Por. Paty Betaza
Hoy se cumplen ocho días de la tragedia que enlutó al pequeño poblado indígena de Chicapa de Castro, Oaxaca. Cuatro hermanos, tres niñas de ocho, cinco y tres años, y un bebé de diez meses fueron asesinados en su casa. De acuerdo con medios locales, la mamá de 27 años les habría dado muerte -porque así lo dijo cuando fue trasladada al hospital- y después intentó suicidarse pero no lo logró. El impacto de esta tragedia fue tal, que se declararon tres días de luto en la localidad enclavada en el Istmo de Oaxaca. Aquel lunes dos de mayo los menores fueron encontrados muertos, abrazados y junto a ellos, la madre herida también del cuello. El padre fue quien los encontró al llegar a su casa esa tarde del lunes. Las autoridades determinaron que la causa de la muerte de los niños fue producido efectivamente por lesiones con un objeto punzocortante. Después de haber sido dado de alta, la madre fue detenida como probable responsable del delito de homicidio calificado en contra de sus cuatro hijos. Se informó que sería sometida a una valoración psiquiátrica para determinar su estado mental. Algunas organizaciones sociales como Grupo de Estudios sobre la Mujer – Gesmujer- Rosario Castellanos hicieron un llamado a no criminalizar a la madre y pidieron investigar el caso con perspectiva de género, a fin de evaluar las circunstancias reales que llevaron a esta lamentable tragedia. Según medios oaxaqueños existen antecedentes de violencia por parte del padre de los niños. El homicidio de estos hermanos debería de prender las alertas para saber qué está ocurriendo en el interior de los hogares de este país. No deberían ser considerados hechos aislados. Datos oficiales revelan que durante la pandemia aumentaron 24 por ciento los casos de violencia intrafamiliar. Es pobreza, es marginación, es desigualdad, es violencia machista. Finalmente es violencia. Y la violencia tiene múltiples rostros. ¿Qué fue lo que llevó a Arely a poner fin a la vida de sus cuatro hijos y a intentar sin éxito, terminar con la suya? ¿Qué se está viviendo en nuestros hogares? ¿Qué estamos haciendo para evitar más tragedias?