Por. Fernando Coca
Primero fue la secretaria general, Citlalli Hernández y más tarde el presidente Mario Delgado, quienes descalificaron la creación de Asociaciones Políticas Nacionales (APN) desde la militancia de Morena.
Antes que nada, dejo en claro que respeto y apruebo que las personas que gozan de sus derechos políticos se reúnan y se unan con quien mejor les convenga, pero hay elementos que los estatutos del partido y la ley impiden que estén dobleteando militancia.
La nueva APN que más llamó la atención fue la denominada Humanismo Mexicano -que ingeniosos- que tiene como promotores a diputados federales de Morena, pero que su verdadera militancia no es política sino religiosa, son parte de la iglesia de La Luz del Mundo cuyo mayor dirigente es Naasón Joaquín García, actualmente encarcelado en los Estados Unidos acusado de abuso sexual infantil.
Algunos han dicho que esa APN podría estar ligada a uno de los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena, Marcelo Ebrard, pero habrá que tener en consideración que la cercanía de Martí Batres con La Luz del Mundo es harto conocida y, con ello, queda descartada la especie. Más bien, Humanismo Mexicano es cercano a los intereses de Claudia Sheinbaum que de cualquiera de sus adversarios.
A mi me llamó más la atención la APN dirigida por Gabriela Jiménez, una persona que fue muy cercana a Felipe Calderón y que ahora trabaja, cerquísima, de Claudia Sheinbaum.
Que Siga la Democracia es el membrete de la APN de Jiménez. Es la organización de la que Morena se valió para juntar las firmas para la consulta de Revocación de Mandato, y la misma que provocó una multa al partido por presentar firmas falsas para lograr la consulta.
Gabriela Jiménez no sólo es una decidida promotora de la candidatura presidencial de Claudia Sheinbaum -la acompaña a múltiples eventos en los que la jefa de Gobierno participa en la CDMX y fuera de ella-, también es hija de uno de los principales asesores de Sheinbaum en el Consejo Consultivo del Metro. Jorge Jiménez Alcaraz fue el encargado de mantenimiento del Sistema de Transporte Colectivo en los tiempos en que Jorge Gaviño fue director del sistema. A la salida de Gaviño para competir por una diputación, Jiménez se quedó en el cargo.
¿Qué tiene de relevante el parentesco de la dirigente de Que Siga la Democracia y su cercanía con la jefa de Gobierno? Simple. Desde 2015 a la fecha se han presentado, como nunca en el Metro las grandes carencias de trabajos de mantenimiento y supervisión en las 12 líneas del STC-Metro.
Que siga la Democracia realizó la convocatoria para que la ciudadanía participara en la consulta de Revocación de Mandato. Hizo multitudinarios eventos en toda la República. Al finalizar la consulta con los resultados que todos conocemos, la organización se fue a apoyar el proyecto de Sheinbaum.
Nada de malo tendría que las aspiraciones de una de las propuestas del presidente reciban el apoyo de sus simpatizantes, el pero surge cuando propios y extraños afirman que fue Mario Delgado quien envió a Jiménez con Sheinbaum.
Gabriela Jiménez ha llevado la versión a gobernadores, diputados locales y federales, senadores y presidentes municipales que el presidente López Obrador la envió a decirles que la favorita para quedarse en la Presidencia es Claudia. Nada más falso.
Los militantes de estás APN deberán decidir con quién se quedan. Mientras que la ley impedirá que sigan en Morena, militantes del partido que fundó Andrés Manuel están buscando la salida jurídica para promover la expulsión de quienes militen en las APN para que no sean candidatos a ningún cargo en el 2024.
Que apoyen a su aspirante preferido pero que no usen sus organizaciones para torcerle la mano a Morena para lograr sus personalísimos fines políticos.
La Letrina. ¿Qué harán Delgado y Citlalli? ¿Nada más se quedará en descalificación a quienes usando a Morena crearon las APN o van a actuar en favor del partido? ¿Por qué los cercanos de la jefa de Gobierno promueven con esas organizaciones, la fractura en Morena?