«SEXTO SENTIDO» ¡El amor es más fuerte! - Mujer es Más -

«SEXTO SENTIDO» ¡El amor es más fuerte!

Por. Adriana Luna

A mi madre, a todas las cuidadoras y buscadoras.

 

Pareciera que las madres cuentan en su ADN, el ser cuidadoras. Muchas mujeres sacrifican sus sueños por el bienestar de los suyos, especialmente cuando alguno de ellos es vulnerable o padece alguna enfermedad. En este Día Internacional de la Mujer, famoso #8M, es de aplaudir a todas esas féminas que dentro de cuatro paredes, frecuentemente en silencio, edifican una familia, aún a sabiendas que uno de sus miembros morirá.

Durante la pandemia, por un gobierno ineficaz, se complicó la compra y distribución de medicamentos, lo que añadió más peso y preocupación en esos hogares donde hay un paciente enfermo de cáncer, del riñón, del corazón. O mamás que tienen niños con enfermedades raras y que con valentía y resiliencia se enfrentan a una realidad: la muerte les arrebatará en cualquier momento a su ser querido. Pero ellas buscan un mejor futuro para nuevas generaciones.

Esa actitud contrasta mucho con la que se observa en las manifestaciones feministas, donde abunda la destrucción y la violencia, argumentando el hartazgo del abuso contra la mujer. Ver a esas madres, me recuerda la valentía con la que enfrentaron las abuelas al proteger a sus hijos, incluso de sus propios progenitores con algún vicio. Ellas edificaron en silencio y con amor, la fortaleza de sus familias.

El mundo las veía como mujeres débiles, analfabetas. Sin embargo, esas mujeres con su ejemplo, sin tener miles de seguidores y muchas veces hasta señaladas por la misma sociedad, dejaron una lección vital: ¡como mujer tienes que enfrentar lo que venga! Esas mujeres se encargaron de sacar adelante a sus múltiples hijos (6, 9, 10, 12 o hasta 19), les dieron educación académica, muchas veces solas, como jefas de familia.

Hoy entre las madres buscadoras se palpa por encima del dolor que carcome el alma, ese amor interminable, que no cede con el paso de los años. Ellas no se cansan de ser investigadoras, de ser psicólogas, de ser guías de otras, desconociendo la poderosa fuerza interna que las mueve.

Muchas de esas mujeres somatizan ese dolor y su cuerpo se enferma, porque su sistema inmunológico las traiciona al no saber a dónde arrojar tanto sufrimiento.

Durante las manifestaciones protagonizadas por familias que buscan a sus seres queridos desaparecidos, conocí a Zonia. Pasaban los años y la veía fuerte, esperanzada, limpiando las lágrimas de sus ojos mientras se mantenía firme en busca de Lalo, su hijo, quien cursaba la universidad. Junto con ella su hijo pequeño, cargando la foto de su hermano, su héroe. Por si no fuera poco el reto que le puso la vida, hoy enfrenta una enfermedad atroz. Pero ella no se deja vencer porque tiene un motor inagotable, su ahora hijo adolescente.

Este Día de la Mujer se valora el trabajo que esas madres realizan, muchas veces en silencio, al interior de su casa, mientras cuidan a un ser querido enfermo; y otras más, afuera, en las calles buscando a sus seres queridos sabedoras que si ellas no empujan, vergonzosamente las autoridades no trabajan. A esas mujeres que edifican, incluso a costa de sí mismas, un aplauso de pie.

 

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