Por. Marissa Rivera
La imagen es perturbadora.
Al fondo, tras las rejas, las llamas se avivan.
Tres guardias caminan en un espacio de aproximadamente 12 metros cuadrados.
Frente a ellos, detrás de las rejas, los migrantes patean, reclaman, exigen les abran las puertas.
Uno de los guardias se dirige a una esquina donde forcejea con algo que aparentemente es una puerta y se retira.
Después, otro que está revisando su celular va al mismo lugar y da la impresión de que se asegura que esté cerrado y huye.
Los inmigrantes que habían juntado los colchones e iniciado el incendio, como protesta, siguen llevando colchonetas.
Nadie les abre, nadie los escucha, los abandonaron.
Aparentemente nadie los ve, pero una cámara registra ese momento, en el que los guardias corren por su vida y dejan a los migrantes en espera de la muerte.
El humo invade la zona y la imagen de la atrocidad con la que perdieron la vida más de 40 personas, se desvanece.
Una protesta que terminó en tragedia.
Unos funcionarios que los dejaron morir.
Unos migrantes que buscando mejor calidad de vida, murieron calcinados.
Una medida de presión que rebasó la capacidad, el oficio y la empatía de funcionarios.
Una desgracia que puso en evidencia la falta de preparación, sensibilidad y solidaridad de los guardias de migración.
Un infortunio en el que no habrá ni responsables ni altos funcionarios defenestrados.
Una fatalidad que abrió un frente entre el secretario de Gobernación y el secretario de Relaciones Exteriores.
Adán Augusto López no tuvo más remedio que dar la cara frente a la situación, pero se aseguró de recalcar que el responsable de la política migratoria en el país es Marcelo Ebrard.
¿Era necesario sacar raja política de una tragedia?
“Habrá quienes me dicen, bueno ¿y por qué el secretario de Gobernación quiere hablar sobre el tema, si él no es el encargado de operar el sistema migratorio? Aunque formalmente es la Secretaría de Gobernación, para efectos administrativos, hay un acuerdo al interior del Gobierno y es Marcelo, el secretario de Relaciones Exteriores, quien se encarga del tema migratorio”.
Incluso acusó al gobierno de Chihuahua de difundir el video donde se aprecia que los guardias no hicieron nada por ayudar a los migrantes.
Lamentablemente hay decenas de personas muertas y no es momento de buscar culpables, sino de ser solidarios con las familias de las víctimas y con los migrantes.
Y también, tratar de entender por qué los guardias de la estación migratoria los dejaron morir.
¿Qué puede pasar por la cabeza de un ser humano cuando huye de un incendio para salvar la vida, pero deja encerradas a decenas de personas?
Insistir en que un funcionario debe tener 90 por ciento de honestidad y 10 por cierto de capacidad, es una torpeza.
Acabamos de comprobar que un funcionario debe entender, usar y administrar sus emociones en situaciones críticas para empatizar con otras personas, evitar desgracias y velar por el prójimo. Eso es capacidad.
Si hay culpables ya sabremos quiénes serán, los guardias del video que reprochó el secretario de Gobernación, pero que sin él, no tendríamos dimensión de la atrocidad que ocurrió.
¿Pero por qué lo hicieron?
¿Obedecieron una orden? ¿Por qué no abrieron las puertas? ¿Por qué huyeron sin salvar gente?
Una terrible desgracia que se pudo evitar.