Por Óscar H. Morales Martínez
Joseph Robinette Biden Jr. tomará posesión como cuadragésimo sexto Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica en unos días.
El dos veces Vicepresidente bajo la administración de Barack Obama, condecorado por éste con la medalla presidencial de la Libertad (el más alto honor civil de la nación), llega a la presidencia con un Capitolio enardecido y un país partido en dos.
Ante sí tiene una misión parecida a la de Abraham Lincoln hace 160 años: unir a la nación estadounidense que vive, quizás, la mayor crisis moral, constitucional y política que ha sufrido desde la guerra de Secesión.
Las banderas Confederadas aparecen como reminiscencia de atavismos americanos aún no resueltos y en plena efervescencia.
Pero ¿quién es Joe Biden? ¿tendrá la fuerza vital a sus 78 años de edad para enfrentar todos los retos nacionales y mundiales que tendrá que lidiar?
Vale la pena resaltar algunos rasgos de su biografía para comprender su carácter, personalidad y trayectoria.
Nació el 20 de noviembre de 1942 en el seno de una familia de clase media (blue-collar), en Scranton, al noreste de Pennsylvania. Su padre limpiaba calentadores y vendía autos usados, de quien aprendió el valor del trabajo arduo y la perseverancia.
De niño tuvo dificultades de habla y esta tartamudez fue motivo de burla por sus compañeros de escuela quienes lo apodaban “Dash” o “Joe Impedimenta” para molestarlo. Se sobrepuso a ese problema memorizando largos pasajes y poemas que recitaba en frente del espejo.
Ingresó a la prestigiosa “Archmere Academy” y tuvo que trabajar muy fuerte limpiando las ventanas de la escuela y quitando la maleza de los jardines para ayudar a su familia para pagar la matrícula escolar.
Fue un estudiante sólido y jugó football y a pesar de su complexión muy delgada se convirtió en uno de los mejores receptores del equipo, según palabras de su coach.
Posteriormente estudió historia y ciencias políticas en la Universidad de Delaware, donde se interesó por la política y terminó sus estudios en 1965. Después ingresó a la Universidad de Syracuse para estudiar leyes, con un desempeño más bien mediocre como alumno.
En un viaje de “spring break” a las Bahamas conoció a Neilia Hunter, con quien se casaría al año siguiente en 1966 y tuvieron tres hijos: Joseph “Beau” (1969), Robert “Hunter” (1970) y Anomi “Amy” (1971).
En 1968 se convirtió en miembro activo del Partido Demócrata y para 1971 fue nombrado “council” del condado de New Castle. En 1972 su partido lo nominó para contender al Senado contra un popular contendiente republicano, por lo que pocos vieron oportunidades de que ganara. Sin embargo, con el apoyo de su hermana y papás, organizó su campaña y sorpresivamente triunfó para convertirse a la edad de 29 años en el quinto senador más joven en la historia de los Estados Unidos de Norteamérica, cargo que dejaría hasta 2009 cuando fue invitado por Obama para sumarse a su gabinete.
Todo pasaba muy de prisa, pero su vida sufriría su primer revés.
Una semana antes de la navidad de 1972, su esposa e hijos sufrieron un terrible accidente de auto cuando iban a comprar el árbol navideño, falleciendo su hija “Amy” y su esposa, quedando gravemente heridos sus dos hijos “Beau” y “Hunter”.
Joe Biden pensó en suicidarse pero levantó fuerzas para sacar a sus hijos adelante. Desde el hospital prestó juramento como Senador y todos los días en un trayecto de casi dos horas iba y venía de Wilmington (donde vivía con sus hijos) a Washington, para poder pasar el mayor tiempo posible con sus hijos. Su familia era prioridad.
Su carrera como Senador fue distinguida, ganó respecto como líder del Comité de Relaciones Exteriores, donde mostró su posición contra las políticas de armamento y la Guerra del Golfo. También presidió el Comité Judicial del Senado estableciendo medidas fuertes en contra de la criminalidad.
Sus aspiraciones a la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica empezaron en 1987. En un primer intento por ser nombrado candidato demócrata no tuvo la suficiente representación, pese a ser un reconocido Senador. Además, fue acusado de haber plagiado parte de un discurso por lo que dimitió al proceso de candidatura.
Un segundo revés personal vino en 1988, cuando le detectaron dos aneurismas cerebrales. Fue intervenido pero unos coágulos en la sangre se alojaron en sus pulmones, por lo que fue operado por segunda vez, pasando más de 7 meses hospitalizado. Después de ello, se reintegró a sus actividades en el Senado. Su resiliencia es notoria.
En 2007 Biden se postuló por segunda vez como candidato del partido Demócrata a la presidencia del país, sin embargo, en la escena dominaban Barack Obama y Hillary Clinton, por lo que no tuvo el suficiente apoyo.
Sin embargo, en 2008 Obama lo invitó a su campaña presidencial para ser Vicepresidente, lo cual gustosamente aceptó, ganando las elecciones y convirtiéndose en el Vicepresidente cuadragésimo séptimo, cargo que ostentó hasta 2016 tras la reelección de Obama.
Como Vicepresidente tuvo un rol importante por sus conexiones en el Senado para aprobar las políticas de incrementos de impuestos y recortes de gastos para afrontar la crisis económica que atravesó el país.
También lideró un programa de control de armas y reducción de violencia en la nación estadounidense.
Un tercer revés familiar sobrevino el 30 de mayo de 2015. Su hijo Beau, su primogénito, falleció a la edad de 46 años después de luchar contra un cáncer cerebral. Joe se refirió a su hijo como “la persona más fina que cualquiera de nosotros hubiera conocido.”
Ese evento fue determinante para que un emocionalmente abatido Joe Biden renunciara a sus aspiraciones, por tercera ocasión, de entrar a la campaña por la candidatura de su partido a la presidencia en 2016, cediendo paso a Hillary Clinton, quien perdería ante Donald Trump.
“Un león de la historia americana”, como lo describió Obama, ha logrado convertirse, en su cuarto intento, Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, siendo también el de mayor edad y el que ha reunido más votos populares.
Su trayectoria y tragedias personales lo presentan como una persona perseverante, fiel a sus principios políticos, con gran influencia en el Senado, hábil para llegar a acuerdos y consensuar en situaciones complejas. También representa los ideales de la fuerza trabajadora del país, la clase media. Tiene un compromiso con el cuidado del medio ambiente y tratará de unir a las fuerzas políticas y económicas fuertemente encontradas en estos momentos.
También resalta que es un hombre que conoce las políticas del sistema judicial y hará que se impongan la penas sin excepción. Su experiencia en el ámbito internacional lo convierten en un político diplomático.
Parece ser el otro lado de la moneda de Trump, a quien deberá extinguir inteligentemente de la escena política, si es que Trump no logra sabotearse solo.
Andrés Manuel López Obrador ya le mostró los dientes, defendiendo su plato de comida. Seguramente las relaciones con Estados Unidos de Norteamérica seguirán teniendo más tensión que cooperación.
Esperemos que Biden no sea un lobo con piel de oveja.