Por. Yohali Reséndiz
Todavía estaba dormida cuando brincó al escuchar la cumbia de su móvil, con su mano a tientas lo alcanzó y con un ojo abierto miró que el número era desconocido…aún así, contestó….
-¿Bueno?
-Maté a mi familia…
El hombre del otro lado de la línea estaba ahogado en llanto, gritaba…
-Ayuda a mis suegros…a mi hijo, no lo “encontré”…busssscaloooo….no quiero seguir viviendo….no me interesa ya seguir con vida….
-Hijo, dónde estás….hijo….hijoooooo.
Desde el pasado 16 de mayo, Édgar Francisco Cortés Osorio es un feminicida y asesino.
Testigos refieren a esta reportera que la relación sentimental de Nayla “N” con Édgar era “buena”…
-Se llevaban como cualquier pareja, tenían una buena relación, ya sabe, con sus altas y bajas, tenían 16 años juntos, eran padres de una menor de 15 años y otro de un año cinco meses.
¿A qué se refieren con una “buena” relación, cuando el esposo y padre decide matar a toda su familia? Pensé.
¿Qué detona que un hombre asesine a su familia?
Aquella mañana, los vecinos de ejidos de Cuautlalpan escucharon a Édgar gritar….llorar….luego un breve silencio que rompió el chillido de los dos mastines, mascotas de la hija mayor del matrimonio.
-Eran como aullidos de dolor, esos perros llevaban varios años viviendo con ellos, desde que la niña era chiquita, dice un vecino.
La puerta que da a la calle quedó abierta.
-Cuando pasé por la casa, vi a mi vecina tirada boca arriba, tenía el cabello suelto, vestía su suéter rosa, un mallón…traía sus chanclas. Corrí a la esquina y pasaba la patrulla y les dije lo que había visto, yo no sabía siquiera lo que había pasado.
Dos policías de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y Movilidad de Chicoloapan, Estado de México, entraron a la casa habitación de dos plantas. Los perros al verlos buscaron un refugio como si temieran ser interrogados.
El cuerpo y la cabeza de Nayla hablaba. Estaba ensangrentada. Había sido apuñalada y golpeada.
Uno de los policías caminó sigiloso hacia la entrada de la casa, fue en la sala comedor que encontró el cuerpo desnudo de la menor de 15 años, con lesiones contusas por todas partes.
-Nayla, ya lo había denunciado…. ¿Por qué? Por qué hasta que las matan…. ¿Por qué no mejor se largan antes de matarnos? ¿Por qué?.. era mi amiga….gritaba una vecina mientras se hincaba a llorar.
Apenas comenzaba el cuadro de dolor, cuando los padres de Nayla llegaron…
-Sí, es mi hija…..
-Sí, es mi nieta….
Apenas las vi ayer…..¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿Dónde está mi nieto, apenas tiene 1 año 5 meses? ¿Hijooooooo? dónde estás…..¿Hijitooooo?
Afuera los gritos y llantos de la madre de Nayla encima de su cuerpo retumbaban por toda la casa….mientras que el abuelo de los hijos de Nayla, corría de un lado para otro agarrándose la cabeza como si fuese un freno para no volverse loco….
-Hey, ayúdame….dijo uno de los policías….-entre los dos, cargaron una tapa de metal-, al asomarse, miraron con horror como el cuerpecito de un niño de un año y 5 meses, flotaba en la cisterna. Murió ahogado…
-No, no, no mi hijito…..no por favor, Dios….¿por qué? ¿Él qué hizo? ¿Mi nieta? ¿Qué hicieron? ¿Mi hija? ¿Ella te amaba cabrón? ¿Dónde está él? ¿Por qué?
No hay necesidad de exponer en las redes las fotografías de los cuerpos ni escribir cuáles fueron los golpes que les provocaron la muerte, la historia real de la familia se la llevó Nayla “N” y ahora no podrá decir nada ante un Ministerio Público ni escuchar un: “Pues pórtese bien señora, ya no le jale la cola al tigre”
Si Édgar Francisco Cortés Osorio es detenido algún día, seguramente mentirá, dirá que Nayla lo provocó.
Si Édgar Francisco Cortés Osorio, se comunica de nuevo con su madre, existe la posibilidad de que le envié dinero y lo resguarde para que no metan a su “hijito a prisión”….pobre…
Si no se quita la vida como dijo, -yo lo dudo-, hará de todo para no enfrentar la cárcel que es el lugar donde merece estar por el resto de su vida.
Cada agresor busca violentar de manera distinta, pero el propósito es el mismo: CONTROLAR a la mujer…para que no le “jalen la cola a satanás”. Ubicarlas. Educarlas. Enseñarles el camino “correcto” y si no se aplica, pues está la opción del castigo, el maltrato, el silencio, violentarlas con frases hirientes, golpes y si el mal comportamiento de ellas va por el camino de la exigencia y rebeldía pues hay otros “límites”… y algo que nunca puede pasar es quedar frente a todos como un “pendejo”, mejor matarla….
Édgar Francisco Cortés Osorio es un Feminicida al quitarle la vida a Nayla, es un asesino al matar a sus dos hijos. Hoy es prófugo y un cobarde que seguramente de no quitarse la vida…en algunos meses o años, si no es detenido, buscará otra mujer y rehará su vida.
He decidido que ahora, cada que escriba de un feminicidio ni siquiera titularé el nombre de la víctima sino será un titulo con el nombre del agresor, porque basta ya de minimizar y ocultar la conducta criminal y gravedad de un feminicidio, basta de desvirtuar la violencia de género.
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