- Simón Bolívar, San Martín y Agustín de Iturbide
- Los acontecimientos de Méjico van a dar un nuevo aspecto a la revolución de América
Por: Raúl Jiménez Lescas
El Libertador estaba atento a los acontecimientos de México, al cual visitó 20 años atrás. Conoció por correspondencia los “Tratados de Córdoba” (24 de agosto de 1821), un ejemplar que también cayó en manos del general José de San Martín. Ello da cuenta de que los insurgentes de otras latitudes de Nuestra América, tenían lazos de comunicación y compartían problemas generales sobre el curso de la Revolución y Guerra de Independencia, así como asuntos locales de táctica militar. En su misiva al general José de San Martín, manifiesta tanto su entusiasmo por “los acontecimientos de Méjico van a dar un nuevo aspecto a la revolución de América”, como la preocupación de que el rey español Fernando VII viaje a Nuestra América (cláusula de los Tratados de Córdoba).
A la distancia se antoja imposible que la corona española emigrara como ya lo había hecho la portuguesa al actual Brasil, sin embargo, Bolívar le escribió a San Martín: “Este nuevo orden de cosas me hace creer, con fundamento, que si el gabinete español acepta el tratado hecho en Méjico entre los generales Iturbide y O’Donojú, y se traslada allí Fernando VII u otro príncipe europeo, se tendrán iguales pretensiones sobre todos los demás gobiernos libres de América, deseando terminar sus diferencias con ellos, bajo los mismos principios que en Méjico”.
Por lo cual Bolívar se adelantó a plantear con claridad el rumbo que debería seguir la Revolución: “Así es que yo creo que ahora más que nunca es indispensable terminar la expulsión de los españoles de todo el continente, estrecharnos y garantirnos (sic) mutuamente, para arrostrar los nuevos enemigos y a los nuevos medios que pueden emplear. El gobierno de Colombia destinará un enviado cerca de V. E. para tratar sobre tan importante negocio.”. En el México Independiente, la “expulsión de los españoles” (acá se les apodaba gachupines) causó gran revuelo, pero eso ya es harina de otro costal.
Leamos la carta completa de El Libertador fechada en Bogotá.
“Bogotá, 16 de noviembre de 1821.
“A S. E. EL GENERAL JOSÉ DE SAN MARTÍN.
“El último desagradable acontecimiento de Guayaquil en que los enemigos han obtenido algunas ventajas, exige un remedio pronto y eficaz. El gobierno de Colombia activa los medios de poner en perfecta seguridad aquella provincia, y de libertar el resto de las del Sur, que aún están subyugadas. Yo marcho con el ejército a ejecutar esta operación, mientras que otra división marcha a ocupar el Istmo de Panamá.
“Si mientras yo marcho, pudiera V. E. destinar sobre Guayaquil el batallón del mando del señor coronel Heres, V. E. llenaría a la vez los deseos de aquellos colombianos, y haría a esta república un servicio tan útil como importante. Mas si este batallón ha marchado al Alto Perú, me atrevo a hacer a V. E. igual súplica con respecto a cualquier otro cuerpo que pueda ser destinado a Guayaquil, de los del ejército del mando de V. E. que, incorporado a la división de Colombia que allí existe, pueda oponerse a los nuevos esfuerzos que hagan los enemigos para completar su subyugación.
“La libertad de las provincias del Sur de Colombia y la absoluta expulsión de los enemigos que aun quedan en la América meridional, es en el día tanto más importante cuanto que los acontecimientos de Méjico van a dar un nuevo aspecto a la revolución de América, según las últimas noticias que tenemos, el general Iturbide y el nuevo virrey general O’Donojú han concluido un tratado el 24 de septiembre de este año, que, entre otros artículos, comprende: que Fernando VII deberá trasladarse a Méjico, en donde tomará el título de emperador con independencia de España y de toda otra potencia; que la ciudad de Méjico será evacuada por las tropas reales y ocupada por el general Iturbide con las imperiales, habiendo entre tanto un armisticio. De ante mano había preparado el general Iturbide este acontecimiento con el plan que publicó, y de que incluyo a V. E. un ejemplar.
“Este nuevo orden de cosas me hace creer, con fundamento, que si el gabinete español acepta el tratado hecho en Méjico entre los generales Iturbide y O’Donojú, y se traslada allí Fernando VII u otro príncipe europeo, se tendrán iguales pretensiones sobre todos los demás gobiernos libres de América, deseando terminar sus diferencias con ellos, bajo los mismos principios que en Méjico.
“Trasladados al Nuevo Mundo estos príncipes europeos, y sostenidos por los reyes del antiguo, podrán causar alteraciones muy sensibles en los intereses y en el sistema adoptado por los gobiernos de América. Así es que yo creo que ahora más que nunca es indispensable terminar la expulsión de los españoles de todo el continente, estrecharnos y garantirnos mutuamente, para arrostrar los nuevos enemigos y a los nuevos medios que pueden emplear. El gobierno de Colombia destinará un enviado cerca de V. E. para tratar sobre tan importante negocio.
Dios guarde a V. E. muchos años.
Bolívar”.
Es cuanto, la elocuencia de El Libertador es suficiente ilustración.