Por. Fernando Coca
Ocho personas fueron vinculadas a proceso acusadas de por homicidio, lesiones y daño a la propiedad provocadas en el desplome de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México.
Este es un proceso que va a sentar precedentes importantes para la procuración e impartición de justicia en la CDMX.
Primero porque pretende llevar a juicio a personas que nada tuvieron que ver con el desplome del lunes 3 de mayo de 2021 en el que murieron 20 personas. Ninguno de ellos era funcionario público en el momento en que se derrumbó la trabe de la inter-estación Los Olivos-Tezonco.
Segundo, porque la responsable de la operación, administración y mantenimiento de toda la red del Sistema de Transporte Colectivo, Florencia Serranía no ha sido llamada a declarar.
Tercero, porque las causas del desplome fueron la falta de mantenimiento, la pésima operación y la sobrecarga que le impusieron al Viaducto Elevado de la Línea 12.
¿Por qué pretender llevar a juicio a esas ocho personas? Simple: la administración de Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la capital de país, ha seguido la misma estrategia que su antecesor, el hoy senador Miguel Ángel Mancera para no responder por los daños a la más nueva de las líneas del Metro de la ciudad.
Los peritajes de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX han señalado como cusa raíz a la falta de mantenimiento; la empresa DNV, contratada y presentada por Sheinbaum como incorruptible, también determinó que el deficiente mantenimiento fue causa fundamental para el desplome.
¿Entonces? Otra vez, simple, el actual gobierno capitalino se empeña en reeditar la estrategia, mal planeada y peor ejecutada, del gobierno mancerista, culpar a Marcelo Ebrard de haber construido la Línea 12 con prisas y mal.
Los estrategas, asesores y la fiscalía de la jefa de Gobierno se han empeñado en desestimar las pruebas que desvirtúan los señalamientos de que la Línea 12 fue mal construida. Un dato importante es que ninguna de las tres empresas constructoras de la obra ha sido llevada a proceso por haber hecho mal su trabajo. En todo caso, sería el Consorcio Constructor el responsable de ese desplome y no los supervisores de esa obra pública.
¿Y cuál es el motivo por el que esas empresas, CICSA, ICA y Alstom no han sido llevadas a proceso? De nuevo, simple, porque entregaron bien su trabajo, al menos así lo acreditaron las empresas del Consorcio Certificador, organismo públicos y privados, nacionales y extranjeros que jamás pusieron en duda la construcción de la Línea 12.
¿Por qué la fiscalía de la Ciudad de México no ha llamado a comparecer a las empresas que le dan mantenimiento a la Línea 12? ¿Por qué no han sido citados a declarar los exdirectores del Metro, los gerentes de Mantenimiento, Instalaciones Fijas y Material Rodante?
¿Ya fueron citados por el ministerio públicos los presientes del Consejo de Administración del Metro? No. Ese cargo lo ocupa el secretario de Movilidad de la CDMX y está por encima del director general del STC. No han dicho ni pío.
Ocho personas, sin responsabilidad en el Sistema de Transporte Colectivo el lunes 3 de mayo de 2021, están siendo utilizadas para desviar la atención para que los verdaderos responsables del desplome ocurrido en la alcaldía Tláhuac no sean castigadas.
Tarde que temprano, saldrá a la luz que la faltad de mantenimiento, la sobrecarga al Viaducto Elevado, la pésima operación y los sismos que desde 2015 al 2021 se registraron en la zona del derrumbe.
Y eso será el precedente, impedir que una autoridad manipule la ley para culpar inocentes y no castigar a los responsables solo por una vulgar ambición de poder.
La Letrina. Desde el 5 de diciembre de 2018 hay, al menos, un incidente que pone en riesgo la vida de los usuarios del Metro. Sin duda los tres más graves han sido el alcance de trenes en Tacubaya donde murió una persona; el incendio del Puesto Central de Control en donde también falleció una persona y el desplome de la Línea 12 del Metro. Toda la red del STC adolece de algo que pone en riesgo la integridad de los usuarios.