Por. Cristina Ortega
Recién se publican las fotos de la pareja presidencial de Ucrania en la revista Vogue, y todo indica que al vulgo le indignan, o tildan de “guerra glamorosa”; pongamos un poco de contexto. Vladimir Putin inicia “despliegue militar” (porque nunca uso la palabra guerra, ni la palabra invasión, estamos en la era de la hipocresía de los términos de califican los hechos) con el pretexto de “desnazificar” la zona; ya, a varios meses del hecho sabemos que es por la petición de ingreso a la OTAN, por parte de Ucrania.
Lo que obedece a este texto no es la guerra en sí, porque ni es guerra, es un “simple” despliegue militar, pero parece que a la gente ha molestado que al presidente ucraniano (contradiciendo la postura de Putin) siendo de origen judío, con el país bombardeado, salga en la portada con su esposa en revista de modas considerada La Biblia de la moda. He leído en redes sociales que “Que glamorosa se ha vuelto la guerra”; entre otros apelativos poco más grotescos, le pongo en contexto y usted sacará sus conclusiones.
La fotógrafa que hace la sesión, es Annie Leibovitz, de 72 años, considerada como la fotógrafa viva más importante del momento; hija del matrimonio judío de Samuel Leibovitz, teniente coronel de las Fuerzas Armadas Estadounidenses y de Marilyn Heit, maestra de danza.
Leibovitz en 1991 se convierte en la primera mujer en exhibir su obra en la Galería Nacional de Retratos de Washington D. C; trabajó para la revista Rolling Stone durante diez años, en los que realizó 142 portadas para la revista.
Un dato importante, entre tantos que tiene, es que el 8 de diciembre de 1980 fotografía a John Lennon en su apartamento para la portada de Rolling Stone y algunas horas después de la sesión fotográfica, el músico es asesinado en la entrada a su edificio. Autora de la portada icono, en la que Lennon aparece desnudo y en posición fetal junto a su esposa, que se publicó el 22 de enero de 1981 sin titulares. Desde el año 1995, se dedica a retratar a los actores para The Hollywood issue.
Su pareja sentimental desde 1988 fue la ya fallecida escritora estadounidense Susan Sontag, autora de géneros como: novela, teatro, ensayo e investigación fotográfica.
Pero como ya sé que estamos en la era de los negacionistas, es decir, deberá estar pensando “¿Y eso qué?”; pasemos al tema de la guerra y las imágenes. A continuación espero no romper su corazón, créame, que tengo investigando décadas sobre la imagen, y todo puede reducirse a un sesgo cognitivo de confirmación, y peor aún, solo “lo que usted cree”; pero permítame mostrarle décadas de investigación. A continuación le muestro una serie de fotografías donde una mujer baña a unos infantes, en una zona derruida, puede ser zona de guerra, estos se encuentran en diferentes ángulos, incluso la mujer sale del lugar con un niño en brazos, envuelto en una toalla roja; pero doy seguimiento con los autores de las fotografías, saludando ante otro fotógrafo que captura sus “selfies”:
Lamento decirle que las zonas de guerra, o derruidas, mejor llamémosla como dice Putin, las que indican que han tenido despliegues militares, hoy día se rentan para sets de fotos, insisto, tengo décadas investigando esto, y hay muchos gobiernos que requieren enviar mensajes a otros países para llegar a las emociones y poder comunicar a través de las redes sociales, los influencers, y/u otros medios, la viralización de esa emoción que será infalible discutir desde “esa” emoción.
En lo personal yo me enfoqué en el estudio de la siguiente imagen, (la bañera), en la cual tapo el nombre de uno de los tres fotógrafos que estuvieron en la sesión, fue mandada a hacer por una revista con fines de publicar el suministro de agua en campos de refugiados; por cierto, una total mentira todo lo que usted observa en esa imagen; pero yo sé que el enganche emocional le puede ganar, y también adjunto otra foto de ese mismo autor (también tapo la firma), donde hace uso del espacio derruido para hacer posar a sus modelos; créame es un “hit” en redes; pero entiendo que sus emociones le dirán otra cosa; este texto no es para sus emociones, yo escribo esto para su razonamiento.
Una muestra de lo “glamorosa que puede dejar un espacio derruido”; y para demostrar como se utilizan los espacios como narrativa de lo contemporáneo; adjunto una sesión de bodas. Por respeto a la zona bélica, no menciono qué lugar es, ni qué fotógrafo lo hace, de igual manera no publico modelos con producción para modas; esto es solo un ejemplo de los tantos que hay en la web:
Las zonas de “guerra” también son sets muy ricos en composición visual, para mostrar el Parkour:
Pero, acotando la idea de retratar presidentes, no he encontrado otro presidente más retratado en sesiones especiales que Vladimir Putin; trabaja en la publicidad de su imagen de una forma impresionante, la inversión en la publicidad fotográfica que se emite en redes sociales es tan rica visualmente, que lo podemos leer como “bélico” o “macho alfa” por su ropa militar. A sus casi 70 años de edad, es también registrado los “arreglos” faciales que ha tenido; así como las sesiones fotográficas de sus cumpleaños, adjunto solo tres, usted puede encontrar hasta con lentes de moda en la web.
Pero ahora hablemos del presidente ucraniano: ¿Quién se cree? ¡Si está en guerra! ¿Y la guerra mediática que diario vivimos? ¿Y que fotos atrás le acabo de mostrar, esas no cuentan? La fotografía que más ha indignado es la foto de la esposa de Zelensky con dos mujeres soldados. ¿Le indigna? Una de mis clases favoritas cuando enseño publicidad es a Oliverio Toscani.
Las nuevas generaciones han olvidado que la marca Benetton, bajo la dirección del fotógrafo Toscani puso en tela de juicio los temas de la década de los 80´s, adjunto los tubos de ensayo con los nombres de pila de los presidentes de la época; simulando la sangre de ellos, en plena época del contagio del SIDA. Una obra maestra de la publicidad, siempre añadiendo los colores de la bandera italiana en un estilo minimalista.
¿Le ofende la guerra? Que tal el lema de “Los colores unidos por Benetton” con un traje de un soldado recién asesinado en la guerra de Bosnia. ¿Lo olvidó o no lo sabía? (No olvide los colores de la bandera de la nacionalidad del fotógrafo).
Sólo una más, de las tantas que Toscani llevó a la publicidad con el irónico slogan; ¿qué tal ésta de un sentenciado a inyección letal? A solo un momento antes de morir.
Esta era la publicidad de los 80´s. Y seguimos en guerras, en transmisión de virus, y sentenciandzelenskyo a muerte.
Si usted tiene en sus manos un teléfono que contiene un dispositivo de captura fotográfica, es urgente que aprenda qué ha sucedido antes de esa existencia, y que sepa el potencial que tiene en las manos. Tomar fotografías es un ejercicio lúdico para venderle solo un Smartphone, pero a casi dos décadas de su existencia, es ya una obligación saber y conocer qué se ha hecho con la fotografía. El poder de la imagen no es solo una frase y las guerras son lo más glamoroso que se imagine; la muerte no importa, a usted le gustan las películas que parezcan “realistas, y escuda su morbo bajo el lema de “efectos especiales”. El glamour de la guerra ha sido tal que durante el conflicto bélico de la Segunda Guerra Mundial se rodaron 150 películas, tan solo por parte de Estados Unidos y 143 bajo el ministro de propaganda del tercer Reich Joseph Goebbels, quien se autodenominaba “Patrón del cine alemán”. Las imágenes atrapan las emociones, y de eso se trata justamente, sin importar de qué lado de la historia usted esté, y obviamente, están hechas para que no las razone quien la ve.