Por. Saraí Aguilar
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, demostró que el pacto patriarcal se sostiene, aunque ello implique desproteger a las mujeres de su equipo de trabajo.
Así, mientras la política nacional se entretiene subiendo encuestas y los líderes de opinión interpretando quién ganará, cuando en términos formales ni siquiera candidaturas hay, los acosadores y sus solapadores aprovechan.
Y esto no es un lugar común que entre los hombres se protegen y se perpetúan las acciones de violencia.
Pues el gobernador emanado de Morena, Rocha Moya, admitió por su boca que protege a Miguel Ángel, identificado con el puesto de auxiliar jurídico del Centro de Justicia para las Mujeres. Lo protegió porque, a su juicio, el ser acosador sexual es algo que no implica problema.
“Sí, ya lo conozco. Él es acosador, pero sexual. Ya le di la oportunidad yo, ‘a ver, vete a un lugar distinto, yo te voy a proteger, pero no quiero que hagas lo mismo’”.
De hecho, el problema del acoso laboral se resuelve entre hombres. La solución sobre esta situación, encontrada por el Gobierno de Sinaloa, es que se le traslade a un área donde hay puro personal masculino, aunque el mandatario no reveló cuál.
La respuesta de Rocha Moya ocasionó que colectivos feministas como “No se Metan con Nuestras Hijas” se pronunciaran y reprocharan que el mismo gobernador proteja a acosadores, por lo que exigieron que “haya un debido proceso para el presunto responsable, porque no queremos que escape a la acción de la justicia. Y que no se proteja a ningún acosador en cualquiera de las instancias del gobierno estatal”.
¿Cómo interpretar que en un país donde la incidencia de los delitos sexuales es muy alta y con gran nivel de impunidad, el Ejecutivo estatal ampare violentadores? ¿Cuál es la confianza de las mujeres de Sinaloa de denunciar si quien debería de velar por un estado de derecho da salidas paralelas para evadir las sanciones judiciales?
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU) en 2019, cuatro de cada diez mujeres mayores de 18 años sufrieron algún tipo de violencia sexual durante el segundo semestre de 2019. La violencia sexual incluye acoso sexual, hostigamiento sexual, abuso sexual, intento de violación y violación.
Es decir, más de 6 millones de mujeres fueron víctimas de alguno de estos delitos en los últimos seis meses. Pero el 99 por ciento de las violencias no se atienden y esto en gran parte a que las victimas temen la revictimización sin obtener justicia al final del proceso.
¿Qué sanción habrá no solo para el violentador sino para su encubridor, en el caso del gobernador Rocha Moya? ¿O una vez más nos toca a las mujeres ser burladas viendo cómo agresores sexuales son protegidos desde el poder? Una pregunta que solo los muy machos pueden responder.