“Vamos a verla muchísimo en la prensa y en las negociaciones internacionales. Antes de ella no había un personaje político que le hiciera sombra al presidente, y en el caso de Kamala Harris vamos a ver una mayor integración de la vicepresidencia”, dice en entrevista la doctora Estefanía Cruz Lera, académica del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.
Es importante señalar que si bien es nacionalista, está consciente del papel de Estados Unidos en la escena mundial, y como vicepresidenta va a intentar un viraje hacia el multilateralismo en el mundo, a regresar a las organizaciones internacionales, a intentar buscar consensos mundiales. “Una vez que acabe esta contingencia, creo que la vamos a ver viajando por muchos países”.
“Creo que la primera entre sus principales acciones va a ser reconciliar a la sociedad estadounidense. En este contexto tan diverso, del que forma parte, es bien vista entre los inmigrantes y las minorías raciales. Pero con una formación académica sólida, es bien vista también entre las mujeres blancas”, dice la investigadora.
Desde que se anunció la fórmula Biden-Harris, Kamala se volvió presidenciable por la edad de Joe Biden, 78 años, quien tiene que gobernar durante cuatro años, pero no se sabe en qué condiciones va a llegar al final de su mandato.
Resultado de 100 años de lucha de las mujeres
“Creo que es importante señalar que Kamala Harris llega a la vicepresidencia de Estados Unidos, a la oficina más alta a la que ha llegado una mujer en el gobierno de ese país, a cien años que las mujeres estadounidenses ganaran el derecho a votar”, señala la doctora Cruz Lera.
Agrega que para estas organizaciones y líderes llegar al poder fue un largo proceso. “Fue un siglo de duro trabajo. Creo que no se puede entender la relevancia de la elección de Kamala Harris sin el esfuerzo de estas activistas”.
En su trayectoria dentro de la política, la actual vicepresidenta se ha referido con frecuencia a Ruby Nell Bridges Hall, la primera niña afroamericana en asistir a una escuela desegregada, y a Shirley Chisholm, la primera afroamericana en ser elegida al Congreso de Estados Unidos.
En su primer día de clases en la William Frantz Elementary School –escuela primaria que hasta antes de la llegada de Ruby, de seis años, sólo era para niños blancos–, los padres de esos niños se los llevaron a sus casas dejando vacía la escuela. Eso ocurrió 1960.
En 1968, Shirley Chisholm fue la primera afroamericana elegida a la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
“Estas personas tuvieron que romper las barreras de lo que se denomina el techo de cristal, una serie barreras estructurales que aunque parecen transparentes frenan las estrategias políticas de las mujeres”, dice Cruz Lera. “Estas barreras son los prejuicios, los estigmas, la idea de que las mujeres no pertenecen a los espacios políticos, y que Kamala Harris está ayudando a romper”.
“Desde que era fiscal de distrito en California, Harris ha trabajado en las comunidades latinas apoyando el crecimiento de las minorías, no sólo afroamericanas sino también de ascendencia asiática y latina, que la ven como una fuente de inspiración”.
Es importante considerar también que Kamala Harris es un personaje bastante joven en la política. Ella viene a ser un equilibrio para Joe Biden, quien es el presidente más viejo de la historia de Estados Unidos. “En esta fórmula, la vicepresidenta Harris viene a dar voz principalmente a los jóvenes”.
La fórmula Biden-Harris fue ganadora sobre todo porque en Estados Unidos hay muchísimos movimientos progresistas impulsados por jóvenes, quienes quieren que se lleven a cabo estas transformaciones, que no son parte de la agenda del mainstream político.
“Estos jóvenes se sienten atraídos por Harris viéndola como una posibilidad de que sus voces se escuchen en los pasillos del poder”, explica la investigadora.
En el caso de su formación académica, es muy interesante mencionar que, pudiendo asistir a cualquiera de las mejores universidades del mundo, eligiera ir al Howard College, una de las históricas universidades para negros. “Como para darle relevancia a su herencia e identidad de mujer afroamericana. Después se inscribió en el Hastings College of the Law de la Universidad de California”.
Aunque estaba muy familiarizada con el activismo político, en el que creció porque sus padres eran activistas por los derechos civiles, decidió participar en política, pero sin dejar de estar consciente de las luchas sociales.
Preocupada por la encarcelación masiva, por el color del sistema judicial de Estados Unidos, que es cien por ciento racista, que encarcela más a las comunidades negras y morenas, hizo un trabajo muy interesante en California. Como fiscal de distrito en San Francisco empezó a cobrar relevancia, lo que la llevó a ganar el puesto de fiscal general del estado de California.
“Como fiscal general le tocó la crisis económica de 2009, por la cual muchísimas personas se quedaron sin ahorros y fueron desalojaban de sus casas. Harris negoció con los bancos para que se detuvieran estas acciones”, dice la investigadora.
Convencida de que los cambios se pueden hacer desde las instituciones políticas, en 2017 llegó al senado de Estados Unidos, donde formó parte de los comités judicial y de inteligencia.
“En un momento en que Estados Unidos necesita reconciliarse y estar unido, creo que su presencia es crucial porque por primera vez en su historia la vicepresidencia tendrá un papel casi tan relevante que el del presidente”, dice Estefanía Cruz Lera.
México y Kamala Harris
“En el caso de la relación con México, creo que vamos a tener que trabajar como país porque la vicepresidenta es bastante crítica. Con Harris se van a abrir muchos vértices de negociación, pero México va a tener que trabajar mucho más en el terreno de la seguridad”, dice la académica puma.
“Como fiscal general en California visitó México para abordar los conflictos por lavado de dinero, tráfico de armas, entre otros. Creo que va a presionar mucho a México en sectores con los que está familiarizada”.
Kamala Harris y las mujeres
“Yo la veo como resultado de las aspiraciones que tenemos las mujeres; queremos vernos representadas de una forma creativa, de una forma auténtica en todas las esferas, en todas las profesiones. Para nosotras representa una fuente de inspiración”, afirma Estefanía Cruz.
En el gobierno estadounidense hay un gran auge de las mujeres en la política. Algunas muy importantes vienen de contextos muy diversos, como Alexandria Ocasio Cortez, de origen portorriqueño, en la Cámara de Representantes.
“Kamala Harris es una más en estos avances, en este reclamo de las mujeres para tener más participación en la toma de decisiones en la política y en la cultura”, finalizó la académica universitaria.
UNAM Global