Por. Ivonne Melgar
Hay una duda que parece confundir, incomodar e incluso dividir a los seguidores del presidente López Obrador.
¿Por qué si la candidata que él quiere para 2024 ha sido y sigue siendo Claudia Sheinbaum, los soldados de la 4T cierran filas con Adán Augusto López Hernández?
Porque en Palacio Nacional necesitan desinflar los ánimos que Marcelo Ebrard pudiera estar suscitando en la abierta competencia.
Efectivamente, las reglas que el propio Presidente diseñó incluyen una mordaza formal para él y los gobernadores con la prohibición de pronunciamientos en pro o en contra de los participantes.
Sin embargo, los mensajes de aprobación o repudio hacia los contendientes están siendo activados por sus operadores y personajes más cercanos, comenzado por el exsecretario de Gobernación, “el hermano” del mandatario, quien ayer rechazó los 5 millones de apoyo que el partido dará a cada aspirante y se negó a registrarse personalmente para contribuir, dijo su enviado, “a serenar” los ánimos.
Y es de ahí, en Palacio Nacional, donde se activó, en abril de 2022, el destape de una estrategia para apuntalar a Adán Augusto como antítesis de Marcelo Ebrard, mediante el discurso de que el tabasqueño es el hombre de la lealtad, el que somete sus intereses a los “del proyecto” de López Obrador.
Lo más significativo de este guion es el reparto que se ha elegido para la puesta en escena:
El jefe de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier Velasco, un avezado traductor de los requerimientos de Palacio Nacional y quien, independientemente de la efectividad legislativa para el caso de las reformas constitucionales en las que requeriría de algunos votos de la oposición, ha presentado resultados que sin duda son excelentes a los ojos de la agenda presidencial.
¿El operador legislativo que no le mueve ni una coma a las propuestas del mandatario se fue por la libre?
Y como si no fuera suficiente, el vicecoordinador de la bancada, Leonel Godoy Rangel, es el coordinador de campaña del exgobernador tabasqueño.
Hay todavía más en esta estrategia para reconducir el rumbo de los seguidores del presidente que podrían identificarse con la propuesta de continuidad progresista de Marcelo Ebrard.
Uno de los activos más preciados por el presidente López Obrador en la comunicación política, la diputada Andrea Chávez Trevino es ahora la publicista número uno de Adán Augusto.
Responsable hasta hace unos días de la cartera de Comunicación del CEN de Morena, la joven legisladora, de 26 años, renunció a ese cargo para incorporarse de lleno a la campaña del exsecretario.
Sentada junto al diputado Godoy, la joven que, como ella lo cuenta, creció en una familia obradorista en Chihuahua y desde los ocho años acompañó las manifestaciones de apoyo al entonces candidato presidencial, ha sido clave en esta legislatura para gritarle “¡ABC, ABC!” y “Calderón sí sabía” a la diputada Margarita Zavala.
Pero también fue la encargada de posicionar con intensidad, emoción y calidad narrativa la postura oficial de Morena en la tribuna en las dos reformas constitucionales frustradas del Presidente: la eléctrica y la de la Guardia Nacional.
En ambos casos trascendió que, antes de exponer sus aplaudidas y viralizadas piezas parlamentarias, sin leer, al hilo, gracias a su talento histriónico, la diputada Chávez acudió a Palacio Nacional, donde además del jefe del Ejecutivo, despacha uno de los artífices clave de la teatralidad mañanera, el vocero presidencial Jesús Ramírez.
Acaso por esa capacidad de comunicación emocional de Andrea Chávez –en dupla en el manejo de redes con Abraham Mendieta–, ella ha tomado el rol central para responder a dudas como la que ayer compartió en Twitter Carlos A. Pérez Ricart, auxiliado por la portada del periódico Reforma del 4 de enero de 2001, en la que Adán Augusto, como priista, era designado “segundo gobernador interino de Tabasco”. Para entonces, López Obrador ya llevaba 13 años en el PRD. Sheinbaum y Ebrard ya los ayudaban en el gobierno del DF”.
Quizá el autor de ese tuit aún no escuchó la vehemencia con la que la diputada alega que López Hernández es quien mejor garantiza la profundización del legado presidencial.
Ella les habla a los jóvenes 4T cuando responde a la pregunta de por qué Adán: “Recuerdo muchísimo algo que dijo en Toluca hace un año ¡que me encantó! Porque todos (los demás precandidatos) eran un poco, y no me estoy refiriendo despectivamente a ellos, creo que todos tenemos algo de eso en nuestro perfil, un poco de narcisismo, el ego, y él dijo algo que a mí me convenció: ‘no podemos regatearle ni un segundo de su mandato al mejor presidente que ha tenido nuestro país, Andrés Manuel López Obrador’. ahí yo entendí que era el perfil con mayor lealtad hacia el proyecto, con mayor lealtad hacia el Presidente”.
Hay una duda mayor. “¿Por qué la tan admirada Andrea Chávez Treviño entre las bases 4T no está con Claudia Sheinbaum? Quizá es cuestión de tiempo. Tal vez en algún momento, antes de la aplicación de la encuesta a finales de agosto, ella decline como todo el equipo de Adán en favor de la favorita.
Pero antes, hay que parar a Marcelo. Y en eso están.
O quizá Adán es el plan B, otro político del tamaño de López Obrador. Por si la favorita no prende.
P.D.: Tomamos una pausa para reencontrarnos el sábado 15 de julio.