Por Cut Domínguez
Soy otro yo, luego de hallarme
solo a la deriva, oculto,
en aquel mundo a lo humano.
A la mano de un dios personal,
despojado de luz para mis ojos
y abrazado por un silencio que hacía llaga.
Soy otro yo, irrevocablemente yo,
apenas comprendí que soy el causante
de lo que me sucede.
Aunque no he visto mucho,
pero sí lo suficiente,
para no ocultar este asombro
del gran poder de mi mente.
Soy otro yo, que duda cabe, he nacido
de nuevo; porque soy un ser mental.
Puedo pensar, razonar, entender,
recordar y juzgar, soy inteligente
y mi bondad florece.
Ahora veo el alba cuando despierto,
y si algo reclamo es porque me pertenece.
Soy otro yo, al cerrar mi vista y en voz baja,
se alejan los temores en el sueño.
Y en un instante, mi esencia que trabaja
examina la verdad, el bien, la perfección
y madurez que me acompañan.
La tristeza queda atrás,
es aroma de creencia vana,
mera figuración.
Ahora soy Dios para mí…Soy otro yo