Por. Sabrina Gómez Madrid
No hay nada más sabroso que una buena discusión entre dos personas que difieren acerca de algún tema específico, pero que aportan argumentos que si bien muestran puntos de vista encontrados, no buscan dominar sino solo intercambiar diferentes perspectivas acerca de algún asunto particular. Y se vuelve más interesante cuando ambos muestran poseer un amplio conocimiento acerca del asunto del que conversan. Sin embargo, este tipo de situaciones, han cambiado porque el manejo informativo que se hace a través de los medios de comunicación, de las redes sociales, y hasta a nivel personal ya es otro. Y esto ha quedado en evidencia durante la pandemia y en este año electoral.
Durante la pandemia las redes sociales se apuntalaron como la opción por excelencia para formar y estrechar vínculos. En ellas se abrieron nuevas modalidades de interacción que han sido una alternativa eficaz durante el confinamiento. Así, y por la falta de vida social se crearon otras opciones para la transmisión de afecto, para mostrar solidaridad, para generar nuevos vínculos y para crear muchas vías de intercambio de datos y a veces, también de información veraz.
En un año, los temas de conversación en las redes mexicanas han variado a lo largo de los meses, pero algunos se mantuvieron como los relacionados con la pandemia: el origen y sucesos que se suscitaron alrededor de ella en diversos lugares del mundo, la vacunación, la imposibilidad de salir, las exhortaciones para no organizar eventos masivos… Y otro gran tema, el de las elecciones federales 2021.
Con respecto al Covid 19, al inicio se marcaron pautas, luego se difundieron reportes, luego se establecieron canales de información diaria o semanal, se crearon memes del tema que aportaron humor a la tensión generada por tantos y tantos días de encierro e incredibilidad acerca de la situación mundial y su incertidumbre. Sin embargo, poco a poco se fueron diseñando espacios de información confiable respaldada por autoridades sanitarias de México y del mundo para que la población tuviera la certeza de acudir a ellos. Pero también esta situación inédita dio paso a diversas estrategias informativas que fueron abriendo camino a especulaciones, manipulaciones e inventos (como las falsas noticias o fake news) que persiguen diversos fines de corto y mediano alcance que han incidido tanto en el comportamiento como en la postura y forma de actuar de quienes se enganchan con ellas.
Que si el virus es ficticio, que si algunas de las vacunas modifican el material genético, que si las estrategias propuestas por el actual gobierno tienen propósitos electorales, que si estamos siendo conejillos de indias de los diferentes laboratorios a nivel mundial, y muchísimos otros que son sesgados hacia ciertos argumentos y dejan de lado otros para tratar de encaminar la opinión pública a metas específicas: económicas, políticas y hasta sociales. ¿Por quiénes? Más allá de los individuos o los partidos políticos, por los grupos de poder, internos y externos, que inciden en la toma de decisiones. Claro, también están los que lo ven a la inversa.
Por su parte y a propósito de las elecciones del próximo domingo 6 de junio, muchos de los temas de discusión nacional tienen que ver directa o indirectamente con ellas: el quehacer parlamentario, escándalos de candidatos, mañaneras, situaciones intempestivas relacionadas con la UNAM, grandes asuntos irresueltos de siempre como: la inseguridad, la violencia, los migrantes, la crisis e inequidad económica y hasta la vacunación, por decir algunos. Y todos estos, entre otros, tienen distintas versiones y se manejan con diferentes intenciones con el fin de incidir en la postura y opinión de quienes decidan votar.
Pero todo esto no es nuevo, lo que si lo es son las herramientas más recientes aportadas por el marketing digital para medir, influenciar y hasta dirigir los comportamientos sociales para que refuercen o adquieran orientaciones definidas. Entre ellas están: el uso del lenguaje persuasivo, las que miden y analizan nuestros vínculos, acciones y contenidos en línea, sobre todo a través de las redes sociales, con el fin de construir diversos tipos de estrategias para influir en decisiones como las electorales.
Ya lo dice un máxima por todos conocida: divide y vencerás. Y eso es lo que al parecer se ha estado buscando en los terrenos político y social y no solo a partir de la pandemia sino de tiempo atrás, y ahora mismo, a un paso de las elecciones federales 2021. Por lo pronto, será interesante tomar conciencia de esto y reflexionar acerca del papel que jugamos a través de lo que hacemos a través de las redes sociales al difundir y hasta defender ideas cuyo origen e intenciones desconocemos, así como empezar a observar, no como individuos sino como sociedad, el resultado de tanto esfuerzo para radicalizar posturas y debilitar fuerzas en la arena pública de la política local. Ya veremos resultados y más temprano que tarde, a quiénes y cómo los beneficia.