Por. Israel Jiménez
Pareciera que la historia tiene prisa y que la vida se detuvo por algún tiempo, pero continuó en nuestros hogares donde, en la mayor parte de los casos, ocurrieron cambios importantes. Sí, la pandemia derivada del virus COVID-19 trajo consigo un nuevo modelo en las relaciones personales, laborales, en proyectos y nos ubicó en escenarios con diversas problemáticas derivadas del confinamiento y sus consecuencias, sobre todo, en el tema de salud.
Pero, vamos por partes. Vivir con una enfermedad no es fácil, sin importar cuál sea, estar en control tampoco lo es e incluso, en nuestra cultura ir al médico requiere de valor y convicción. Pero, ¿qué trajo este tiempo de pandemia y contingencia? No cabe duda y seguramente estaremos de acuerdo en que el mundo cambió, pero depende de cada una y uno de nosotros el aplicar las enseñanzas que trajo consigo este tiempo retador, para muchos de sufrimiento y pérdida, para otros de incertidumbre y desesperanza, para otros más de mucho valor, por lo que nos ha dejado en la mente y en el corazón.
Algo que ha sido inevitable es voltear de una forma inesperada a nuestra salud, a nuestro cuerpo, también a los proveedores de salud, los médicos, los hospitales, las clínicas y los diferentes elementos de los que constan los tratamientos, entre ellos, las indicaciones de las y los médicos; la dieta, el ejercicio y como un componente fundamental los medicamentos. Pero algo que hemos aprendido de forma dramática, es ver en retrospectiva que la manera en la que vivimos, nos alimentamos y nos procuramos, tuvo un potencial efecto en los desenlaces clínicos.
Hemos aprendido que estar en un buen peso, el estar más cerca de una alimentación saludable y la constante visita al médico, permitió que a muchas personas les fuera mejor en este tiempo de contingencia y de contagio, mientras que a otras no les fue tan bien y eso es debido a lo que podemos llamar la auto conciencia del bienestar, el auto cuidado y la toma de decisiones positivas en el día a día.
¿Saben que todas y todos, absolutamente, viviremos con una o un paciente o seremos pacientes? Hoy la gran oportunidad que nos brindan los canales digitales, las comunidades en redes sociales y la información inmediata, es la posibilidad de estar conectadas y conectados para compartir historias de éxito, para promover mejores hábitos en salud, desprendernos de antiguas creencias, para abrir nuestro panorama a nuevas y mejores decisiones por nuestra salud, desde el punto de vista “de un paciente para otro paciente”.
No podría estar más de acuerdo con quienes han decidido empezar de nuevo, que han hecho un compromiso por tomar el control de su vida y su salud con mejores decisiones, empezando por ir al médico a revisar su cuerpo, por comenzar con una nueva manera de comer y de ejercitarse, por aquellos que dentro del caos decidieron reinventarse y encontrar su mejor versión, para ellas y ellos mismos y por quienes los rodean, su familia, amigas y amigos.
Con un inspirador objetivo de tener lectoras y lectores más informados, más conscientes y con mejores herramientas de decisión, es que comenzamos esta jornada de recomendaciones, de información y de decisiones de pacientes para pacientes, buscando un solo objetivo; dejar de sentirnos víctimas para convertirnos dueños de nuestro futuro, con responsabilidad y madurez, con valor y con inteligencia, al final la o el más interesado debes ser tú. ¿No crees?