Por. Yohali Reséndiz
La ruindad de directivos es el sello de las denuncias de investigadores en institutos hospitalarios que hemos denunciado en este espacio.
Así, que acerquémonos a las canalladas que enfrentan todos los días quienes deberían ser recompensados y valorados. Pongamos nombre y apellido a quienes acosan y hostigan.
Regresemos al año 2011, cuando la subdirectora de Investigación, la Doctora María Dolores Correa Beltrán, en conjunto con la Doctora Araceli Vences Mejía, del Instituto Nacional de Pediatría (INP), le exigieron a la Doctora América Vanoye Carlo, investigadora en Ciencias Médicas “C”, ceder la responsabilidad de su primer proyecto registrado en el INP, financiado por el CONACyT.
Por su parte, el Licenciado Roberto Ruiz Arciniegas, actual subdirector de Asuntos Jurídicos y la Licenciada Guillermina García Ortiz, hoy jefa del Departamento de lo Contencioso, le solicitaron su renuncia argumentando que tenían la instrucción de “sacarla” del Instituto.
Obligada por las circunstancias, la Doctora Vanoye solicitó apoyo a instancias externas como la Secretaría de la Función Pública (SFP), la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCDMX) y la entonces Procuraduría General de la República (PGR), por lo que en enero del 2012, le fue permitido el cambio de laboratorio y respetaron la titularidad de su proyecto.
Ella, como decenas de investigadores, se ha visto envuelta en situaciones laborales hostiles, ha sido blanco de acciones intimidatorias; así como del bloqueo al desempeño de su invaluable trabajo.
¿Hay duda?
En 2013 fue designada para viajar a España y participar en un encuentro con uno de los mejores grupos de farmacología durante un mes, con objeto de la conclusión de un trabajo propio. Es decir, mientras en el extranjero era valorada, a mitad de su estancia recibió la noticia por parte de su jefe directo, notificándole que la Correa -entonces directora de Investigación-, desconocía la autorización que ella misma y el M. en C. Heriberto Caballero Ortega, subdirector de Medicina Experimental, habían dado para efectos de dicha estancia.
A su regreso, la Doctora Vanoye fue requerida por la Subdirección de Personal para explicar la ausencia de ese mes.
La respuesta de la Doctora Vanoye fue mostrar la documentación firmada por el subdirector de Medicina Experimental Heriberto Caballero, la Doctora Correa y el director general, de forma que no hubo cómo chingarla más. (No encontré otra manera mejor para explicarlo).
Sin embargo, para la Doctora Correa no fue suficiente y la llamó a su oficina estando también presente el M. en C. Caballero y en tono sarcástico y molesto le dijo “no te podemos hacer nada”, y puso en duda la autoridad de quien había firmado el comprobante de su estancia en España y con ello, dañó irremediablemente la relación académica con el grupo de trabajo.
Ahora describamos el espacio físico asignado a la investigadora en Ciencias Médicas, sin olvidar resaltar que habilitarlo como espacio para la labor que ella realiza, ha requerido esfuerzo y recursos económicos de la Doctora Vanoye.
¿Les dará vergüenza? Ok…no la conocen.
Regresemos pues al Laboratorio de Bioquímica, que era usado como bodega y que la Doctora Vanoye se encargó de reacomodar, gestionar baja de mobiliario y adquirir con su dinero el mobiliario necesario.
En 2014 fue cambiada al Laboratorio de Neurociencia y de una bodega le asignaron un pasillo, por lo que nuevamente hubo que acondicionar el área y pugnar para que se proporcionara espacio a todos los equipos adquiridos con el financiamiento de CONACyT.
En 2017 el encargado del Laboratorio de Neurociencias fue removido de su cargo debido a que un grupo de investigadoras demostraron sufrir acoso y discriminación laboral por su parte y para la sustitución correspondiente, la Doctora Correa intentó imponer a la Doctora Julieta Griselda Mendoza Torreblanca, pero no le fue posible ya que la Doctora Mendoza estuvo muy involucrada en las acciones ejercidas por el encargado anterior contra las investigadoras demandantes. Como resultado y de común acuerdo con el resto de los integrantes del laboratorio, se designó a otra persona.
Durante tres años y medio que esta investigadora estuvo a cargo del laboratorio, se evidenció la mala gestión anterior.
Así, ante la falta de exigencia el personal técnico estaba acostumbrado a no cumplir sus actividades, por lo que no era extraño que llegaran varias horas tarde, se ausentaran con frecuencia o se les encontrara charlando o atendiendo asuntos personales.
En el caso específico de la Doctora Vanoye, esto ocasionó varias desavenencias, obteniendo como respuesta del personal técnico calificativos como obsesiva y agresiva. Atinadamente, la investigadora a cargo fungió como mediadora y, en apego a la normativa institucional, señaló a los integrantes del laboratorio las funciones a cumplir, pero al no existir mejora la investigadora renunció al cargo en agosto del 2020.
Así, aprovechando la baja asistencia laboral por la pandemia, el M. en C. Caballero y la Doctora Correa impusieron finalmente a la Doctora Mendoza como encargada, quien ha tomado una serie de acciones que han afectado el correcto desempeño de labores como la negativa en la información que compete al equipo y cambios operativos no informados.
¿Ejemplos?
A) Al resguardar las llaves de las bodegas, designándose a sí misma como el filtro en la entrega de material, cuando solamente acudía una vez por semana, privilegió a algunos elementos.
B) La asignación de presupuesto de los Recursos Federales 2021, para quienes participan de sus proyectos, aun cuando éstos no reúnan los requisitos estipulados en la convocatoria. (Eso impacta negativamente, en mayor o menor medida, el presupuesto de los investigadores).
C) Negativa en comunicación. Durante casi medio año se negó a reunirse de forma virtual con el personal y condicionó las mismas a que la mayor parte del personal estuviera de acuerdo, dejando muchos asuntos en total desconocimiento del equipo.
En el caso particular de la Doctora Vanoye las acciones de la Doctora Mendoza, abarcan no sólo la esfera laboral si no también la personal, así como:
– Negativa de apoyo del personal técnico para limpiar equipos, bajo el argumento de requerir alta capacitación para realizarla, pese a que la Doctora Vanoye había sufrido una fractura en la muñeca y una intervención quirúrgica en diciembre pasado.
– Negativa de acceso a una colaboradora, integrante del mismo laboratorio, quien la apoyaría realizando cirugías en animales de experimentación, manifestando como motivo que era personal de riesgo, a pesar de que había superado los criterios de riesgo a COVID-19 y entregó los comprobantes correspondientes emitidos por el ISSSTE.
– Exclusión en el conocimiento de información referente a la aplicación de vacunas contra SARS-CoV-2, así enliste de su persona en nivel 3, no importando que parte de los proyectos impliquen asistir al hospital, ingresar a quirófanos y estar en contacto directo con pacientes y familiares.
– La Doctora Mendoza la ha dejado encerrada en el laboratorio varias veces, expresando que tales acciones no han sido descuidos fortuitos.
Además, es frecuente que deje documentos sobre el escritorio de la Doctora Vanoye sin avisar, invisibilizando que se encuentre presente a pesar de que son varias ocasiones las que la Doctora Vanoye le ha pedido conducirse con respeto y educación, aún así. La última ocasión fue solicitada en la dirección por parte del M. en C. Caballero quien inmediatamente al hecho le envió un correo electrónico susceptible de ser interpretado como amenaza.
– A últimas fechas la Doctora Mendoza ha iniciado una serie de procesos administrativos en contra de la Doctora Vanoye. Por una parte, apoyándose en el personal técnico, la acusa de violencia y acoso laboral, y la señala como responsable de la salida de dos elementos durante la gestión de la anterior investigadora responsable del laboratorio.
Con estas acciones, habría que esperar el resultado del proceso y seguramente a pesar de las pruebas fehacientes que el personal técnico no realiza sus labores y además miente en sus acusaciones, seguramente será sancionada.
La Doctora Vanoye ha sido informada con mofa y sarcasmo, que le han iniciado quejas a título personal por violencia y hostigamiento laboral. Su último proceso, abierto por la Doctora Mendoza y ordenado por el actual director de Investigación, el Doctor Jesús Oria Hernández, se debe a que el pasado sábado 5 de junio, al no encontrar las llaves del candado que ella misma instaló en un archivero para salvaguardar diferentes equipos, se vio en la necesidad de forzarlo (sin ocasionar daño alguno a mobiliario u objetos) dado que era imperante efectuar cirugía a 14 animales de experimentación, pues de otra forma se habrían desperdiciado recursos y extendido los tiempos del proyecto. El proceso administrativo en su contra, solicitado por la Doctora Mendoza y el Doctor Oria, tiene por causa haber forzado el candado y no avisarles, pese a haber dado aviso al personal de vigilancia, quienes presenciaron la acción y entregaron el reporte pertinente.
Son 10 años de la administración del área de investigación en el INP, encabezada por la Doctora Correa, cada logro profesional que la Doctora América Vanoye Carlo ha alcanzado, ha significado menor apoyo institucional y enfrentar nuevas acciones de la directiva que obstaculizan su trabajo, pese a esto, ella como decenas ha sido capaz de mantener su posición como Investigador en Ciencias Médicas “C”, ser parte del Sistema Nacional de Investigadores, publicar más de 25 artículos, obtener dos financiamientos por parte del CONACyT y ser reconocida con una de las becas para las mujeres que otorgan L’Oréal-UNESCO-AMC.
Y la Doctora Correa y compañía qué logros han tenido. Es pregunta.
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