«CUARTO PISO» Puro show - Mujer es Más -

«CUARTO PISO» Puro show

Por. Marissa Rivera

Ni siquiera el show de las corcholatas ha podido despertar a la aletargada oposición.

La jugada del presidente que muchos han festejado no es más que una copia de lo que hacía su alma mater, el PRI.

Formarse en la fila de las aspiraciones para lograr aunque sea un reintegro.

Era evidente que a Mario Delgado se lo iban a comer vivo, Marcelo y Ricardo.

Por eso tuvo que ser el presidente, quien como siempre, pusiera sus reglas llenas de prohibiciones.

Él controlará la sucesión de sus huestes y obvio, cogobernará desde su rancho. Sus reglas son claras.

Con la finta de “evitar la división”, ya decidió que les tocará en el próximo sexenio a cada uno de los perdedores.

Esos personajes que él alentó desde el pulpito mañanero. Unos que sin tener nada ya amarraron algo.

Era evidente que la contienda interna entre los morenistas y aliados no iba a ser un día de campo.

Fue tanto el miedo del presidente que no permitió debates entre sus corcholatas.

Esos debates, que fomentan la cultura democrática, que le sirven al público para conocer qué propone cada uno y qué piensan los candidatos de sus rivales.

Hubiera sido extraordinario, ver al siempre aguerrido Noroña frente a Claudia o a Marcelo señalando el pobre desempeño de la jefa de gobierno. A Augusto cuestionando los titubeos de Ricardo en el Senado. A Manuel rascarse la cabeza, porque nadie le pregunta nada.

Como si fuera información reservada de esas que le apasiona al presidente ocultar, nos privó de una herramienta fundamental para conocer a sus corcholatas: el debate.

¿Pues no que muy democráticos?

Otra pésima señal, fue advertir a los competidores que ningún aspirante podrá acudir a los medios de comunicación más importantes del país, qué él ha cuestionado.

Todos los medios públicos del estado, los “youtubers” afines a la 4T y uno que otro medio nacional, serán los foros. Obvio, entrevistas a modo, sin cuestionar temas oscuros, ni provocar desfiguros de sus corcholatas.

Desde antes de las reglas que obligó el inquieto Marcelo Ebrard, en los medios surgieron infinidad de hipótesis, algunas descabelladas, otras no tanto, como por ejemplo que Claudia era la consentida solo para contener los ataques, porque el bueno era Augusto.

El tema es que ellos, son lo que mayor lealtad ciega profesan al presidente. Los candidatos idóneos para cogobernar con un expresidente.

Y qué va a pasar, nadie sabe. El presidente es un saco lleno de mañas y sorpresas.

Sus corcholatas, pisoteando la ley, tendrán 69 días para no cometer errores que hagan enojar al presidente, porque pueden ser eliminados, silenciados o ignorados.

De los dineros que ya han gastado en todo el país, ante una autoridad electoral omisa y lo que gastarán en sus campañas, lo platicamos luego, porque tendrán todo, menos austeridad.

¿Cuáles son los pronósticos?

A Ebrard, el presidente le debe una candidatura, tal vez sea el momento de saldar aquella deuda de noviembre de 2011.

Claudia siente que la tiene ganada, pero a pesar de su falta de carisma, la arrogancia y la confianza, pueden ser su perdición.

Ricardo Monreal, será candidato, pero para la capital, podrá ser secretario de Gobernación o repetirá en el Senado.

Augusto, su incondicional, será sus oídos y sus ojos, donde lo coloque. Pero, jamás será candidato a la Presidencia.

Noroña, se sacó la lotería, tres o seis años más a vivir del erario.

Manuel Velasco otro suertudo que seguirá exprimiendo al erario.

Esos son unos posibles escenarios, mientras que los ronquidos de la oposición se siguen escuchado a lo lejos.

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