La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) respaldó la labor que realizan las organizaciones civiles y defensores de derechos humanos, por lo que exhortó al Estado mexicano a brindar las medidas necesarias para asegurar su trabajo.
Destacó que gracias a su invaluable función y rol social “han motivado los principales cambios políticos del país en las últimas décadas”.
Así mismo, la CDHCM reiteró su compromiso con la protección de su labor y de las personas que la realizan.
“Las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) se erigen y fortalecen sobre las libertades y los derechos de la ciudadanía. Producen insumos y demandas para el Estado y a la par desarrollan una función crítica de su actuar. Con todo ello contribuyen a colocar en la agenda pública los temas que preocupan a sectores sociales diversos, en ocasiones minoritarios y en otros generalizados”, refirió.
Recordó que desde 2004 fue publicada la Ley Federal de Fomento a las Actividades Realizadas por Organizaciones de la Sociedad Civil.
En este sentido, señaló que la razón de ser de las organizaciones civiles, es crear una infraestructura institucional orientada a la protección de la labor que realizan entre la que se encuentra -de manera explícita- la defensa y promoción de derechos humanos.
El organismo destacó que la transición democrática del país no podría ser la misma sin la actuación de los defensores de derechos humanos y las organizaciones, por lo que no puede permitirse ninguna agresión, descalificación o ataque a su labor.
De ahí que “el Estado y sus instituciones deben garantizar las condiciones mínimas para su participación efectiva. La principal de estas condiciones es la seguridad y la certeza de que se protege tanto la integridad de las personas como también su función, útil para la sociedad en su conjunto. Asimismo, es importante que desde las más altas esferas gubernamentales se envíe el mensaje de que no se tolerará ninguna agresión y que de suceder, no habrá impunidad.
La CDHCM citó que en México, existen diversos ejemplos sobre el impacto que ha tenido la denuncia activa de violaciones graves a los derechos humanos por parte de la sociedad civil: desde las desapariciones forzadas de la denominada Guerra Sucia hasta la condena a la llamada Guerra contra el Narcotráfico; el reconocimiento de los pueblos indígenas en 1994, la lucha por justicia frente al incendio de la Guardería ABC en 2009 en Sonora y la sentencia de Campo Algodonero por el caso de feminicidios en Ciudad Juárez, la condena por el asesinato de 72 migrantes en 2010 y la reciente masacre de los 19 migrantes en enero pasado, ambas en Tamaulipas; desde la ejecución extrajudicial de civiles en Tlatlaya en 2014, a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa el mismo año, el trabajo de documentación frente a los asesinatos y agresiones a personas periodistas y defensores, en favor de la libertad de expresión y el Derecho a defender, entre muchos otros.
En todos estos casos, el trabajo de las organizaciones y defensores de derechos humanos, ha contribuido a que la sociedad conozca la verdad y se recorra el difícil camino hacia la justicia.