Por. Alfonso García Pérez
¿Recuerdan en 2011 cuando de manera infame y cruel fueron a dar a la cárcel los venezolanos Antonio José Urbina Romero y Coral Rojas, quienes inscribieron a su hijo en el Colegio Westhill Institute S.C., de Santa Fe, propiedad de Yasmín Esquivel Mossa y de su esposo, el judío brasileño José María Riobóo Martín?
El pecado de esta pareja extranjera fue demandar legalmente a este fifi-burgués colegio, por haberles cobrado cuantiosos pagos por inscripciones, y al final no haber registrado a su hijo, por lo cual, la en ese entonces presidenta del Tribunal de lo Contencioso de lo Administrativo del DF, Yasmín Esquivel Mossa, movió a todas sus influencias para voltearles a estos infelices la demanda de fraude.
Me pregunto: ¿Qué paso con ellos? ¿Hay modo de que ahora se revise su caso y se demuestre que, en un abuso del conflicto de intereses, fueron injustamente encarcelados?
La hoy ministra plagiaria protegió en esa época a todas las concesiones de su esposo Riobóo Martín, constantemente impugnadas por su carácter ilegal, como fue el caso de los parquímetros de Coyoacán, entre otros.
Existe la teoría de que, decenas de hectáreas ecológicas que se apropió esta Universidad-Prepa-Secu de West Hill, se las regaló Marcelo Ebrard a Yasmín para ocultar a los dictámenes de riesgo en la Línea 12.
Ahora bien; la carrera de corrupción del esposo de Yasmin, el judío Rioboo Martín, fue gracias a Claudia Sheinbaum Pardo, también de la comunidad judía, cuando ella construyó ilegalmente al llamado Segundo Pido del Periférico, en eje 6 sur de Mixcoac, y le concesionó al brasileño parte de la obra, sin él tener experiencia en el ramo y por lo tanto, sin cumplir con los requisitos para un concurso de licitación.
Recuerden que Claudia era secretaria de Medio Ambiente del Gobierno del DF, y no tenía facultades para esa obra, pero por capricho del Jefe de Gobierno AMLO, la obra no quedó en manos de la Secretaría de Obras Públicas del DF, sino en manos de, a decir de él: “La persona que mejor conoce al sector empresarial”.
Esta primera gran obra no tuvo transparencia hasta meses de que fue terminada, en un portal de internet. Pero el hecho es que, en una buena parte no hubo licitaciones sino directas designaciones, lo cual sigue siendo el principal modus operandis de AMLO, pues la mayoría de las compras gubernamentales del actual gobierno federal no pasan por concurso de licitación, lo cual permite corrupción y mordidas en cash de los empresarios beneficiarios, y que por cierto, no entiendo porque la oposición no ha procesado a AMLO por esta costumbre delictuosa.
Por eso fue que el extranjero y derechista Riobóo Martín pasó a ser el consentido de AMLO, y fue beneficiario de las siguientes obras públicas:
El puente vehicular de San Antonio, el puente vehicular de Boturini, el de Fray Servando, una obra en Avenida del Taller, un paso a desnivel (deprimido) en Av. del Rosal, la primera etapa de la ciclovía, gazas elevadas para el Metrobús y el distribuidor vial en Zaragoza – Texcoco. Además, José María se desempeñó como calculista en la obra del Puente de los Poetas, en Santa Fe.
Y como informó en su momento el diputado federal Jorge Triana Tena, las compras a Riobóo continuaron con el gobierno de Marcelo Ebrard.
Finalmente, Riobóo, sin experiencia en la industria aeronáutica, fue “asesor” de AMLO para la cancelación del aeropuerto de Texcoco, y “consultor” en la construcción del aeropuerto de Santa Lucía. Fue célebre su declaración: “No hay riesgo de colisiones entre aviones en el rediseño del espacio aéreo, pues éstos se repelen de manera natural”. Entonces ¿el consentido concesionario de AMLO es esposo de su candidata a presidir a la Suprema? ¿No es eso amafiamiento y conflicto de interés?
Para concluir con esta telenovela, déjenme comentarles la más interesante corruptela de la ministra fifi-burguesa y plagiaria:
En marzo de 20221 ella viajó a San Antonio Texas para vacunarse en contra del Covid-19, declarando en la tramitología que ella era residente norteamericana, lo cual viola a la ley, pues una residente en el extranjero no puede ejercer como ministra de la Suprema Corte de Justicia de nuestro país.
No creemos en las leyes del péndulo y del karma-dharma. Son fantasías para quienes profesamos al método científico y al materialismo histórico. Pero no podemos explicar por qué existen casos en los que todas las fechorías se están pagando en esta tierra, y en la que todos los pecados serán ventilados y balconeados ¡todos¡, como es el caso de la ministra plagiaria y de todos quienes la han apoyado.