«TENGO ALGO QUE DECIRTE» Lo que pasa por mi cabeza... - Mujer es Más -

«TENGO ALGO QUE DECIRTE» Lo que pasa por mi cabeza…

Por. Citlalli Berruecos

Abro ojo. 4:40 am.

No puede ser. A dormir de nuevo. Cierra ojos e inténtalo.

Abro ojo: 4:50 am.

No pude dormir bien. Me siento cansada desde ahorita. Piensa en algo bueno…

Abro ojo: 5:15 am.

Creo que no lo logro. Quiero mi café, pero aún no es hora. A ver si mi hija está disponible para platicar un ratito… Mis medicinas. Que no se me olviden. ¿qué gana? ¿la flojera o mi café? Mal plan no haberle pasado el teléfono a mi hijo, ahora a esperar a que haga cita. Que no se me olvide firmar el documento, enviarlo y dar de alta la cuenta. Mi hija no contesta, seguro está ocupada, no me ha enviado su nuevo horario para no molestarla. Uchale, hoy toca hacer cuentas y pagar tarjetas. A ver cómo nos va. Hay que hablar con el doctor, no me gusta la idea de una cirugía y debo asegurarme que el seguro pague. ¿Buscar una segunda opinión? Pues se lo diré a ver si quiere. Creo que mi cabeza está tan revuelta que es el momento de hacer un rompecabezas para desenchufarla a ratos. Tengo que hablar al taller de vidrio e ir a mi lugarcito para limpiarlo y empezar una charola. Me llevo el coche de mi mamá para que después nos alcance a comer. A ver si depositaron y si es así, a meterle a una tarjeta. Falta que me envíen el informe corregido. A comprar los boletos de avión porque en el buen fin nos hicieron de chivo los tamales. Tengo que ir por los adornos navideños a la bodeguita. Increíble cómo a veces se confunde la generosidad con obligación. Se me olvidó sacar algo para cocinar y comer hoy… habrá que comprar. Se está acabando el café. Eso no debe pasar. Diciembre. ¡Cena de Navidad con familia completa! Empezará la preocupación de las compras de bacalao, romeritos, mole y árbol; todo debe estar perfecto. ¡Qué ridícula foto pusieron en Instagram! Mañana toca estudio PCR de nuevo. Habría que anunciarle al mundo que el Covid existe a ver si aprenden a usar el cubrebocas. Pero eso sí, organizan desfiles, conciertos y marchas. ¡Me cachis! Después de tanto cuidarse, menos mal que tienen cuatro vacunas. Sólo espero no haberme contagiado de nuevo. Y si sí, pues inguesu… ya tenemos práctica. Se acaba el año, ya lo siento así. A seguir buscándole y a darle a los vidrios. Recuerda que eso lo haces porque te gusta hacerlo, no por más. Mi café. Levántate. Las medicinas antes. Va. No hagas ruido. Es temprano. ¡Uta! Se me cayó la cafetera. Espero que no se despierte. Vi que un amigo está en México, a ver si nos vemos después de 35 años de no hacerlo. Le tengo que enviar mensaje a la contadora. A ver, a ver… tienes que aprender a decir que no. Ni modo, así es la vida. La vecina otra vez tocando claxon. ¿Empatía? No existe. Qué bueno que hoy me ayudan a limpiar casa, solo ver la pirámide de trastes… Arggghhh, ya empiezan las felicitaciones, los “a ver si nos vemos antes de que termine el año” y la locura navideña. ¿Qué es lo justo y lo injusto? Es fácil decir que algo es injusto. ¿Será? No tarda en salir el perro ladrando de la otra vecina. Me parece que conforme pasan los años el gen grinch se apodera más de mi. Lo que hace ilusión es tener mi potrero lleno, ¡eso que ni qué! ¡Cuento los días! La felicidad se acerca. ¿Regalos de Navidad? No hay dinero así que a ver que me invento. ¿Bolsitas de galletas? Qué desmadre. Mejor nada. ¿Será bueno escribir todo lo que pasa en mi cabeza para ordenar mis ideas después? Solo de pensarlo, cansa. Dormir de nuevo… no. Mejor mi café. 6:00 am.

PD. Desde ahora y para que no se me olvide, ¡reciban todos los mejores deseos para el 2023!

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