«ACTOS DE PODER» Después de la concentración, reflexión - Mujer es Más -

«ACTOS DE PODER» Después de la concentración, reflexión

Por. Fernando Coca

Sin duda la concentración ciudadana realizada el domingo fue un éxito. Zócalo repleto y decenas de ciudades albergando la inconformidad con el Plan B electoral.

Leo en redes a eufóricos opositores al gobierno del presidente López Obrador. Con la misma intensidad, pero en sentido inverso, se leen los mensajes de los aliados al mandatario.

Llenar el Zócalo fue, durante el siglo pasado, una prerrogativa de los presidentes de la postrevolución, del General Lázaro Cárdenas hasta José López Portillo. Era el territorio sagrado que una vez tuvo que exorcizarse por la impía bandera rojinegra izada en el cruento 68.

El optimismo de la oposición, principalmente el partidista, creo que no tiene un asidero pues la mayoría de los congregados fueron de la sociedad.

El ataque de una parte de los voceros oficialistas tampoco tiene cimiento, el desprecio por la movilización ciudadana los descalifica como opción electoral para los inconformes.

Durante muchos años fui concurrente a muchísimas marchas. Y creo que muchas de ellas fueron definitivas y definitorias para los cambios democráticos que vivió el país en los últimos 30 años.

1. La convocada por la izquierda democrática y los priistas de la Corriente Democrática exigían al presidente De la Madrid no amedrentarse ante el ataque de senadores de la derecha de los Estados Unidos luego del asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena.

2. La protesta estudiantil de la UNAM para asegurar la gratuidad e ingreso a la Máxima Casa de estudios del país.

3. Las marchas y los mítines de la Corriente Democrática y la salida de Cuauhtémoc Cárdenas del PRI. Con la creación del Frente Democrático Nacional y la candidatura presidencial del ingeniero, el Zócalo comenzó a ser territorio de la izquierda. Con el fraude del 88 y la imposición del neoliberalismo, los manifestantes seguimos llenando el Zócalo.

4. El 88 derivó en la construcción del PRD y, en 1997 el ingeniero Cárdenas triunfó en la primera elección para jefe de Gobierno del Distrito Federal. Cabe recordar que fueron Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a jefe de Gobierno y Andrés Manuel López Obrador como presidente del partido lo que le arrebataron el PRI la hegemonía en la capital del país. .

5. La victoria de AMLO en el 2000 y los llenos de la Plaza de la Constitución eran para la entrega de programas sociales. El ataque de Vicente Fox para sacar de la contienda electoral a López Obrador convirtió al Zócalo en el punto de reunión de la defensa por la democracia. El lleno registrado el día del desafuero no tenía precedentes.

6. El fraude del 2006 y el de 2012 también hicieron que la Plaza de la Constitución se abarrotara. El rompimiento de AMLO con la cúpula del PRD dio paso a la construcción del Movimiento de Regeneración Nacional.

7. El gran lleno del Zócalo en 2018 el día en que López Obrador ganó la elección presidencial estuvo lleno, no solo de personas, sino también de esperanza por un mejor país.

La congregación registrada el domingo pasado llevó a miles de ciudadanos a manifestar su desacuerdo.

Paradojas de la política, los que ayer denostaban a los marchantes y criticaban los plantones y las concentraciones, hoy reclaman como suya la lucha emprendida luego del 88.

El fraude instrumentado por De la Madrid, operado por Barttlet, impusieron a Carlos Salinas. Entonces se creó el IFE y los ciudadanos tomamos el control de las elecciones siendo funcionarias en los miles de casillas que se instalaron en todo el territorio nacional.

Los fraudes del 2006 y del 2012 pusieron al instituto en una situación delicadísima. Se convirtió en INE, pero la esencia -dar certeza de que el voto cuenta- sigue ahí.

El INE no se toca, dijeron los congregados, pero yo creo que no solo se debe tocar sino modernizar, restaurar y adecuar a los nuevos tiempos que vivimos. Garantizar la existencia del INE es salvaguardar el mejor instrumento, la más preciada herramienta que tiene el pueblo para gobernarse: el voto libre.

En esto último es donde, creo, coincidimos todos, desde el oficialismo hasta la oposición. La concentración del domingo 26 de febrero debe servir para evitar que la polarización gane más espacios.

Tenemos que debatir las propuestas. Tenemos que civilizar la discusión política. Necesitamos de prudencia y tolerancia para advertir que el que está enfrente puede coincidir con nosotros y nosotros con él. Los que ayer tenían el poder tienen derecho a expresarse como lo hicimos nosotros cuando fuimos oposición al régimen totalitario.

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