«CUARTO PISO» Ni vacunas ni sitio para el registro - Mujer es Más -

«CUARTO PISO» Ni vacunas ni sitio para el registro

Por. Marissa Rivera

Los peores momentos de contagios y muertes por Covid-19 en México, no permiten errores en el Sistema Nacional de Vacunación.

Avanzamos de récord en récord, en el número de fallecimientos y contagios. Los hospitales están saturados, no hay oxígeno, tampoco medicamentos, nueve estados están en semáforo rojo. Enero ha sido el mes con más muertes desde que apareció el primer caso del coronavirus, casi 33 mil, según la cifra oficial.

Todos los días de enero murieron, en promedio, mil 56 personas. No es tiempo de más yerros.

El domingo pasado, en su video-mensaje, el presidente Andrés Manuel López Obrador aclaró que su gobierno no hará cambios en la estrategia para enfrentar la pandemia, vamos, ni siquiera en el uso del cubrebocas. Ya lo veremos.

No queda otra más que desear que la vacunación contra el Covid-19 se realice de manera eficaz, ordenada y expedita, porque la inmunización urge, ante el desbordamiento de contagios.

Hasta el momento, todo ha sido, prácticamente, anuncios triunfalistas.

Al día de hoy, únicamente se han aplicado 675 mil 202 dosis, es decir, se ha vacunado al 0.53 por ciento de la población. La mayoría, trabajadores del sector salud, profesores de Campeche y casi en primera fila los “servidores de la nación”, quienes son los promotores de los programas sociales del presidente.

El proceso de vacunación comenzó con tropiezos y limitaciones. No llegaron completas las dosis que habían comprometido las farmacéuticas. Los embarques de Pfizer se retrasaron. El siguiente llegará el 15 de febrero.

Es claro que la meta establecida por el gobierno no se cumplirá. No se trata de ser pesimistas, sino realistas. Con las dosis que se espera lleguen en los próximos días no alcanzaran para inmunizar a los 15.4 millones de adultos mayores al concluir marzo, como pretenden.

Ni con las 400 mil dosis de la Sputnik que llegarán este mes, un millón en marzo y 6 millones en abril, se logrará aplicar una dosis a los mayores de 60 años. Si es que llegan a tiempo.

No hay claridad en nada. Ahora mismo no hay vacunas y el sitio para el registro que se abrió ayer, tuvo que ser suspendido, para darle mantenimiento, porque se colapsó ante los miles de usuarios que pretendían registrarse.

La página mivacuna.salud.gob.mx que presentó con bombos y platillos la Secretaría de Salud para el registro de personas mayores de 60 años tuvo serios problemas. Muy pocas personas pudieron registrarse.

Era lógico que el registro requería una plataforma robusta, práctica y dinámica para comenzar con la primera parte de la selección para el proceso de inmunidad de la población en general. Casi imposible de lograr en un gobierno con una deficiente tecnología digital.

Quienes saben del tema, han considerado que el sitio para el registro se hizo “sobre las rodillas”. ¿No se podría haber hecho en bloques, es decir por apellidos, edades, estados o ciudades para evitar la saturación?

Si así planean la vacunación, habrá que preocuparse. Se corre el riesgo de que el gobierno solo, no tenga la capacidad ni la infraestructura para la conservación y manejo del fármaco que requiere temperaturas muy bajas. Tampoco tenemos el personal suficiente para vacunar a unos 95 millones de personas.

El presidente López Obrador se ha negado a aceptar ayuda de la iniciativa privada. “Podemos solos” asegura AMLO, sobre todo en tiempos electorales.

Su “benévola” decisión de autorizar a los gobiernos estatales y a los particulares comprar vacunas no servirá de nada, él lo sabía y de ahí su gesto “generoso”. Si tienen suerte, podrán conseguir el antídoto a finales de 2021 o principios de 2022.

Ya superamos los 159 mil muertos, la pandemia está fuera de control por la necedad y soberbia de continuar con una estrategia fallida.

Por el bien de México, ojalá que el proceso de vacunación resulte lo mejor posible. Es la única opción del gobierno para contener la pandemia.

Mientras tanto, nosotros hagamos lo que nos toca. Quedarnos en casa, salir lo mínimo indispensable, cuidarnos y cuidar a los nuestros.

 

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