En un mundo cada vez más influenciado por la digitalización, emergen constantes cambios que afectan diversos ámbitos de la sociedad. La forma en que nos comunicamos, interactuamos e incluso, compramos y vendemos, ha evolucionado gracias a la tecnología. Sin embargo, con cada progreso emergen nuevos desafíos y peligros.
Uno de esos riesgos es la presencia cada vez mayor de los menores de edad en las redes sociales, un fenómeno que plantea varias interrogantes: ¿Existe una edad apropiada para que los menores se sumerjan en el ciberespacio? ¿Deberíamos restringir su acceso? ¿Qué aspectos deben considerar los padres para proteger a sus hijos en internet? ¿Cómo educar a los niños para utilizar las redes sociales de forma segura e inteligente, minimizando los posibles riesgos?
Vivek Murthy, director de Sanidad de Estados Unidos, comentó a principios de febrero de este año que la edad idónea para que los menores comiencen su participación en las redes sociales oscila entre los 16 y 18 años. Declaró que a pesar de que la edad mínima para ingresar a una red social es de 13 años, considera que “es muy temprano, ya que apenas están desarrollando su identidad”.
Esta opinión fue respaldada por los senadores estadounidenses Katie Britt, Chris Murphy, Brian Schatz y Tom Cotton, quienes recientemente propusieron una ley destinada a evitar que los niños menores de 13 años utilicen las redes sociales. Además, la legislación solicitaría el permiso de un tutor para que los usuarios de entre 14 y 17 años puedan crear una cuenta. De igual manera, la normativa prohibiría a las empresas de redes sociales utilizar algoritmos para recomendar contenido a usuarios menores de 18 años.
En contraposición a esta visión, el profesor Hugo Sánchez Castillo, de la Facultad de Psicología de la UNAM sostiene que es erróneo tratar de fijar una edad ideal para que los niños accedan a una red social. De cualquier manera, advierte que los menores se sumergen a temprana edad en este mundo digital. Este punto de vista es corroborado por datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que revelan que del 2017 al 2022, se registró un incremento del 30% de usuarios de entre 7 a 11 años en las redes sociales.
“Es frecuente que niños a partir de los 8 años se adentren en este mundo, no necesariamente mediante un perfil en Facebook o Instagram, sino a través de videojuegos que permiten la comunicación en línea, como Minecraft o Among Us. En lugar de buscar establecer criterios para permitir o no su presencia en una red social, es fundamental prestar atención a dos aspectos: las características de la red social a la que los niños pueden acceder y la supervisión parental”, expresó.
En marzo de este año, TikTok anunció que intentaría limitar la actividad de niños y adolescentes en su plataforma estableciendo un tiempo máximo de uso. El experto aprueba esta medida, pero enfatiza la importancia de que los padres participen activamente en las vidas digitales de sus hijos, sabiendo qué ven, con quién interactúan, entre otros factores, mientras están en la red social.
“Es frecuente que en las redes sociales surjan retos para ganar seguidores o ‘me gusta’, o para ser parte de un grupo. Por ejemplo, el reto de consumir diazepam, donde jóvenes y niños se vieron implicados y, desafortunadamente, hubo heridos. En lugar de imponer restricciones, considero que los padres deben adoptar un papel más activo, ya que el contenido que se comparte a veces en redes sociales no es apropiado. Por tanto, los padres deben estar pendientes de las actividades del menor en estas plataformas”, puntualizó.
El experto compartió algunos consejos para que los menores hagan un buen uso de las redes sociales y para que los padres adopten precauciones adicionales:
- Supervisar las páginas que visita el menor sin invadir su privacidad, pero observando qué hace y con quién se comunica.
- Conversar con el menor sobre lo que vio o hizo mientras estuvo conectado.
- Prestar atención a su salud mental. Las redes sociales también pueden ser un medio para hacer bullying. Es necesario preguntar al menor si algo de lo que ve en redes sociales le molesta.
- No prohibir el uso de las redes sociales. Es mejor no alejar al menor ya que incluso eso puede hacer que se sienta marginado. Es necesario encontrar un balance porque, lo queramos o no, ya son parte de la sociedad.
- Realizar búsquedas en su perfil. Para ver qué comparte, con quién habla, quiénes son sus amigos, entre otros aspectos.
- Establecer reglas de uso y horarios. Expresar al menor que incluso en una red social debe comportarse con respeto; darle un lapso para conectarse no superior a dos horas.
- Hacer que el menor sea consciente de qué puede compartir y qué no. Hay información que no es conveniente proporcionar (edad, lugar donde estudia, horarios de actividades, entre otros datos).