Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dejó en claro a los países que es peligroso asumir que ómicron será la última variante de COVID-19 que aparezca en un futuro.
En la reunión del consejo ejecutivo de la OMS sobre la pandemia, Adhanom Ghebreyesus instó a los Gobiernos a ser disciplinados para acabar con la fase aguda de la pandemia de COVID-19, la cual entrará a su tercer año y que ha dejado 5.59 millones de muertes.
“Es peligroso asumir que ómicron será la última variante. Por el contrario, en el mundo las condiciones son ideales para que surjan más variantes”, apuntó.
“La pandemia de COVID-19 está entrando en su tercer año y nos encontramos en una coyuntura crítica. Debemos trabajar juntos para poner fin a la fase aguda de esta pandemia. No podemos dejar que siga prolongándose, tambaleándose entre el pánico y la negligencia”, refirió.
Afirmó que un 85 por ciento de la población africana aún no ha recibido ni una dosis de vacunas anticovid, dejando en claro que que extender la vacunación a todo el mundo es vital para que este año acabe la fase aguda de la pandemia.
El máximo responsable de la OMS recordó que 86 países no consiguieron alcanzar la meta de un 40 por ciento de vacunados en 2021, y 34 de ellos, en su mayoría en África y Oriente Medio, ni siquiera lograron el 10 por ciento.
“No podemos acabar con la fase aguda de la pandemia si no acabamos con esta brecha”, subrayó Tedros en su discurso de inauguración de la 150ª sesión del Comité Ejecutivo de la OMS.
Aunque admitió que las vacunas “no son la panacea para salir de la pandemia” sí son importantes para reducir la gravedad de la crisis sanitaria, por lo que debe mantenerse el objetivo de lograr que en 2022 todos los países del mundo alcancen una tasa de vacunación de al menos el 70 por ciento, destacó Tedros.
EFE