«SEXTO SENTIDO» Tierra de desaparecidos - Mujer es Más -

«SEXTO SENTIDO» Tierra de desaparecidos

Foto: Adriana Luna

Por. Adriana Luna

@adrianalunacruz

 

En la región de Los Altos de Jalisco, las desapariciones ya no son de una, dos o tres personas, ya son masivas, pero alarmantemente no pasa nada. Si no se los traga la tierra, aparecen los ríos de sangre tras actos bestiales, desalmados y crueles.

Este fin de semana, todo el pueblo de Lagos de Moreno ha salido a encender veladoras y rezar fervorosamente para que pare tanto crimen. “El pueblo está triste”, “no son cinco, son muchísimos”, decían los habitantes frente a la Iglesia, en la cabecera municipal. “Lo que le duele a uno, impacta a todos”, recordaba el sacerdote al oficiar la misa en memoria de cinco muchachos asesinados con crueldad.

Mientras las autoridades estatales sostienen que colaboran con las federales en el combate a la delincuencia organizada. Y el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, simula que no oye, ese ademán sin duda marcará su mandato como muestra de su insensibilidad. Todo esto, a pesar de que el foco internacional voltea a México porque algo está pasando y no solo se permite, también se consiente.

Recientemente circuló en redes sociales, un video donde se ve cómo golpean y parten en pedazos a cinco jóvenes en Lagos de Moreno; la tortura sigue incluso después de la muerte, los restos terminan siendo calcinados. Esta tragedia dejó impávido a Jalisco y a todo el país en luto.

Jóvenes matando irracionalmente a otros jóvenes. El país violentamente pierde su presente y su futuro. Los delincuentes enfermos de bestial violencia, videograban la tortura a sus víctimas. Dejan filmado cómo golpean y mutilan lentamente a las personas aún con vida. Saben que la impunidad prevalecerá y no solo se divierten con la crueldad, la comparten orgullosos para atemorizar a otros. En esta “ley de la selva”, gana la especie más agresiva.

Si lo que sucede en la Región de Los Altos de Jalisco fuera una enfermedad, sin duda sería: insensibilidad congénita al dolor con anhidrosis, una patología genética que impide el sentir dolor, sin importar temperatura o agresión violenta. Los primeros síntomas aparecen en la infancia. Las heridas tardan en cicatrizar y pueden resultar en infecciones crónicas óseas. No hay cura.

Así están entidades completas con la cultura del narco, alimentándose de la podredumbre, crece entre los niños el anhelo por ser sicario, el amor a las armas y a tener dinero fácil. Ya no hay dolor al matar, al mutilar, lo que se busca es provocar el mayor dolor posible en vida y mostrar escarmiento a contrarios o traicioneros. Todo en una tierra sin ley donde gana el más cruel y sanguinario.

En la zona Norte de Jalisco se registra un férreo combate entre cárteles por la permanencia territorial en un corredor vital para el negocio ilegal de las drogas y los tráficos de personas, animales y recursos naturales.

En medio de un proceso electoral, la insensibilidad suele ser perversamente mayor. A nadie le importan las vidas, sólo los votos y el poder. A través de redes sociales se denuncian desapariciones, se desmienten, se concretan extorsiones y negocios ilícitos. En la vida real pierden la justicia, la paz y el pueblo bueno.

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