«ABREVADERO DE LETRAS» El cerebro y la palabra 'no' - Mujer es Más -

«ABREVADERO DE LETRAS» El cerebro y la palabra ‘no’

  • Este término no existe en nuestro entendimiento

Por. Cut Domínguez

La usamos cotidianamente y con frecuencia, pero por extraño que parezca nuestro cerebro no entiende la palabra no. Cuando hablamos de las afirmaciones insistimos mucho en la importancia de ser asertivos y tener claro qué deseamos para vivir. Nuestra razón traduce toda palabra en símbolos e imágenes. Es así como en esta era de auge de las comunicaciones virtuales, la más importante ocurre en el interior de nuestra mente, porque de ella depende en gran parte el éxito o fracaso que probemos en nuestra existencia.

De modo que nuestra inteligencia siempre necesitará un concepto para asociar a nuestros pensamientos. Sea lo que sea que expresemos con palabras, aunque sean absurdas y sin sentido, nuestro cerebro forma, insisto, inmediatamente una representación. 

De la misma manera, hay vocablos que nuestra mente no puede traducir en una representación. Es el no. La expresión negativa no tiene referentes o imágenes para el cerebro. Por eso cuando decimos no quiero tal cosa, lo que nuestro entendimiento ve es la tal cosa. Si decimos no quiero deudas, el no tiene representación y lo que atraemos son más deudas.

Dice Bob Doyle en su libro El Secreto: A la ley de atracción si tú percibes algo como bueno o como malo, si lo que quieres o si no lo quieres. Sólo responde a tus pensamientos. De modo que si estás contemplando tu montaña de deudas y te sientes fatal por ello, ésa será la señal que estarás emitiendo al universo. Me siento fatal por todas las deudas que tengo. Te lo estarás afirmando a ti mismo. Lo sientes en todos los planos de tu existencia. Por lo tanto, obtendrás más de lo mismo.

Foto. Nicole García

Agrega Lisa Nichols: Cuando te enfocas en las cosas que no quieres –“No quiero llegar tarde, no quiero llegar tarde”- La ley de atracción no oye el no quiero. Manifiesta lo que estás pensando y lo hará una y otra vez. La ley de la atracción no sabe de quieros y no quieros. Cuando te enfocas en algo, sea lo que sea, estás provocando que se manifieste.

Los estudios revelan, por otra parte, que esta peculiaridad no es exclusiva de edad alguna. En los niños y preadolescentes se aprecia con facilidad, porque se tiende a utilizar con ellos la susodicha expresión. No grites, no corras, no toques, no azotes la puerta…

Apenas le dices a un menor no debes gritar, su mente solo entiende el debes gritar. Esto explica porqué la mayoría de los chicos tienden a hacer o repetir aquello dicho que no hicieran. ¿A qué se debe esto? Su entendimiento solo capta la parte afirmativa de la orden. De manera que en lugar de decir no corras dentro de la casa, lo prudente es decirle: quiero que camines despacio dentro de la casa, y en el cerebro de éste se formará la imagen de caminar lento.

En nuestro quehacer mental diario de algo que deseamos realizar no utilicemos el no, porque la cosecha obtenida siempre será la que queremos evitar. Un jovencito a la hora de tomarse una cerveza para después expresar: solo una no me hace daño. O cuando alguien va a una entrevista de trabajo o a un examen, en lugar de decir ojalá no me ponga nerviosa, conviene expresar me siento calmada y segura.

En resumen: no permitas que tu diálogo interno se convierta en un obstáculo en tu camino. Cuando fijes metas, deseos, aspiraciones, evita la palabra no. Procura utilizar los dichos que dibujen las imágenes de los resultados deseados. Recuerda que atraemos lo visualizado y el no es imposible que se haga visible. No querer sufrir se ve con sufrimiento y sufrir no es lo que uno quiere, entonces visualiza felicidad y alegría.

 

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