Por. Ivonne Melgar
Este mes se lanzó desde el colectivo 50 más 1 la iniciativa “Vencer el silencio”.
Es una convocatoria y es un imperativo que conlleva el desafío que todos afrontamos alguna vez: asumir la realidad que tenemos y hablar de ella.
Y que en el caso de la vida de las mujeres se vuelve doblemente necesario porque justo las desigualdades, maltratos y violencias de género se encuentran solapadas por el silencio cómplice de una estructura cultural en la que se ha pretendido ver como normal desde el acoso sexual hasta la burla hacia las mujeres que tienen la osadía de disputar y ejercer el poder.
Así que “Vencer el silencio” se trata de asuntos cotidianos como hablar en serio de por qué las jóvenes deben seguir aguantado el mandato patriarcal de que la noche y la calle no les pertenece.
Pero igualmente incluye el debate público de las descalificaciones con saña que padecen las candidatas en su condición de mujeres, sea porque están casadas con equis personaje o porque no lo están.
En la presentación de la campaña “Vencer el silencio”, el miércoles 6 de julio en la Casa Coahuila, se difundió la cumbia pop del mismo nombre que compuso Bruno Danzza y escuchamos el testimonio y la reflexión de mujeres integrantes 50 más 1, un colectivo que reúne a miles de servidoras públicas, activistas, diputadas, senadoras, exlegisladoras y exgobernadoras, políticas de todos los signos partidistas, empresarias, magistradas, funcionarias electorales, comunicadoras y artistas.
Se trata de una plataforma que cuenta ya con 28 capítulos estatales en la República y que promueve alianzas con diversos actores de la sociedad en pro de la igualdad entre los géneros y en contra de las violencias.
Esta vez, con la campaña anunciada, esta organización pone acento en un hecho que Lourdes Quintero, al frente de 50 más 1 Coahuila, planteó así: “Nuestro compromiso es erradicar la violencia, la injusticia y la alevosa manía de pasar por encima de los derechos humanos. Esa violencia silenciosa que comienza desde el seno materno, vaticinando el infinito círculo vicioso de las supremacías por sexo, raza, género o religión”.
“ME SENTÍ MUY SOLA”: CAROLINA
Y como se trataba de vencer el silencio, la secretaria general del PRI, Carolina Viggiano, habló de la violencia política de género que afrontó como candidata de la coalición Va por México al gobierno de Hidalgo, toda vez que desde la mañanera de Palacio Nacional se le desacreditó con la acusación de que quería desaparecer la pensión de Adultos Mayores.
“El presidente (de la República) también en una ocasión se burló de mí; se burló de mis propuestas de campaña. No es el papel de un primer mandatario. Ese es uno de los agravios, que yo considero que más peso electoral tuvo. Y nosotros estamos impugnado porque queremos dejar un precedente para la elección de 2023 y la del 24: que no vuelva a suceder lo que sucedió conmigo.
“Uno de los coordinadores de campaña del candidato de Morena se refería a mí, en mi condición de esposa, subordinada a un esposo, y también tuvieron mensajes en contra de mis hijos, denostando así mi imagen como mujer, como madre y como ser humano. Sucedió durante toda la campaña, una campaña misógina, absolutamente de parte de Morena.
“Y hay que admitirlo: también hay misoginia en las mujeres. Eso es desafortunadamente un hecho real, desde el momento que te dice alguien en una campaña y que te lo digan las propias mujeres: es que tú eres la mejor, pero tú problema es que eres mujer.
“Siempre supe que había desigualdad, misoginia, discriminación, pero no creí que a tal gran grado”.
“Y debo decirles otra cosa: me sentí muy sola en la campaña respecto al tema de género. No hubo voces de mujeres que se levantaran, junto a la mía, para poder llevar una protesta sobre lo que estaba ocurriendo, porque además sucede muy rápido, y se requiere reaccionar muy rápido.
“Porque cuando una es candidata tiene que demostrar todos los días que eres capaz (…) A mí no me ganó el candidato de Morena, en la contienda yo competí con el presidente de la República. Así fue la elección”, concluyó la también diputada federal con licencia.
Carolina Viggiano llamó a sus compañas a ser más sororas. “Es muy fácil calumniarnos, es muy fácil que nos calumnien, es muy fácil que sí eres esposa de alguien, lo primero que se pregunte es él la manda o ella lo mantiene. Si eres divorciada lo más seguro es que piensen, es que nadie la aguanta. Si no te casaste, pues seguramente no fue suficientemente atractiva para que alguien la invitara a casarse. Sí, finalmente el estado civil más respetable es que seas viuda, pero pueden pensar que tú lo mataste”.
AMALIA GARCIA: SEAMOS SORORAS
Las palabras de la política priista hicieron resonancia en la diputada federal Amalia García Medina de Movimiento Ciudadano, exgobernadora de Zacatecas, exsenadora y exdirigente nacional del PRD, quien desde esa trayectoria compartió su reflexión:
“Esto que está sucediendo en este salón es algo que tiene que suceder en todos lados: tenemos que reforzar vínculos, lazos y reconocernos entre nosotras, reconocernos, reconociendo también que tenemos diferencias, porque podemos tener diferencias en múltiples ámbitos y aspectos pero seguramente que lo que aquí se ha dicho en estos momentos por Carolina, es un hilo conductor que nos identifica. Porque cuando hablamos de la identidad de mujeres, estamos hablando de una condición cultural que nos ha llevado a una discriminación, a una subordinación, a una marginación, a lo largo de milenios de años.
Recordó la destacada feminista, promotora desde los años 80 de las primeras leyes en la materia, que desde 2007 se cuenta con la que establece los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia. “Y resulta que seguimos viviendo una vida en la cual estamos en riesgo de perder nuestra tranquilidad, de perder la vida; 13 mujeres son asesinadas todos los días en nuestro país”, contrastó.
“Decía Carolina, y tiene toda la razón: necesitamos poner en el centro la sororidad. Marcela Lagarde, que ha puesto en el centro este concepto, decía: ser sororas, la palabra sor del latín, es ser hermanas, tener vínculos de sororidad, reconociendo las diferencias, y el derecho de tener diferencias políticas ,pero la sororidad es ese vínculo que nos tiene que hacer coincidir en lo sustancial, que es nuestro derecho a poder transitar con libertad, a poder ser respetadas, a no ser agredidas por cuestiones que tienen que ver con una cultura predominante, que establece, que el espacio público, incluso cuando lo conquistamos, no es nuestro lugar. Porque se hace todo para tratar de excluirnos de las decisiones sobre la marcha del país y del mundo. Eso es lo que tiene que cambiar”.
PERDER EL MIEDO
La presidenta nacional de 50 más 1, María Elena Orantes, sostuvo que “hay que tener mucho valor para ir al frente de una campaña política”.
Y en alusión a la experiencia ahí compartida por Viggiano, la exsenadora y exdiputada expuso: “Lo que quieren es a lo mejor que no vayamos, pero juntas las mujeres, si así lo decidimos, podremos demostrar la gran potencia y el momento de la fuerza de las mujeres que comienza a vibrarse hoy. Nos tiene miedo juntas, nos tienen pavor juntas, porque saben, no solo que representamos el 50 +1 de la población mundial incluso, pero aquí en nuestro país, cuando ven a las mujeres unidas, ahora sí qué –como diría, estos signos que han enaltecido a las mujeres– tiemblan”.
La presidenta de 50 más 1 en el estado de México, Ana Lilia Herrera Anzaldo, diputada federal y precandidata natural a la gubernatura de esa entidad para las elecciones de 2023, cerró las reflexiones compartidas con una certeza: “El miedo divide, paraliza y somete, gracias a 50+1 estamos unidas, estamos activas y jamás estaremos sometidas”.