Por. Cristina Ortega
Ya se ha dicho y escrito mucho de las “caguamas de Anaya”; sobre el tema no agregaré más que mi aportación desde la imagen, que es lo que a mi obedece.
Al leer que hay 40 tonalidades de cerveza, (https://www.poblanerias.com/2016/05/como-se-determina-el-color-en-la-cerveza/ ) se me ocurrió abordar el tema que tanto le duele a México, que es el color de piel; aunque seamos un país “honroso de su raza”, en las ventas de crema y desodorantes aclarantes de piel, ocupamos lugares importantes. Si usted no las usa, lo invito a ver los pasillos de cremas y vea cuantas marcas hay en el estante del supermercado de su preferencia.
Y qué tiene que ver esto con las caguamas, muy fácil, le cuento. Cuando inicié los estudios sobre la importancia de la imagen en redes sociales, no hubo día que me preguntaran que para qué servía esto. Tuve el gusto de platicar con el Maestro González-Camarena hijo, y cuando le pregunté la importancia de la imagen, dio luz a mi investigación con una gran respuesta, diciendo: “Los mexicanos interpretamos imágenes, … venimos de los códices…”
Cuando fuimos conquistados, nos quitaron las imágenes que nos daban identidad para entonces, hoy día se investigan en traducción los códices en universidades extranjeras, por cierto, teniendo hallazgos importantísimos. Después, cuando fuimos colonizados, las imágenes tuvieron un lugar primordial en cambiar la forma de ver y pensar, por medio de imágenes re interpretativas y lúdicas, me refiero a la lotería, se “cantaba la adivinanza”, y se interpretaba la imagen/ideología nueva: La Dama, El Catrín, El Diablo…
La imagen nos ha acompañado y reeducado, por no decir manipulado, (¡Uy! ya lo escribí, ni modo), para pensar, y creer en lo que nos diga la cultura en qué pensar y en qué creer, no sólo eso, sino, que nos da jerarquía de valor entre bueno y malo, pero se olvida que este mundo no es dicotómico, no es ni bueno ni malo, ni blanco ni negro, ni alto ni bajo… Entre todos los extremos y antónimos hay cantidad de intermedios que no nos podemos olvidar porque son la mayoría.
Pondré el dedo en la llaga que tanto le duele a México: “las clases sociales”, la división absurda entre “ricos” y “pobres”, y ¿los de en medio?, ¿Dios los vomitará por tibios? Ay por favor, estamos en una era en que si lo explicamos con caguamas quizás nos podemos entender, por qué ricos, pobres e intermedios no nos negamos a una “chela”.
No hay cerveza o clara u oscura, hay 40 tonalidades, y mejor aún, México siendo un país multicultural, según la región se sirven mestizas, campechanas, cubanas, cheladas, micheladas, bolichelas… eso, solo es la forma de mezclar con condimentos el color que sea de la cerveza.
Mire, el color de la piel es como la cerveza, en La Colonia se hizo el famoso “Sistema de Castas” donde especifica el nombre de la raza, según la mezcla de origen, que cinco siglos después aún se rasgan las vestiduras; perdón, pero esto se debe explicar con Caguamas.
Tomaré el nombre de la cerveza, que relaciono con el origen, y/o color de la piel tomando el mismo modelo del Sistema de Castas, esto con la simple finalidad de explicar que todos somos una mezcla, ¡Somos mestizos!
Justamente, los ricos y morenos, son el punto ciego que la socio-cultura, esta cultura que desde la colonia nos recorta de la visión. Incluso en redes sociales nos dicen qué ver y qué no querer ver.
Lo que vemos y oímos en medios, nos indica sin darnos cuenta qué ver y qué pasar desapercibido, y no me refiero a los medios privados, incluso la famosa e intocable “mañanera” es un discurso diario que incluso invita a colocar “alias” a personas, o sobre nombres a grupos de personas, entre otras tantas cosas. Toda persona que tenga un medio de comunicación, si no es neutral, canaliza al público espectador a repetir aquello que ve o escucha. Finalmente usted es libre de “creer” o no eso que consume visualmente.
Siendo este un medio de comunicación, mi invitación es “a ver” lo que el resto no señala, como comunicadora visual, es una responsabilidad hacer ver lo que la sociedad no ve, la visibilidad del punto ciego sociocultural.
Regresando a nuestra riqueza multicultural de nuestro país, no pueden faltar las caguamas que señalan, de lo que estamos conformados como nación; el mar, la ciudad, la frontera, el desierto, y todas aquellas minorías (por nombre) artesanales que ya son mayorías:
¡Caray! Caguamas pa´la banda.
Cristina Ortega Domínguez. Fotógrafa desde hace 28 años, amante de la imagen en cualquiera de sus expresiones, fundadora de Arte NiNi A.C. Doctorante en Investigación Interdisciplinaria en Ciencias y Humanidades.
Autora de los libros: “Psicografía. El dibujo de la mente”: Percepción-interpretación de fotografías en la interacción de las redes sociales como exteriorización psico-emocional (2019) y “La Psicografía”: La identidad a través de la imagen fotográfica (2016).
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