Previo a la próxima ronda de conversaciones en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para discutir una propuesta impulsada por Sudáfrica y la India para eliminar los monopolios sobre las herramientas médicas para combatir la COVID-19 durante la pandemia, Médicos Sin Fronteras (MSF) pidió a los países ricos que se oponen a la propuesta que no la bloqueen y arruinen su potencial de salvar las vidas de miles de millones de personas en el resto del mundo.
A medida que los casos de COVID-19 continúan aumentando en todo el mundo, no hay más tiempo que perder y los gobiernos deben asumir el liderazgo para hacer realidad esta exención.
“Estamos en un punto en el que estamos viendo la cruda realidad entre quienes tienen y quienes no tienen en esta pandemia, y los gobiernos no deberían perder un minuto más para encontrar soluciones para detener esta inequidad”, asevera el Dr. Sidney Wong, Co-Director Ejecutivo de la Campaña de Acceso de MSF.
“Tenemos un mensaje sencillo para los gobiernos que se oponen a esta propuesta histórica de exención de los monopolios: por favor, no la bloqueen. No tenemos un campo de juego nivelado, por lo que incluso si no lo necesitan o no están de acuerdo; no impidan que otros países se beneficien de esta exención para proteger a su propia gente. Esta pandemia no terminará hasta que termine para todas las personas”.
La propuesta de exención de propiedad intelectual (PI) tiene como objetivo permitir que los países elijan no hacer cumplir, aplicar o implementar patentes y otras exclusividades que podrían impedir la producción y suministro de herramientas médicas para combatir la COVID-19, hasta que se alcance la inmunidad colectiva global. Si se adopta, la exención enviaría un mensaje crucial a los fabricantes potenciales de que pueden comenzar a producir las herramientas médicas para combatir la COVID-19 necesarias sin temor a que sean bloqueadas por patentes u otros monopolios.
La propuesta cuenta ahora con el apoyo oficial de Eswatini, Kenia, Mozambique, Pakistán, Mongolia, Venezuela, Bolivia y Egipto. Sin embargo, un pequeño grupo de miembros de la OMC, entre quienes se incluye a la UE, el Reino Unido, los EE.UU., Japón, Suiza y Australia, continúan oponiéndose.
“Con la aparición de nuevas cepas de COVID-19, muchos países de África ahora están luchando contra una ola de rápida propagación de la enfermedad y un sistema sanitario abrumado”, explica el Dr. Khosi Mavuso, representante médico de MSF en Sudáfrica. “Nos preocupa que sin un acceso universal, asequible y equitativo a las herramientas médicas, la pandemia dure más tiempo, y no solo afecte a las personas con COVID-19, sino que también afecte la capacidad de los sistemas de salud para brindar inmunización, atención y tratamiento para otras enfermedades, causando más muertes y sufrimiento. Está claramente claro que esta exención de monopolio busca dar prioridad a las vidas humanas sobre las ganancias privadas, por lo que hacemos un llamado a los países para que actúen con rapidez y la conviertan en una realidad ”.
Desde el comienzo de la pandemia, se ha reconocido ampliamente la necesidad de garantizar el acceso abierto global y el derecho a producir y suministrar tecnologías de salud para combatir la COVID-19. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y declaraciones realizados por varias y varios jefes de Estado para que los productos médicos para tratar la COVID-19 sean tratados como “bienes públicos globales”, hasta la fecha se ha logrado poco en este sentido. Las empresas farmacéuticas continúan operando con impunidad, por ejemplo, mediante la firma de acuerdos de compra y licencia comerciales bilaterales secretos que socavan el acceso de las poblaciones vulnerables y desatendidas en muchos países en desarrollo.
A pesar de que la propuesta de exención ofrece una oportunidad para que todos los países adopten una posición colectiva sobre los monopolios corporativos en la producción y el suministro de medicamentos para combatir la COVID19, los países opositores continúan utilizando tácticas para detener el proceso. En los últimos tres meses de discusiones en la OMC, se informa que los países que apoyan la propuesta de exención han demostrado repetidamente los desafíos que han enfrentado debido a las barreras de propiedad intelectual en la pandemia y su incapacidad para depender de las opciones legales existentes y de las acciones voluntarias de las empresas para garantizar el acceso global a las herramientas médicas para combatir la COVID-19. Sin embargo, los países opositores continúan retrasando la posibilidad de llegar a un terreno común y hacer avanzar el proceso.
“El único interés de las corporaciones farmacéuticas en el sistema de patentes siempre ha sido utilizarlo como una estrategia comercial para bloquear la competencia, mantener el estatus de monopolio y mantener los precios altos”, explica Leena Menghaney, directora de la Campaña de Acceso de MSF en el sur de Asia.
“En esta terrible pandemia, los países que tradicionalmente han respaldado a las corporaciones farmacéuticas deben dejar de proteger sus intereses comerciales. Llamamos a los países que se oponen a esta exención crítica a que dejen de usar tácticas dilatorias y, en cambio, demuestren solidaridad global al no bloquear esta exención. El tiempo corre y hay millones de vidas en juego”.