Por. Cristina Ortega
Los principales medios de comunicación tienen guardias 24/7 para las notas importantes en el seguimiento de la guerra de Ucrania, aunque para el presidente ruso, no sea una guerra, sino “una operación militar”; son muy importantes los nombres que señalan las descripciones de los acontecimientos, porque lo que no es nombrado no existe, y lo que tiene nombre obliga a ser visto como se ha indicado que se vea; o sea, no hay tal guerra.
Usted ha leído cantidad de historias previas a esta “operación militar” desde las historias de las muertes de civiles hace ocho años, como historias desde Lenin y la Revolución Rusa, podemos ir aún más atrás si usted gusta, finalmente el tiempo en relación con la narrativa de historia, hoy día también ocupa un “presente” en nuestra realidad expandida.
Usted puede elegir la historia que guste, la de Donbass, la OTAN, la militarización estadounidense, la de Lenin y la Revolución Rusa, incluso, por qué no, reclamar las selvas africanas de la selva amazónica desde la separación tectónica en la era jurásica; por su puesto esto es una burla de muy mal gusto que hago, pero refiero que puede elegir la historia desde el año y era que guste para opinar sobre una guerra, no, no es guerra, es operación militar, eso, opinar sobre los conocimientos de relaciones internacionales, y operaciones militares que usted conozca.
Desde la imagen de las explosiones, las muertes, la ofensiva, los toques de queda, la alerta de misiles aéreos… y todo lo que compone esta narrativa es una “Guerra”, porque lo que vive Ucrania, la descripción son palabras tomadas de noticiarios y reporteros que transmiten a diario en vivo por varios medios, no solo nacionales, sino de medios extranjeros, por aquello de no tomar una posición a favor de ningún país.
Las imágenes de esta guerra que han circulado comprenden desde las desfasadas de años pasados, las descontextualizadas y las reales; no mostraré ninguna, usted debe estar ya informado, desinformado, y mal informado por ser la nota del día desde casi una semana ya. Las imágenes en tiempos bélicos son las principales para ser centro de desinformación del enemigo, y hasta propaganda también para el mismo. Estas imágenes que han circulado en redes han despertado la similitud con nuestro entorno, y estando en una red social, incluye el entorno expandido, es decir la semejanza con la historia bélica de otros países, sin importar la vigencia de “lo presente”; recordemos que en las redes sociales van desde el pasado jurásico, lo que dijo Lenin, y lo que sucede hoy, en algún lugar del mundo están juntos y vivos para ser argumentos de quien elija este buffet gratuito de datos históricos, sean o no verdaderos, no importa. Lo interesante del Imperio Ruso, y lo nombro así, por ser presidente y tener veinte años en el poder, con sus oponentes muertos o en cárceles; con solo su crítico Alexei Navalny, después de salvarse de un envenenamiento, el que hoy aún asiste a tribunales para tener libertad condicional. Entonces habemus Zar, basta con leer la historia de Pedro ”El Grande”, Iván “El Terrible”, los verdaderos Zares imperialistas mucho antes de llegar a los Romanov que la historia Soviética narra, podemos darnos cuenta que estamos ante un Zar, pre Romanov, con discurso post bolchevique; pero antes que Zar, es un actor político, actúa, y actuó en paz mientras en la era Merkel (16 años) se dialogaba en ruso con él, no podemos olvidar la capacidad de negociación política, económica y social que tuvo Ángela Merkel al frente de la Unión Europea y Alemania. Notoria su ausencia.
Hoy en México, las imágenes de la guerra de Ucrania, hacen recordar la guerra que los cárteles de la droga en México por que solamente semana pasada del 25 al 27 de febrero, a nivel nacional los conteos de grupos interinstitucionales registraron 234 homicidios dolosos. Sin contar los fusilamientos de 17 personas en San José de Gracia, Michoacán; ya para qué recordar que al inicio de mes colgaron a 16 cadáveres en Zacatecas, pero, no estamos en “guerra”, mucho menos en “operación militar”; la palabra “guerra” no se puede usar porque fue utilizada en el sexenio que se dijo que estaban en guerra contra el narco, pero este sexenio es diferente, aunque se maten más y tengan igual o más impunidad, la palabra “guerra” no se usa, son solo “ajustes de cuentas”. Lo interesante es que en Zacatecas aparecen cuerpos y en Michoacán desaparecen cuerpos que vimos en videos que los fusilaron, pero luego dicen que no fue fusilamiento, que porque no estaban alineados, en fin, usted sabe que aquí en México uno se muere, le cantan, le lloran, y en noviembre le festejan.
Las mismas imágenes de Ucrania, hacen referir las guerras de Siria, República del Congo, Afganistán… que están actualmente. Pero en México no hay guerra, México abraza, no hay balazos, se hace historia desde un Palacio Virreinal cercado de varias líneas de vallas, no como el presidente de Ucrania, ese que era comediante, y pasó a ser actor político diciendo que iba a terminar con la corrupción, Volodymyr Zelenski, al ser exhortado a dejar el país, eligió el mejor escondite para no ser capturado por su verdadero adversario, estar camuflajeado entre el pueblo. Este acto por simple, falso, hipócrita, real o no, es “el simbolismo” que es tan fuerte, que, si lo apoya Estados Unidos o no, la OTAN, Francia… el símbolo de mantener contacto estratégico y bajar del estrado y luchar junto a su pueblo hizo romper el otro símbolo del poder invasor del gran Zar.
En la política y en la guerra la semiótica es un arma fortísima; Kiev, la capital no a caído. Mientras en la capital Zarista hay marchas en contra de la guerra y la policía sirve de opresor de su propio pueblo. Una jugada simbólica estratégica: “El poder del débil” que se crece ante la amenaza del adversario.
No olvidemos la perspectiva de esta narrativa, Zelenski y Putin son actores políticos, la OTAN una organización, las redes sociales un cultivo de infodemia, y México un país tercermundista que no entiende que el mundo cierra filas contra la economía moscovita, y solo se enorgullece de que Aeroflot abra vuelos directos para el turismo como símbolo de paz, como lo explicó en un efímero tuit el Secretario de Turismo.
Pero en Ucrania no hay guerra, es Lenin quien reclama la tierra, y en México tampoco hay guerra, es Juárez como humanista que permite el ajuste de cuentas, pero no se va a caer en ninguna provocación, no importa la evidencia de la imagen, no hay guerra, no más la gente se muere.