Siete equipos europeos que participan en Mundial de Qatar 2022 manifestaron su desacuerdo con las condiciones de vida de los trabajadores en ese país y contra la intolerancia hacia las personas LGBT.
La propuesta, iniciativa de Países Bajos, fue respaldada por Alemania, Bélgica, Dinamarca, Gales, Inglaterra y Suiza.
La forma en que los jugadores manifestarían su desacuerdo sería con un brazalete que sería llevado por el capitán de cada selección. Es un brazalete con un corazón a rayas con los colores del arcoíris y con las palabras One Love, que sería un símbolo del rechazo a la homofobia y al racismo y en favor de los derechos humanos.
Pero, los jugadores desistieron de esta forma de protestar por las amenazas que recibieron. Según algunas federaciones, la FIFA les advirtió que si los capitanes llevaban un brazalete One Love recibirían una tarjeta amarilla en el inicio del encuentro.
Y sin embargo, se mueve
Cada selección encontró su manera de manifestar su rechazo, no sólo a la forma en que viven los trabajadores de otros países que laboran en Qatar, sino a la prohibición de la FIFA.
Todo inició con los jugadores ingleses
Para evitar la prohibición de protestar con el brazalete, los jugadores ingleses se arrodillaron antes del incio del partido como símbolo de rechazo a la FIFA y a las autoridades qataríes, y en favor de los derechos humanos en Qatar.
La protesta de Alemania
Los jugadores de la selección alemana tampoco portaron el brazalete, pero en el momento de la foto obligatoria antes del partido de su presentación contra Japón, con un gesto ostensible se taparon la boca con la mano derecha.
La decisión de la Federación Alemana de Futbol (FAF) de no usar el brazalete fue muy mal vista por la población alemana, que pidió a sus jugadores que se expresaran contra la prohibición de la FIFA. Las autoridades del futbol alemán declararon que la FIFA los había chantajeado, y en el momento del inicio del partido contra Japón expresaron en Twitter que “los derechos humanos no son negociables” y “que prohibirnos llevar el brazalete es impedirnos hablar. Nuestra posición es clara”.
La FAF declaró que respalda a sus jugadores y que si el capitán de su selección, el portero Manuel Neuer, quiere llevar el brazalete One Love no importa que reciba una tarjeta amarilla desde el inicio del partido contra Japón.
Las playeras de Dinamarca
Para protestar contra las autoridades qataríes, la selección de Dinamarca estrenará una playera especial diseñada por sus fabricantes en el que su logotipo no está completamente visible y tampoco se ven las marcas de sus patrocinadores.
Dinamarca llegó con tres playeras, una roja, con la que jugó contra Túnez; otra blanca y la tercera negra, como expresión del luto.
En sus redes sociales, la empresa afirmó que con las nuevas playeras se ha querido enviar un doble mensaje. No sólo se inspiran en la Eurocopa 92, el mayor éxito futbolístico de Dinamarca, también es una protesta contra Qatar en relación con los derechos humanos”. “No queremos ser visibles durante un torneo que ha costado la vida a miles de personas”, afirmaron.
Estados Unidos y los colores del arcoíris
Por su parte, el seleccionado nacional estadounidense decidió, como muestra de apoyo a la comunidad LGBT de Qatar, cambiar los colores del escudo que llevan en sus playeras por los colores del arcoíris.
El escudo de la selección de Estados Unidos lleva siete barras verticales rojas sobre fondo blanco bajo las siglas USA, pero esta vez las barras serán de los colores que identifican a la comunidad LGBT.
El Secretario de Estado y la FIFA
Las respuestas a la prohibición de la FIFA no se quedaron en lo estrictamente deportivo. El Secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, también tomó cartas en el asunto y declaró que “es muy preocupante observar cualquier restricción a la libertad de expresión, en particular cuando se trata de expresiones sobre la diversidad”.
En rueda de prensa afirmó que “nadie en el campo de futbol debe estar obligado a elegir entre jugar y defender sus valores”.
En la rueda de prensa también estaba el ministro de relaciones exteriores de Qatar, Mohammed ben Abderrahmane Al-Thani, quien declaró que lamentaba que su país fuera víctima de “ideas preconcebidas”, sobre todo en relación con las acusaciones de violaciones a los derechos humanos.
También Irán protestó
Por su parte, los seleccionados iraníes decidieron protestar contra el gobierno de su país por el asesinato de una joven por no llevar el velo a que están obligadas las mujeres en público.
Como es costumbre, antes de que inicie un partido en las copas del mundo se cantan los himnos de cada país. Pero esta vez, los jugadores iraníes que se enfrenaron a Inglaterra en el Grupo B decidieron no cantar su himno nacional como una muestra de apoyo a las protestas que se viven en Irán desde hace dos meses.
Desde el fallecimiento de Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años detenida y acusada de no respetar el código de vestimenta que obliga a las mujeres a llevar el velo en público, en Irán no han cesado las manifestaciones de protesta contra su muerte.
Mientras por el sonido se escuchaba el himno nacional de Irán en el Estadio Internacional Khalifa, los once jugadores iraníes se mantuvieron callados, impasibles. En el estadio, el público iraní a apoyó a sus jugadores con aplausos.
El sindicato de futbolistas y su apoyo a su gremio
Después de que las selecciones europeas renunciaran a llevar brazaletes One Love, el sindicato mundial de futbolistas se manifestó contra las amenazas de la FIFA.
En una declaración publicada el lunes 21 de noviembre, el sindicato afirmó que “los futbolistas deben tener derecho a expresar su apoyo a los derechos humanos dentro y fuera del terreno de juego, y apoyaremos a los que utilicen sus propias plataformas para hacerlo. Sostenemos que la bandera del arcoíris no es una declaración política, sino el respaldo a la igualdad y a los derechos humanos universales”.
Pero no sólo los jugadores europeos han desafiado a la FIFA y al gobierno de Qatar. La comentarista alemana Claudia Neumann, durante la transmisión del partido Estados Unidos-Gales vistió una playera negra con un corazón con los colores del arcoíris impreso en el pecho. También llevaba puesto un brazalete con los colores de la diversidad y la tolerancia.