“Los animales sufren muchísimo físicamente -cuando consumen mariguana- porque pueden tener consecuencias como hipotermia con convulsiones, una bajada en la frecuencia cardiaca o un aumento súbito, puede llegar hasta la muerte. En la parte sicológica, cuando alguien consume este tipo de drogas lo hace de manera consciente, sabe que habrán cambios. Los animales no tienen idea de qué les pasa, se van a sentir terribles. Esto les puede causar problemas de ansiedad y angustia, hasta volverse agresivos”, comentó la Doctora Claudia Edwards, médico veterinario zootecnista y maestra en ciencias por la Facultad de Veterinaria (FMVZ) de la UNAM.
Es importante, afirma Edwards, considerar que aun el consumo de segunda mano puede ser perjudicial para nuestros animales de compañía, ya que la dosis absorbida por el humo en lugares cerrados podría causar una dependencia. “Hay varios reportes, desde el aumento en la legalización en el uso recreativo y medicinal en el mundo, de intoxicaciones, sean o no provocadas. Situaciones donde la gente activamente lo suministra directamente a los animales, sobre todo los adolescentes. Si el individuo lo hace de manera regular (fumar marihuana cerca de sus mascotas) y entra en periodos de abstinencia, el animal podría presentar síntomas de desintoxicación.“
El Senado de la República aprobó durante noviembre del 2020 la Ley Federal para la Regulación del Cannabis, la legislación permitirá que la mariguana sea consumida de manera lúdica, además de autorizar la siembra, cultivo, cosecha y preparación de cannabis con ciertas limitantes. El dictamen es relevante porque el Gobierno de México calculó, en un estudio divulgado durante el 2016 –https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/85735/MIGUEL_MOLINA_M3.pdf–, que en nuestro país se consumen cerca de 400 toneladas de la planta depresora del sistema nervioso.
Aunque el dictamen es considerado por grupos activistas como un avance en la lucha por las libertades civiles, la autorización del consumo y la posibilidad del autocultivo podrían significar una fuente de riesgo para algunos de los miembros más queridos de los hogares mexicanos: las mascotas.
La especialista subraya que ante el aumento de productos derivados de la cannabis, como los concentrados en aceite de CBD, es necesario ser precavidos cuando estos son utilizados para tratar ciertos padecimientos de las mascotas, porque la mayoría no cuenta aún con certificados que avalen su fabricación o pureza. Un químico contaminado podría significar un problema de salud grave para nuestros animales domésticos.
“El cannabis tiene más de 350 químicos activos, de estos los más estudiados son el THC, la parte con los efectos psicoactivos, y el CBD, que tiene efectos medicinales sin el psicotrópico. Se han utilizado para trastornos dolorosos y crónicos, como artritis, cáncer. Hay buenos resultados, el problema es que la regulación no es muy fuerte, ni muy clara. No se puede estar seguro que todos los productos que se ofrecen sean puros.”
“Mucha gente depura la planta de manera más artesanal y no sabemos qué tanto del THC pudiera mezclarse con el CBD. No tenemos la certificación de cada frasco, todavía faltan estudios específicos sobre la dosificación. Se tiene que hacer, si lo vamos a utilizar, junto con un médico veterinario sepa que el producto que se va a manejar, nada de que lo compró por Facebook y se quedaron de ver en el metro, es de una fuente confiable y tenga cursos sobre lo que implica su administración”, aconsejó en entrevista para la Gaceta de la UNAM y añadió:
“De esta moda, se puede ver en redes sociales que cualquiera lo distribuye e indica las dosis. Esto, obviamente, no es nada científico y la vida de nuestro animal está en riesgo. Es importante hacerlo con gente capacitada, con cursos y que sepa de dónde viene el material.”
La Dra. Edwards advirtió que aquellos interesados en el consumo y autocultivo de marihuana deben cultivar “en un lugar cerrado, sobre todo porque los gatos pueden entrar por todos lados. El olor de la planta le gusta mucho a los perros. Es normal que a las mascotas les llame la atención y no sabremos cuánto ingirieron. Si nos vamos, el animal puede pasar horas sin la atención necesaria.”
“Si van a consumirlo o cultivar cualquier producto en la casa, debe estar bajo llave y en lugares muy altos donde los animales no tengan acceso. Otra cosa que sucede mucho, es la cocina. El cannabis no sólo se fuma, se hacen muchos productos. Uno de los más comunes son los brownies de chocolate. El problema de que los animales consuman un brownie de chocolate, no sólo tiene que ver con el THC, que ya es mortal. El chocolate tiene teobromina y es muy tóxico para perros y gatos”, enfatizó la académica y finalizó:
“Las muertes registradas de animales se deben a la combinación de THC y chocolate. Es realmente mortal. Si tenemos un animal que consume vía oral cualquiera de estos productos (planta o brownie) debemos correr con el veterinario, dentro de la primera hora podemos inducir el vómito para reducir la absorción del producto y tener canalizado al animal, bajo observación y medicamentos. Debemos tener mucho cuidado, es una situación mortal.”