Por. Gilda Melgar
Con todo mi cariño, gratitud y los mejores deseos de salud, dinero y amor
para mi querido cuñado, el “Conejo” Martín Beltrán.
El domingo 22 de enero inicia el Año Nuevo Chino, que este 2023 corresponde al signo del Conejo de Agua, es decir, a todas las personas nacidas en los años de 1927, 1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999, 2011, 2023.
En la milenaria cultura china, el Año Nuevo lunar se celebra por todo lo alto y se recibe con múltiples rituales para atraer a la buena fortuna en el amor, el dinero y la salud.
Desde la visión holística de los chinos, el elemento Agua que rige este año al Conejo, está relacionado con un agua calma (yin), a diferencia del agua que acompañaba al Tigre del 2022 (yan) que era casi tan turbulenta como un tsunami. Así que, en teoría, el 2023 debería traernos tranquilidad y un cambio positivo para gozar de mejor salud y paz interna. Ojalá así sea.
¿Cómo son las personas “Conejo”?
Según el horóscopo chino, los que nacen bajo este signo suelen tener más suerte o fortuna. Pero ello no es gratuito, ya que los conejos saben negociar o llegar a acuerdos, y es por lo que crean un mejor ambiente a su alrededor. Además, se les facilita formar grupos o asociaciones, igual que a los conejos, que suelen vivir juntos.
¿Qué nos traerá el año del Conejo?
De acuerdo con Ludovica Squirru ꟷla astróloga argentina experta en el horóscopo chinoꟷ, 2023 nos traerá un cambio inesperado e inimaginable. Transformación en ideas y creencias. Es un año para llevarnos al límite creativo, no recomendable para aferrarnos a lo estable sin arriesgar lo que ya tenemos. Sin embargo, para experimentarlo será indispensable que, antes del 22 de enero, hagamos una limpieza profunda de la casa, paguemos deudas pendientes y hagamos las paces con aquellos con quienes estemos enemistados. En síntesis, ella nos recomienda “hacer una limpieza kármica”.
En cuanto a la suerte de los conejos en su año, Ludovica explica que “no lo resienten tanto, salvo en momentos clave, como cuando cumplen 24 años y cuando llegan a los 60”, y advierte que el año de Conejo de agua afectará a los conejos nacidos en 1963, al haber vivido un ciclo de sesenta años completo.
¿Cómo recibir al “Año del Conejo”?
Independientemente de nuestro año de nacimiento o de nuestras creencias esotéricas, pienso que nunca está de más recibir un nuevo ciclo con fe, esperanza y la ayuda de algunos rituales asociados a la buena fortuna.
En ese sentido, Mónica Koppel ꟷotra astróloga reconocidaꟷ, nos recomienda que después de cerrar ciclos y realizar una limpieza profunda de la casa, “para que lo nuevo y próspero llegue a nuestras vidas”, debemos “magnetizarla”, ya sea a través de un sahumerio (con rosas, manzanilla, tomillo, romero, albahaca y pimienta negra) o varillas de incienso, recorriendo todas las habitaciones, especialmente las esquinas, donde “se estanca la energía”. Cumple el mismo cometido el hecho de colocar una canasta con frutas cítricas y hojas de menta o eucalipto al centro de la mesa. Además, es recomendable abrir todas las ventanas e iluminar las habitaciones en el primer minuto del Año Nuevo, así como encender una vela con aromas mentolados.
Ese mismo día hay que repartir monedas de chocolates o dulces y caramelos, justo como hacen los japoneses en casas, escuelas y templos durante su Festival del Setsubun o Bienvenida de la Primavera, en el que las personas nacidas en el año en curso, en este caso “los conejos”, arrojan frijolitos de soya y dulces para atraer la fortuna y, al mismo tiempo, ahuyentar los malos espíritus.
Si como yo, lo que más disfrutan ustedes de los rituales son los alimentos, lo primero que recomiendan los chinos es comer fideos, pues representan “una larga vida”. ¿Qué tal si celebramos al conejo con una sopa Udon o un caldo Ramen? Actualmente se acostumbra también festejar con Dumplings, rollos de primavera fritos y guisos de pescado. En Japón, se preparan dulces de arroz glutinoso o a base de frijol así como rollos de suchi envueltos en alga y “roll cake” o “brazo de gitano”.
Si se trata de celebrar, los mexicanos somos totalmente inclusivos y diversos. La fiesta del Barrio Chino de la Calle de Dolores, en el centro de la CDMX, no me dejará mentir.
Creyentes o no de estos menesteres, les deseo un gran y feliz Año del Conejo.