«DOLCE ÁLTER EGO» Elsa, la musa que catapultó a Halston  - Mujer es Más -

«DOLCE ÁLTER EGO» Elsa, la musa que catapultó a Halston 

Foto. Especial

Por. Gilda Melgar

Halston, la serie original de Netflix basada en la vida del diseñador estadounidense me cautivó desde el primer episodio no sólo por estar protagonizada por Ewan McGregor, sino por su impecable ambientación a la década de los 70 y la aparición de un personaje que, en la vida real, fue musa y cómplice del ascenso y decadencia del afamado modista.

Este artículo  -sin espolear- es un homenaje a la creativa italiana Elsa Peretti (1940-2021) que, en mi niñez y juventud, me abrió los ojos a un mundo desconocido y deslumbrante.

Era el año de 1976. Yo tenía apenas 10 años de edad, pero mi fascinación por la moda y el arte era ya muy evidente en mis gustos e intereses.

Gracias a la visita semanal a casa de mi abuela materna, donde vivían mis primas mayores, tuve oportunidad de hojear las revistas de moda de la época que ellas compraban religiosamente cada mes.

Más que leer los notas sobre la nobleza o los artículos de belleza en la Vanidades o el Hola, lo que realmente llamaba poderosamente mi atención eran las páginas de publicidad.

Un anuncio en particular despertó mi interés en los perfumes. La imagen de una rara y hermosa botella de cristal en forma de ánfora con un líquido ámbar y una tapa redonda en color plata llamó mi atención por su simplicidad y estética inusual. Era el anuncio de la primera fragancia creada por el modista Roy Halston, entonces en la cima de su carrera.

Si bien esa fragancia que revolucionó a la industria perfumista y pavimentó el camino para que los imperios de moda nos vendieran un estilo de vida “de la ropa al tocador” fue creada por el mismo diseñador bajo la guía de una nariz mujer, el frasco transparente, vanguardista y aparentemente sencillo que lo catapultó entre las clases medias que anhelaban un pedazo de su glamour, fue invención de una de sus modelos y musas preferidas llamada Elsa Peretti (1940-2021).

Nacida en Florencia en el seno de una familia petrolera, tras recibir su educación básica en Roma y Suiza, decide formarse como diseñadora de interiores en Milán. A los 20 años, gracias a su porte y belleza, es invitada a modelar y posar en Barcelona para artistas de la talla de Dalí. 

Debido a su éxito en las pasarelas, en 1968 se muda a New York donde comienza a desfilar para Halston hasta convertirse en su modelo favorita, amiga y cómplice.

De acuerdo con la narrativa de la serie y el testimonio de amigos cercanos, la historia detrás de la creación del frasco para el primer perfume del diseñador arriba mencionado es tan orgánica como fascinante.

En 1974, Halston, que ya estaba posicionado como diseñador de alta costura haciendo vestidos incluso para estrellas de la talla de Liza Minnelli y Elizabeth Taylor, recibe la encomienda de crear un perfume por parte de la firma que comercializaba sus prendas con el objeto de posicionar una fragancia entre la clase media que entonces no podía acceder a sus prendas.

Al principio, la idea no le entusiasma del todo, pero cuando empieza a desarrollar la paleta aromática de su perfume se entusiasma con la idea y exige a sus mecenas que el diseño del envase también sea de su creación. 

Simultáneamente, Elsa había empezado a trabajar para Halston ya no sólo como modelo sino también como creativa para sus diseños y desfiles, lo cual proveyó al modista de un refinamiento y conocimiento del arte, del cual él carecía debido a su modesto origen.

Pues bien, la leyenda aceptada es que durante un recorrido en un mercado de pulgas, la italiana compra una vasija o jarrón miniatura que decide usar para sí misma, como dije atándolo a una correa de piel. A Halston le gusta tanto que se lo pide para un desfile privado. Las clientes quedan prendidas del collar y Elsa decide crear también vasijas de vidrio soplado inspirada en la figura.

Cuando llega el momento de elegir un envase para el perfume Halston, próximo a lanzar, la firma le presenta al diseñador varías opciones de formas cuadradas y él se niega a envasar su aroma en los frascos tradicionales y a cambio el envase de vidrio creado por Elsa.

Los empresarios se resisten en parte, debido a la forma aparentemente sencilla del frasco  y también por la tapa con sistema de rosca. Finalmente, deciden innovar e invertir en la maquinaria necesaria para producir un envase así a gran escala, con la confianza puesta en la fama de su diseñador.

El lanzamiento de Halston, el perfume, tuvo lugar ese mismo año con éxito total en gran medida debido al diseño de la botella con cuya “simpleza” las mujeres consumidoras entre los 28 y los 45 años de edad se sentían identificadas y fascinantes.

Para la bella Elsa, este fue sólo el inicio de una carrera más que exitosa como diseñadora siendo luego contratada por la casa Tiffany (gracias a la intervención de Halston) para desarrollador una línea especial de accesorios. La marca icónica se encontraba en pleno ascenso internacional, debido al éxito previo de Desayuno en Tiffany , la película protagonizada por Audrey Hepburn y Elsa fue la elegida para diseñar joyas de vanguardia más accesibles como las que ella creaba para sus amigos de la élite neoyorquina.

La plata, que entonces era vista como una materia prima de segunda fue uno de sus materiales favoritos  y la pulsera “Bone” que ella creó en 1970 se volvió entonces una de las joyas más preciadas de la casa Tiffany, elevando con ello el estatus de la plata fina.

Hasta el día de hoy,  este accesorio ancho y ergonómico elaborado en plata mate, es el más deseado entre las jóvenes japonesas. Un hecho que se explica por la apreciación y valoración estética de los japoneses hacia las formas orgánicas y minimalistas en todos los ámbitos de su cultura.

En el 2020, la casa joyera lanzó una edición especial por el 50 aniversario de la pulsera con piedras semi preciosas añadidas. De acuerdo con la página oficial “La forma orgánica de la ‘Bone Cuff’ está inspirada en las visitas que la diseñadora hacía de niña a la cripta romana de un capuchino y por su fascinación por la Casa Milå de Gaudí en Barcelona.

También la inclusión de diamantes minúsculos en sus aretes y dijes cambió para siempre la percepción de que las piedras preciosas sólo podían llevarse de noche o para una gala. Desde entonces fue normal combinar diamantes con una camiseta y pantalones de mezclilla.

Otro gran hit de Peretti fue su ”Open heart”, un dije elaborado originalmente en plata con la silueta de un corazón angulado que Tiffany actualmente ofrece también en oro amarillo, oro rosa e incrustación de diamantes.

Elsa incursionó además en el diseño de artículos para el hogar y escritorio. Las cucharitas de plata para bebé o el pisapapeles en forma de corazón son dos de los artículos atemporales de la casa neoyorkina.

Nacida en cuna de oro y en una de las ciudades más preciosas del mundo, la italiana escapó desde muy joven del conservadurismo y los códigos de su adinerada familia para formar parte de una generación de artistas y creativos que como Warhol, Paloma Picasso o Calvin Klein supieron volver accesible y cotidiano el oropel en que crecieron a través de una visión original y disruptiva con relación a su contexto y generación.

Si bien su personaje en Simply Halston es importante, aparece sólo como la musa o amiga incondicional de juergas del diseñador.

En la vida real, Elsa fue más que eso. 

Una visionaria, una joven hippie chic, una rica sensible y carismática, y de acuerdo con lo contado por sus amigos tras su fallecimiento en marzo pasado, una mujer generosa y comprometida con diversas causas sociales hasta el día de su muerte.

Para mi, una niña centroamericana común y corriente, la creación de su envase en forma de ánfora para el perfume de Halston y del corazón irregular para el collar de Tiffany, significó una ventana al fascinante mundo del lujo cotidiano y la belleza en todas sus formas. 

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