Por. Patricia Betaza
Hundido en una fuerte depresión, con las ganas de tirar todo al cesto de basura, el documentalista Craig Foster se tira al mar, al océano Atlántico en las costa oeste de Sudáfrica. En ese mar multicolores de aguas cristalinas descubre que además de que hay mucha vida, hay un maestro del ingenio para escapar del peligro y las adversidades, del cómo nunca rendirse, de cómo luchar hasta el cansancio, de cómo romper límites y amar, pero amar en serio, hasta la muerte. Como terapia, Craig se sumerge todos los días durante 18 meses para encontrar que ahí, en esas profundidades además de enseñanzas puede haber amistad. Un amigo poco común: un pulpo hembra. Es el documental sudafricano Mi maestro el pulpo dirigido por Pippa Ehrlich, ganador del Oscar y del Bafta. Curarse el alma en ese mar lleva a Craig a ver cómo el pulpo hembra es capaz de utilizar las herramientas del mimetismo animal para esconderse de sus enemigos más poderosos como un tiburón, utilizando recursos que pocos imaginamos de un molusco. También le muestra que las aflicciones se vencen con paciencia y destreza aun perdiendo una extremidad. Y en casos de extremo peligro, también desafiar a su propia naturaleza. No hay imposibles si se trata de continuar en esta vida llena de conflictos, la mayor parte de las veces. Craig también descubre que el pulpo hembra se aparea una vez en la vida para tener miles y miles de huevecillos, que también sortearan todo para continuar con la vida. Y ahí se da cuenta hasta dónde es capaz de llegar para que sus huevecillos puedan sobrevivir. Para dar vida, el sacrificio es letal. Craig aprende en esas profundidades marinas en compañía del pulpo que la vida vale mucho la pena, pese a sus conflictos y desavenencias. Y ese pequeño ser marino lo lleva a valorar más el amor de un hijo. El documental se puede ver en Netflix y además en estos tiempos tan tóxicos y violentos, nos lleva a apreciar mejor la vida y la importancia del más pequeño de los seres en este planeta. Claro, quedan pocas ganas de volver a comer pulpo.