatos de MORENA a los gobiernos estatales que se elegirán en el 2024.
Una lista en la que gana el ansia electoral más que la ideología.
Veamos, uno a uno, los perfiles que encabezaran la lucha por la transformación en cada estado:
Yucatán. Aquí la elección es del PAN contra el PAN. Sí, Joaquín “Huacho” Díaz militó en Acción Nacional, pero renunció a su militancia panista en el 2018. Con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador fue designado delegado del Bienestar y la entrega de los programas sociales lo llevaron a la candidatura. Se enfrentará a Renan Barrera, al que Huacho ya le ganó una elección, aunque interna en el PAN, por una candidatura plurinominal federal (2015-2018).
El gobierno del panista Mauricio Vila está bien calificado y el gobernador panista derrotó a Huacho en 2018, lo que detonó su renuncia a la militancia panista de casi 17 años.
Veracruz. Rocío Nahle obtuvo la candidatura de MORENA no por su popularidad o su desempeño como secretaria de Energía, sino por su cercanía con el presidente López Obrador. Aunque la ley local impediría que fuera candidata, su partido la postulará. Que en Dos Bocas no se haya producido un solo barril de petróleo es cosa menor ante la verdadera dificultad que tendrá la zacatecana para gobernar a los jarochos: el pésimo gobierno de Cuitláhuac García.
Tabasco. Javier May no concluyó el Tren Maya, pero no es impedimento para que gane holgadamente la elección en la tierra natal de López Obrador. Es, quizá, quien tiene la elección menos complicada. Su unción como candidato pone fin a la hegemonía de Adán Augusto López en el edén.
Puebla. Cosas de familia. Alejandro Armenta venció a su primo Ignacio Mier. El primero, senador, va con todo no para vencer a la oposición sino al adversario que hay en casa. Nacho Mier anunció que sus bases decidirán qué hacer y qué no. Nacho será senador, pero las bases, como sucede en estos casos, se mandan solas. Se prevé una elección difícil para MORENA por el fuego amigo.
Morelos. Margarita González, mujer de izquierda tiene, como Rocío Nahle, un hándicap que puede significar derrota, el gobierno de Cuauhtémoc Blanco. Y si a eso le agregamos que la senadora Lucy Meza se fue al Frente para ser candidata (era la mejor calificada dentro y fuera de MORENA) la elección está en el aire. El panismo y el exgobernador Graco Ramírez jugaran un papel importante a favor de la senadora Meza.
Jalisco. Aunque perdió la encuesta, la expriista Claudia Delgadillo (cercana al finado Aristóteles Sandoval) ganó la nominación morenista a la gubernatura de Jalisco. Aquí hay dificultades serias que sortear. Primero tendrá que conciliar con Carlos Lomelí, empresario que ganó la encuesta, y convencer a Toño Pérez, mejor conocido como el papá del piloto Checo Pérez, de que recapacite y no renuncie a MORENA. Lomelí será senador, pero puede poner a sus huestes en brazos caídos. Toño Pérez podría incluso dejar la diputación.
El principal conflicto de la candidata Delgadillo es con Movimiento Ciudadano y el dueño de ese partido en Jalisco, el gobernador Alfaro. Para muchos, la elección de Delgadillo significa un triunfo electoral de Samuel García, de Alfaro y Dante Delgado.
Guanajuato. La competencia real fue entre dos ex panistas, Ricardo Sheffield, quien ganó, pero perdió y Alma Alcaraz que al perder ganó. Parece que el PAN seguirá gobernando esa entidad del bajío. Por cierte, de nada le sirvió a la senadora Antares Vázquez emprender una cacería digital en contra de los adversarios de Claudia Sheinbaum pues quedó en el último lugar de la encuesta. La crueldad con la que desde la oficina de la senadora se atacó a quienes veían como enemigos, le pasó factura.
Chiapas. Ahí le dejaron su posición al Partido Verde y en especial al senador Velasco. El candidato será quien fuera su secretario de gobierno cuando Manuel fue titular del ejecutivo. Eduardo Ramírez había advertido que, si le daban la candidatura a Sasil de León, él se iba por la alianza para competir. Sirvió el amago.
Ciudad de México. La esperanza de ganar la elección con las clases medias con Omar García Harfuch se le diluyó a la doctora Sheinbaum. Por más que su aparato de comunicación y propaganda invirtió tiempo y dinero en posicionar a García Harfuch, la nomenclatura de MORENA impuso a la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada como candidata a pesar de que fue derrotada ampliamente por el exsecretario de Seguridad capitalino.
Clara Brugada no es una mala candidata, pero la operación para ensalzar a Omar la puso como representante del “chairismo” que la clase media capitalina (progresista, aspirasionista y de vanguardia) no admite como su proyecto de vida. Ese es el hándicap con el que la alcaldesa de la demarcación más importante -electoralmente hablando- tiene que luchar. Fueron los de casa la que la pusieron en esa tesitura.
¿Podrá Claudia Sheinbaum, MORENA y los candidatos garantizar la unidad? Sí, siempre y cuando les den a los adversarios que fueron derrotados, siempre a la mala, los espacios que cada uno se ganó en las famosas encuestas. No han podido gestionar la elección para la candidatura presidencial y ya tienen encima las de gobernadores. Abrir los espacios en el congreso federal, los congresos locales y los ayuntamientos y alcaldías será un primer paso para esa tan anhelada unidad. Si no es así, todo lo demás es fantasía.
La Letrina. Por primera vez, MORENA no lleva a Andrés Manuel López Obrador en la boleta. Y aunque el discurso de campaña irá entre la promesa de mantener y ampliar los programas sociales, hasta la amenaza de quitarlos a los que no estén con “el movimiento”, cada uno de los perfiles que postule MORENA a los casi 20 mil cargos en juego en junio del 2024 serán determinantes pata ganar o perder. La oposición, al momento, no da color.