A un mes del asesinato de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos y Joaquín Mora, en Cerocahui, Chihuahua, la Compañía de Jesús en México exigió justicia y terminar con la impunidad.
En un comunicado, señaló “estamos convencidos de que si prevalece -como hasta ahora- la impunidad, no será posible avanzar hacia la reconciliación y la paz”.
Asimismo, pidió garantizar los derechos de las comunidades rarámuri, ante la violencia que azota la región de la Sierra, misma que prevalece desde hace décadas.
“Dada la ausencia de Estado en la región, es indispensable que continúen presentes de forma provisional las fuerzas federales, con los protocolos adecuados para interactuar con culturas indígenas y asegurando el respeto irrestricto de los derechos humanos, hasta que se reconstruyan las condiciones de paz en las comunidades de la Tarahumara”, destaca el documento.
La Compañía de Jesús en México reiteró el llamado al gobierno federal para revisar su actual estrategia de seguridad, dadas las decenas de asesinatos de mujeres, migrantes y periodistas, así como por los desaparecidos.
“El intempestivo asesinato de nuestros hermanos jesuitas nos remite a la vivencia de tantas víctimas de la violencia que siguen esperando justicia y verdad en nuestro México adolorido. Recordamos a las familias de personas desaparecidas, a las víctimas de feminicidio, a los migrantes que no volvieron a casa, a los periodistas que perdieron la vida ejerciendo su labor, a las personas desplazadas por la violencia, a tantas y tantos que -como nosotros- también esperan una justicia que no llega.
“Por las mujeres, por nuestras infancias, por nuestras juventudes, por todo el pueblo de México, hoy más que nunca es indispensable caminar en conjunto con diálogo, con responsabilidad, con propuestas y con esperanza, privilegiando la atención de preferencial a los más pobres. Reiteramos el llamado que hemos hecho a abrir espacios de diálogo para revisar la actual política de seguridad”.