Por. Ivonne Melgar
El llamado de auxilio de Ucrania llegó el 20 de abril a la Cámara de Diputados.
A través de un enlace virtual, el presidente Volodímir Zelenski pidió a México ponerse al frente de una cumbre latinoamericana que sume a la denominada “fórmula ucraniana de la paz”.
Acaso, por ahora, suene sólo anecdótico contar que el mandatario no pudo hablar ante el pleno de los diputados porque la mayoría de Morena optó por actuar en sintonía con el discurso del presidente López Obrador, reacio a reconocer que la de Rusia en Ucrania es una invasión.
El presidente ucraniano tenía interés de ingresar a Latinoamérica por la puerta mexicana y así se lo hicieron a Creel sus pares de aquel país.
Fue una petición que recogieron, además, en su viaje a Kiev, en marzo de 2022, los diputados de MC Salomón Chertorivski y Jorge Alvarez Maynez y Riult Rivera (PAN), presidente del Grupo de Amistad México-Ucrania de la Cámara de Diputados, instancia que finalmente convocó al encuentro telemático.
Este jueves, ante embajadores, representantes y cónsules acreditados en México de Finlandia, Polonia, Rumania, Portugal, Países Bajos, Francia, Suecia, Inglaterra, Bulgaria, Australia, España, Líbano, Portugal, Polonia, Países Bajos, Canadá, Austria, Dinamarca, Estados Unidos, República Checa, Irlanda, Brasil, Azerbaiyán y de la Unión Europea, el presidente de Ucrania logró su objetivo en el Salón Verde de San Lázaro.
Los organizadores invitaron a la Secretaría de Relaciones Exteriores. Ningún colaborador del canciller Marcelo Ebrard acudió.
Originalmente, el jefe de la bancada de Morena, Ignacio Mier Velazco, aceptó asistir y hablar en el evento. Pero la reacción de sus aliados del Partido del Trabajo lo hizo cancelar de último momento.
Molesto por el anuncio de lo que habría de suceder, el diputado Gerardo Fernández Noroña (PT) amagó: “Si hoy viene Zelensky, por la puerta trasera, pues mañana viene Maduro, ¿no? y pasado Díaz Canel (…) Estoy institucionalmente indignado y en lo personal estoy enchiladísimo”.
El acto transcurrió sin contratiempos, tal como lo había previsto la embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramaretska, quien el martes 18 acudió a San Lázaro a supervisar la logística para la conexión.
A 10 mil kilómetros de distancia, el invitado incómodo no se anduvo con indirectas: “El mal tiene que perder. Por eso nos dirigimos al mundo por el apoyo. Y los invito a escoger qué punto de la fórmula de la paz le permitirá a México a mostrar su liderazgo”.
El presidente del Grupo de Amistad, Riult Rivera, agradeció a los presentes el acompañamiento “porque cuando hay que ser valientes para construir la paz, las medias tintas salen sobrando”.
Eran en su mayoría representantes del PAN y MC y la diputada del PRI Sofía Carvajal.
Salomón Chertorivski habló de la necesidad de que el gobierno “deje atrás su ambigüedad porque la ‘equivalencia moral’ que equipara al agresor con el agredido, al violador con la víctima es uno de los fracasos morales de la diplomacia mexicana y de gran parte de la diplomacia de América Latina”
El diputado Creel recordó la postura que, en Naciones Unidas, ha tenido el embajador Juan Ramón de la Fuente. Lo hizo en referencia a documentos oficiales en los que “México condena los actos de agresión perpetrados por la Federación de Rusia en contra de Ucrania”. Y más aún: “Reconocemos la soberanía, la independencia política y la integridad territorial de Ucrania”.
Fue en apego a esos pronunciamientos que el presidente de la Mesa Directiva le dijo a Zelenski: “Como bien señaló nuestro embajador en Naciones Unidas, el 10 de octubre, y quiero aquí citarlo textualmente, México como país independiente ha sido víctima de cuatro invasiones militares, y como consecuencia de una de ellas, perdió la mitad de su territorio. México no puede, bajo ninguna circunstancia, aceptar que otro país sea también víctima de este tipo de agresión”.
Jorge Álvarez Maynez, coordinador de MC, habló de la necesidad de sanciones a la oligarquía rusa y al financiamiento ilegal de propaganda en América Latina. “Muchas de las muertes que tuvimos en la pandemia se deben a la desinformación que el gobierno ruso propagó”, ejemplificó.
Terminado el encuentro, el morenista Ignacio Mier, presidente de la Junta de Coordinación Política, difundió un posicionamiento institucional en el que se aclaró que las participaciones fueron a título personal. Fue un comunicado que la Embajada de Rusia festejó, reduciendo el mensaje del ucraniano como un discurso “entretenido”.
Lo cierto es que, si bien el jefe de la bancada mayoritaria accedió a las presiones del PT, en los hechos respetó la realización de un acontecimiento en el que Zelenski agradeció la solidaridad de México y dejó para la posteridad la triste coincidencia:
“Los ucranianos y mexicanos duelen de modo igual, cuando vemos que se quitan las vidas inocentes, se quitan por la violencia cruel, ahí, donde podría reinar una paz verdadera”.
La imagen del personaje, proyectada en tres pantallas en el Salón Verde del Palacio Legislativo, quedará para el registro de la historia parlamentaria mexicana como evidencia de un sexenio que hizo de la diplomacia un frente más de polarización. Y en el que, sin embargo, hubo quienes se atrevieron a la condena del mal.