A 45 días de haber asumido el poder, Liz Truss anunció este jueves su dimisión como primera ministra de Reino Unido y líder del Partido Conservador. Permanecerá en el cargo hasta que se elija a su sucesor en una elección interna la semana próxima.
“Reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato para el que fui elegida por el Partido Conservador. He hablado con su majestad el rey para decirle que renuncio como líder del Partido Conservador”, dijo en un breve mensaje a las puertas de su residencia en el 10 de Downing Street.
Truss abrió su declaración con una referencia al “momento de gran inestabilidad económica e internacional” en la que llegó al cargo, que asumió el pasado 6 de septiembre tras vencer en unas primarias de su partido.
“Hemos ofrecido resultados en las facturas energéticas y rebajando la cotización social. Hemos planteado una visión para economía de baja fiscalidad y alto crecimiento que aprovecharía las libertades del Brexit”, consideró Truss, antes de reconocer que en la actual situación no podrá cumplir sus objetivos.
En las últimas horas, el número de diputados conservadores que pedían su dimisión se había disparado, lo que hacía prácticamente insostenible su continuidad al frente del Ejecutivo.