Texto y fotografía: Berenice Vásquez
Ni el Covid-19 ni las murallas, para “resguardar” el primer cuadro de la Ciudad de México, fueron impedimento para que cientos de mujeres salieran a gritar su coraje y rechazo al desdén oficial.
A diferencia del 2020, este año no salieron las abuelas ni familias completas, tampoco hubo los contingentes multifacéticos; este 2021 salieron, en su mayoría, las más rebeldes.
Esta vez, los cubrebocas y paliacates verdes y morados cubrían más sus jóvenes rostros, solo se asomaba su mirada, esa que dice más que todas estas líneas.
El coraje y la indignación se leía en las pancartas y se escuchaba en las consignas, ¡Un violador no será gobernador!, ¡Vivas nos queremos!, ¡No se va a caer, lo vamos a tirar!, ¡AMLO eres un macho!. Y no era para menos, las vallas que impusieron so pretexto de resguardar el patrimonio histórico, provocó más la indignación. La respuesta: un memorial con los nombres de las miles de víctimas de feminicidio. “Faltaron vallas”.