«COLUMNA INVITADA» Inclusión y burocracia - Mujer es Más -

«COLUMNA INVITADA» Inclusión y burocracia

Por. Sandra Vivanco

En el tema de inclusión de las personas con discapacidad en todos los aspectos de la vida ha quedado claro que es una tarea inacabada, sumamente discutida, pero inadecuadamente atendida, algunas personas, muchas de ellas desde el servicio público, consideran que por el hecho de mencionarlas quedan visibilizadas las carencias, brechas y desigualdades de las que son objeto, y con ello resueltas, nada más alejado de la realidad.

Es necesario que la agenda de discapacidad sea propuesta, analizada, discutida y llevada a cabo por las personas bajo dicha circunstancia, pues sin temor a una equivocación, la sensibilidad y necesidades serán expuestas con precisión, de ahí que los resultados auguran eficacia y éxito, por tanto, es importantísimo que en este proceso electoral tendremos la oportunidad de que se postulen candidaturas que atiendan esta acción afirmativa y la posibilidad de votar por perfiles que nos muestren la cara de la discapacidad a la que muchas veces se le ignora.

Hasta la postulación y eventual votación se cumple con una deuda pendiente de verdadera integración e inclusión social, sin embargo, existe una falla en el momento crucial del proceso electoral: el día de la jornada electiva.

Ese día, como en ningún otro proceso vivido, se tendrán cuidados extremos por lo que ve a la sanitización de los lugares donde se instalen las casillas, se exigirá el uso de cubrebocas o mascarillas, existirá a disposición de las personas integrantes de la mesa directiva de casilla y de la ciudadanía gel antibacterial, constantemente se estará desinfectando el área de la mampara, esos cuidados benefician a toda la población, sin embargo existen necesidades específicas de algunas personas electoras, como son las personas con discapacidad, y si bien, desde hace un par de procesos se considera la posibilidad de que sean asistidas por personas de su confianza, se deja de lado que existen varias personas con discapacidad que son totalmente independientes en sus actividades.

El hecho de que las personas con discapacidad realicen actividades cotidianas por sí mismas, cumple con el derecho humano al libre desarrollo de la persona, ahora bien, para que exista la posibilidad de desarrollarse plenamente en la comunidad, realizando un acto cívico como emitir un voto, es necesario que ese ejercicio sea accesible.

Cuando se hace referencia a la accesibilidad, no es en estricto sentido, pensando en el espacio físico, o por lo menos, no solo en ese aspecto, vaya que es importante un acceso adecuado para personas ciegas, usuarias de sillas de ruedas, andaderas, muletas o bastones, pero ello no es suficiente, es imprescindible que en las casillas se cuente con personal capacitado para orientar y en su caso, asistir a personas con alguna necesidad específica, incluidas las personas adultas mayores.

Al respecto, derivado de un foro de una Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE), surgió la iniciativa para colocar un cartel que contenga el abecedario en lengua de señas mexicana, con la finalidad de que las personas sordas que requieran comunicarse, lo hagan de forma fácil a través de señalar en dicho cartel la seña de la letra que corresponda para que fluya un dialogo entre los funcionarios de la casilla y la persona sorda.

De forma incluyente, la Vocal Ejecutiva y las personas Consejeras Distritales, adoptaron la idea, sin embargo existe la burocracia que obliga que ese tipo de acciones sean aprobadas por el Consejo General del INE, lo cual, es una regla institucional, pero ante alguna eventualidad bien podría hacerse inclusive, como prueba piloto para garantizar que el ejercicio del voto activo de una persona sorda no se vea obstaculizado por falta de algún interprete de lengua de señas mexicana (LSM) en la casilla, y que a través de un abecedario se convierta en una práctica didáctica que permita la comunicación.

Es entonces cuando se encuentran los obstáculos institucionales para una inclusión integral, sin duda alguna, los procedimientos para aprobar una regla existen y se encuentran regulados, pero esa necesidad fue expresada por personas con discapacidad, que sin lugar a dudas han experimentado las limitaciones al momento de ejercer sus derechos político electorales, por tanto, siempre debe prevalecer la protección y garantía a ese derecho y no impedirlo por una burocracia.

De lograr su implementación podría servir como una práctica exitosa, que se convierta en una regla para cada proceso electoral, ya que es materialmente imposible contar con interpretes en LSM en cada casilla, aunado a ello, una de las observaciones por algunas de las personas con discapacidad en el foro referido, fue que, algunas personas sordas tienen la habilidad de leer los labios, pero cabe precisar que en este proceso electoral quienes se encuentren realizando funciones en la mesa directiva de casilla están obligados al uso permanente de la mascarilla, por tanto, es imposible facilitar ese otro tipo de comunicación.

Es imprescindible que las personas tomadoras de decisiones, sean empáticas con los casos particulares que se presentan en el día a día del grupo de especial atención de discapacidad, ya que cada caso es único y requiere medidas únicas.

No cabe la posibilidad de medir cuantitativamente cuántas personas serán beneficiadas, en el tema de discapacidad con esta práctica, se debe partir del supuesto de que, así sea una sola persona la que debe ser atendida y beneficiada, con ello, ya se garantizó su derecho humano tanto a un trato libre de discriminación como al ejercicio de poder votar con todas las libertades y de forma accesible como lo establece la ley.

Sigue como tarea pendiente.

 

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